Elisabeth Moss

"He crecido igual que mi personaje"

  • Ha dedicado su juventud a un rol que ha ido evolucionado en 'Mad Men' al compás de la edad de ella misma. Sundance Channel repone la tercera temporada mientras Canal + emite la sexta.

Es el personaje de Mad Men que mejor sintetiza la intención de compatibilizar una vida entre tiburones y una existencia personal, familiar, aceptablemente digna, aunque tuviera que entregar a su bebé. Elisabeth Moss es la inocentona (pero no tanto) Peggy Olson, que llegó como secretaria del publicista Don Draper y que ahora vuela alto en las tramas de en la reconocida ficción de AMC ambientada en el Nueva York de los años 60. La actriz comenta para este periódico la evolución de su personaje y cómo encara los nuevos episodios. El canal de pago Sundance Channel, de la oferta de Imagenio, ofrece los domingos la tercera temporada, la del apogeo, de esta premiada serie cuya sexta temporada podrá verse doblada en Canal + 1 en este mes.

-Comenzó muy joven en Mad men ¿Se ha doctorado en esta serie?

-En 2006 grabamos el piloto cuando tenía 23 años y ahora tengo 30 por lo que cuando termine tendré 31. Toda mi época de veinteañera la he pasado en Mad Men y he crecido exactamente igual que lo ha hecho Peggy. Eso ha sido el mejor regalo, poder hacer una serie tanto tiempo y tener mis propias experiencias personales, construir a esta especie de alter ego a quien, de alguna manera, puedo informarle con mis propias experiencias. Suena un poco raro pero es cierto

-¿Se inspira en alguien?

-No, siempre he procurado que sea ella misma. La única cosa que aprendí desde el principio, desde el piloto, es que no quería hacer de la típica chica de los años 60. Quería una persona real, una chica real de cualquier década. Con 23 años simplemente sentía que eso lo haría más realista y mejor para las mujeres de esa edad, y de cualquier edad, que la vieran. Me siento identificada con ella en muchos aspectos, aunque en muchos otros espero ser un poco más inteligente, aunque sea sólo un poquito.

-¿Podrá Peggy ser como uno de los hombres de Mad men y disfrutar de trabajo y vida privada a gusto?

-Precisamente la historia principal de Peggy es encontrar ese equilibrio y descubrir cómo tenerlo todo sin renunciar a nada: en fin, es la misma historia que viven todas las mujeres de cualquier época. Hay tantas de nosotras en esa misma situación y nos queda tanto por luchar. En estos tiempos es distinto en el sentido en el que se supone que lo tienes todo: los bebés, el trabajo y una relación maravillosa. Así que creo que hoy las mujeres tenemos más presión.

-Su personaje tiene que compaginar sus aspiraciones personales con una ambición que le sobrepasa...

-Para Peggy trabajar es su primer amor. Ella es muy profesional y ambiciosa. Sin desvelar lo que ocurrirá en la sexta temporada, te diré que esa lucha siempre será una gran parte de su vida.

-¿Por qué Mad Men incluso crece en audiencia con los años aunque haya críticos que cuestionen algunos capítulos recientes?

-Creo que cada vez la serie tiene más impacto. Al principio Mad Men fue muy de boca en boca, una cosa muy de industria junto a un éxito de crítica. La gente estaba en la calle diciendo que le gustaba y ahí fue cuando empezó todo. Luego ganamos el Globo de Oro y crecimos desde ahí. Y ahora creo que hay mucha gente que en Sundance Channel de España va a volver a ver todas las temporadas que se ha perdido y aterrizará en la sexta ta temporada y la verá. Esta serie se ha mantenido gracias a su increíble guión y ha continuado esforzándose por mejorar al máximo en cada capítulo. Así que creo que no andamos en baja forma ni el equipo se ha vuelto perezoso. El público quiere seguir con nosotros..

-¿En una serie de hombres comienzan a tener más calado las mujeres, como usted?

-Sí, creo que se ha vivido el principio de un cambio en Mad men y en muchas otras series. Es el momento en que tantas actrices estupendas se han pasado a la televisión porque hay realmente papeles maravillosos para ellas y un poco más de libertad. No es casualidad que estén ahí Glenn Close o Holly Hunt. Creo que cuando empezó Mad Men todo el mundo pensó "bueno, es obvio por qué se llama Mad Men", y también "están los tres personajes femeninos que en realidad son muy complejos e interesantes, creados por el creador de la serie que es un hombre". Pienso que la serie ha ido evolucionando con los años y es precisamente una de sus virtudes, que muestra el lado bueno de hombres y mujeres. Hay una igualdad en ese sentido. Christina, January, Jessica y yo hemos formado parte de esos personajes femeninos tan ricos y lo que deseamos es que esta serie continúe.

-En cuestión de estilo se compara a Peggy con la modelo Twiggy. ¿Le divierte sentirse un referente vintage?

-Siempre ha tenido una actitud inteligente en cuanto a moda y eso también es lo positivo del personaje. Peggy sale de Brooklyn cuando tiene 20 años: una buena niña católica que viste con la ropa usada de sus hermanas mayores. Ver esa evolución y experimentarlo no sólo ha sido genial para el personaje, sino maravilloso para mí como experiencia y eso se nota a partir de la cuarta temporada. Pero no hubiera habido esa evolución si en un principio no hubiera aparecido tan desaliñada. ¿Ser como Twiggy? Es divertido, sí. Pero porque me siento muy real, tal como eran las chicas de los 60.

-¿Será Peggy una chica libre a través de esa evolución?

-Tiene que enfrentarse a sus demonios. Pero, eso sí, hay pocos finales felices en Mad Men. No sé cómo se definirá el destino final de Peggy. Creo que ese es el punto de nuestras historias. Los personajes creen que son felices y que ya lo tienen todo y piensan en lo que quieren y luego o la fastidian o alguien les fastidia.

-¿Y como lleva en la vida real lo de ser una actriz conocida?

-Intento alejarme de los focos. Incluso googlear tu propio nombre es peligroso. Intento evitar internet para no hallar comentarios negativos sobre mí.

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