Christian Gálvez

"Soy ejemplo de que cuando siembras, al final recoges"

  • Trabajó durante dos años en una juguetería, en un 'purgatorio' televisivo, hasta que lo llamaron de 'Caiga quien caiga' Esta noche regresa con Risto y Merche.

Llega la temporada más olímpica de Tú sí que vales. Telecinco recupera esta noche a Risto, Merche, Corbacho y la incorporación de Eduardo Gómez (La que se avecina) para juzgar a unos participantes de altura. Y la sonrisa de Christian Gálvez, a diario en Pasapalabra, es fundamental para completar el cuadro de este show de talentos. Este madrileño de madre linense, socio de honor de la Balona futbolera, es uno de los valores de Telecinco.

-¿No hay tal vez demasiados Tú sí que vales en la parrilla?

-En palabras de Risto, para que ser merecedor de Tú sí que vales tienes que ser el mejor, el único y el primero. El primero, lo somos. El mejor, lo intentamos. El único, no; pero estamos ahí. Para que la audiencia nos diga "tú sí que vales" lo mejor es hacer un buen entretenimiento, perserverando y cuidando el casting.

-¿Eliminan a todo 'friki' que cree que el talento es tener cara?

-Sí, no hay 'frikis' en estas dos ediciones que tenemos por delante. Vamos a contar con atletas olímpicos, con gente digna de El Circo de Sol. Serán catorce programas con gente de cualidades realmente asombrosas. En esta ocasión van a "valer" casi todos.

-¿Cuál es el consuelo para el que vale, pero que se queda fuera del programa?

-Les queda el consuelo de haber sido vistos por millones de personas y la oportunidad de que sean llamados por alguien.

-¿Cómo está Risto? ¿Sigue siendo un tipo difícil?

-Risto es amigo mío y es un tipo genial. Lo que voy a adelantar es que en esta temporada va a sorprender mucho. No voy a decir si para bien o para mal, pero nos va a sorprender a todos.

-¿Y Merche?

-Es transparente. Para definirla diría que es bella por fuera y bella por dentro. Una artistaza.

-En Pasapalabra cuentan ya con concursantes que lindan lo 'profesional'.

-Pues sí, se está creando una comunidad de auténticos especialistas que llegan a aprenderse los diccionarios.

-Con los años ha aprendido a aplicar la tensión justa.

-Los nervios y su tratamiento son fundamentales para el presentador y para el concursante. De mi mujer (Almudena Cid, que conoció gracias a Pasapalabra) he aprendido a controlar mejor los nervios. Como en los exámenes, están los nervios porque no controlas nada; y están los nervios, la tensión necesaria, cuando estás preparado.

-¿Usted es así, como sale en los programas?

-No engaño a nadie. Al que le guste como soy, estupendo. Al que no le caigo bien, no voy a perder ni un segundo, y no voy a hacer nada por evitarlo.

-¿Qué conclusión sacó cuando se llevó dos años fuera de la televisión? ¿Fue una lección?

-Le aseguro que no está nada mal pasar un tiempo en el 'purgatorio'. Entre Desesperado Club Social (en Antena 3) y Caiga quien caiga estuve dos años trabajando en una juguetería. Y no se me volverían a caer los anillos si un día de estos he de volver a un mostrador. Esto de la televisión es algo pasajero, nadie es imprescindible, esa fue mi conclusión. La suerte es preparación más oportunidad y presupongo que estaba preparado cuando me volvieron a llamar. Soy ejemplo de que cuando siembras, al final recoges.

-Hábleme de su próximo libro.

-Es el tercero que escribo. Comparo la gestión de las empresas con el talento que aplicaba Leonardo Da Vinci. Él sí que fue único.

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios