Ni contigo ni sin ti. Los españoles ven mucha televisión, pero admiten que lo que hay no es de mucha calidad. Un 84% de la población española confiesa que conecta a diario con el televisor y que un 31% reconoce que pasa delante de la pequeña pantalla entre 2 y 4 horas. El consumo diario, según los audímetros, supera las 4 horas por espectador y la cuota por ciudadano es superior a las 3 horas.
El 73,5% de los españoles considera que la televisión es de "poca o ninguna calidad", mientras que el 22,1% cree que es de "bastante calidad" y el 1,4% restante, absolutos idealistas, opina que "es de mucha calidad". Estos datos pertenecen al barómetro sociológico del CIS durante el pasado mes.
De los consumidores habituales, un 75,6% estima que se pasa un tiempo "suficiente" viendo la televisión, frente a un 10% que ve "menos tele de lo que le gustaría", mientras que un 13% reconoce "que pasa más tiempo ante la pequeña pantalla de lo que quisiera".
Sobre los usos, a un 40% de espectadores la televisión le aporta entretenimiento, y a un 35,6%, información; frente a un 17,1% que le pide "compañía y distracción". Y respecto a esos contenidos, a casi la mitad le parece que la programación en general "es poco variada", frente a un tercio que confiesa que es "bastante variada".
Mientras el personal atiende con interés a lo que sucede en la televisión, también está al tanto de las nuevas tecnologías. Un 88,4% de los encuestados reconoció que le suena la implantación de la Televisión Digital Terrestre, sistema de sintonización exclusivo a partir de 2010, y un 58,2% ya tiene la instalación necesaria en su domicilio. Ante el futuro modelo, un 68,9% cree que es una ventaja la ampliación del número de canales, mientras que un 54,5% cree que es una gran mejora la calidad en imagen y sonido. Un 55,2% opina que es una desventaja el precio que hay que pagar por los decodificadores. En cuanto a los que no ven siempre la TDT, un 40,9% justifica que no lo hace aún por una cuestión de costumbre. Dos de cada tres encuestados han oído hablar del apagón analógico de 2010, y más de la mitad de la población considera que ese paso futuro será "un cambio positivo y un avance tecnológico para todos".
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