José María, con las gafas más anchas que hemos visto en la televisión, tiene la vista puesta en la final de Masterchef a cualquier precio.

Incluso frente a los tejemanejes más burdos poniendo en el filo de la navaja a sus dos rivales, el plástico Andy y el honesto de Iván, sus némesis con los que se hundió en la prueba de exteriores pujando al alza en una subasta para tenerlos en el equipo. Ya se deshizo de Michael y ahora va a por ellos. Oé.

La cuarta de ese equipo derrotado de halcones-gallos era Juana. La portera septuagenaria igual lanza una puya submarina como se marca un Lomana en la prueba previa de la noche.

Yo es que no puedo con Samy jajajajajajaj FAN #MasterChef pic.twitter.com/0LIIhP5Tnk

— MasterChef (@MasterChef_es) June 22, 2020

Se vino abajo entre la comanda interminable de pedidos, que si unas palomitas, que si un teriyaki, que si guacamole, que si un mini-cachopo... Y le dio un soponcio de cansancio. Fue la crónica de su eliminación anunciada. 

¡Vamooooos @JuanaMChef8 eres una campeona! A por todas, has superado retos más grandes que este https://t.co/5KB3O2GWnE #MasterChef pic.twitter.com/x6vmTmdBPX

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El jurado, con Flo poniéndose como el quico, había sido condesecendiente con la de Segovia, es natural tratándose de una mujer mayor, pero desmerecía por la exigencia melindrosa hacia los demás. En las redes Juana se iba creando una creciente comunidad que se frotaba las manitas con su expulsión. En la prueba eliminatoria  donde debía hacer un postre de la casa de los Roca, una rosa de gelatinas, nata (que se le cortaba) y bizcocho delicado que era un desafío enrevesado. Andy lo superó por los pelos y el gallego Iván, que perfila su aspiración favorito, se detuvo en las medidas para alcanzar un parecido razonable con el endiablado postre.

¡Bravo @IvanMChef8! Tu trabajo y dedicación ha hecho que el resultado sea un éxito. Felicidades aspirante https://t.co/5KB3O2GWnE #MasterChef pic.twitter.com/QdNHv136HR

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Juana estaba condenada, aunque por un momento pareció que el jurado le iba a regalar la clasificación ante el sobrado Andy.  Las lágrimas fueron el epílogo de su segunda juventud.

"Para mí #MasterChef ha sido como una segunda juventud, todo ha sido extraordinario". Te vamos a querer siempre @JuanaMChef8, gracias por todo https://t.co/5KB3O2GWnE #MasterChef pic.twitter.com/XPxA3VJezB

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La ambición de José María (su apellido ya lo avisa, Royo) por demostrar que es el mejor y que lleva al límite a sus rivales produjo una prueba por equipos desastrosa. Sí, es lo habitual, pero en este caso se percibía que mediante su pin de inmunidad no le importaba arriesgar en esta parte del programa para llevar a la arena de la eliminación a sus queridos enemigos. 

Esa prueba de exteriores se celebraba en unas instalaciones madrileñas de la Cruz Roja, para dar de comer a familias necesitadas con un menú sincero con concesiones novedosas. Por ahí además iba a andar Lorenzo Caprile. El diseñador gruñón puso a cada uno de los participantes en su sitio, tratándolos de novatos. Muy a lo Maestros de la costura. Por un lado los halcones  (los gallos como se mencionan entre ellos) que tenían las elaboraciones más sencillas de hacer al por mayor, con una caldereta de cordero y una ensaladilla con una patatas que dejaron para el final no hicieron honor ni al nivel ni al número de ventaja que tenían.

En el otro lado Ana optó por reunir a la pareja de tortolitos, la bocachanclas de Luna y Alberto. Al final este trío flowerpower tuvo un rendimiento más eficaz entre un menudo de bacalao, arroz con leche y  un os dorayakis de habichuelas carillas, a lo Doraemon, creación del alumno más aventajado que ha tenido la fogata de MasterChef en su historia, Carlos Maldonado.

La buena voluntad se impuso a los oscuros intereses de la estrategia. Al menos fue una bonita moraleja para un concurso de La 1 que es cada vez más culebrón que competición. Lo único que está deseando la concurrencia es que el hipócrita de Andy (abogadooo) y el siniestro de José María, reciban su merecido. Ya el resto será un premio al tesón voluntarioso de Iván, Ana o Alberto. Porque ya todos tenemos claro que Luna ha llegado demasiado lejos.

¡SORPRESA! @JordiCruzMas entrega delantales negros para el próximo programa a @LunaMChef8 y @AnaMChef8 por dar pistas a sus compañeros https://t.co/5KB3O2GWnE #MasterChef pic.twitter.com/htxHZRsJfj

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De hecho la canaria está semifinales al haber entrado en ese equipo de buenas personas de Ana, aunque ya parte con un delantal negro para la semana que viene (junto a Ana) por avisar a Andy de un error con las flores dulces. Todo está enfilado para la resolución de este Masterchef posterior a la pandemia.