Los últimos domingos de cada mes, desde que en 2008 fuese nombrada Elena Sánchez Caballero como Defensora de los Espectadores, Oyentes e Internautas de RTVE, en la parrilla de la programación de La 2 nunca había faltado el programa RTVE responde. Hasta que llegó el 26 de diciembre de 2021. Esa jornada, a la hora acostumbrada, María Escario no compareció a rendir cuentas ante los espectadores. ¿Tiene importancia esta ausencia? Según la interpretemos, más de lo que parece, de verdad.

Han pasado nada menos que catorce años desde que la Corporación RTVE, cumpliendo uno de sus objetivos de transparencia y participación ciudadana, impulsase así la figura del Defensor del Espectador, representante que posee dos trabajos visibles bien diferenciados.

Por un lado, una oficina permanente a la que llegan las quejas y sugerencias de los espectadores por diferentes vías. Por otro, el Defensor es el responsable de la dirección y ejecución del espacio mensual RTVE responde, en el que se dan a conocer públicamente de esta manera algunas de esas quejas seleccionadas. Es, por tanto, el propio Defensor el que sirve de puente entre los altos mandos de la casa, a los que traslada las sugerencias, y los espectadores, siempre soberanos en una televisión pública, que por tanto es de todos y para todos. Y asistimos al programa en el que los responsables de los contenidos dan la cara y exponen, justifican, explican sus decisiones.

Hasta el momento han ocupado esta figura del defensor en la corporación audiovisual Elena Sánchez Caballero y Ángel Nodal. Ni uno ni otro faltaron a su cita con los espectadores más que con motivo de las vacaciones del mes de agosto.

El programa de La 2 sobre las interioridades de TVEse despedía la última semana de julio y regresaba la última de septiembre. Pero RTVE responde, desde su inicio hace ya casi catorce años, siempre tuvo once emisiones anuales.

Hasta este 2021, en que sin que se haya dado ninguna explicación, se ausentó de las pantallas en diciembre. En plena temporada alta televisiva, cuando el aluvión de quejas y sugerencias está en todo lo alto y es interesante conocer qué ha pasado con determinadas cuestiones.

Malo sería que ni siquiera el presidente de la Corporación, José Manuel Pérez Tornero, justificara esta ausencia. Si no se da importancia a que RTVE responde deje de emitirse entre noviembre y finales de enero, mal camino llevamos. Los consejeros de la televisión pública deberían ser los más interesados en que el programa de la Defensora de la Audiencia (que así se cita ahora el cargo de María Escario) no fallase ni un día. Por pura coherencia con sus postulados.