Joaquín es como es. Tal como se le observa en la pantalla. No es un descubrimiento que sea un tipo ingenioso, onomatopéyico y  que siempre le está dando vueltas a algo. Era casi inevitable que acabara en El intermedio, que produce Globomedia para La Sexta, el programa más veterano de esta cadena. En Neox aguarda su Retorno a Lilifor, que está en la nevera y que no debería de sufrir al final una programación precipitada tal como le ha pasado al remate de Museo Coconut. Joaquín Reyes (Albacete, 1974) tiene doble sesión semanal con Wyoming, lunes y jueves. "Más no quiero, porque yo pensaba... no vaya a cagarla ahora con mi ímpetu de vigor", asegura tan chanante como siempre.

-¿Cómo ha sido este aterrizaje de nuevo en La Sexta? 

-No  ha sido un aterrizaje, ha sido como saltar a un tren en marcha, como tirarse al tren desde un barranco. Este programa va como un tiro y funciona muy bien y te exigen por tu parte que te pongas rápido a currar. Nunca había estado en algo así. Me gusta el ritmo y es una oportunidad para aprender, porque hay mucho trabajo de guión y todo, además, a un ritmo frenético.

-Llega usted y ese día se superan los 3 millones de espectadores. Habrá pedido ya un aumento de sueldo...

-No. Lo de los 3 millones es casualidad. Eso da gustico, pero ha sido una coincidencia. Pero bueno, tiene su morbo.

-Ideológicamente estará cerca de la línea de El intermedio.

-Yo al menos no podría estar en un programa de sátira con el que estuviera en desacuerdo. Ya como espectador me gustaba mucho. En El intermedio aunque  se traten las noticias con sarcasmo lo importante es que todo es actualidad y  datos auténticos. Puedes en verdad informarte viendo El intermedio, porque son rigurosos y tiran mucho de hemeroteca. 

-¿Usted se trae los guiones de casa? ¿Cómo es su trabajo en el programa? 

-Yo trabajo con los guionistas. Tú llegas y los ves ahí, que son unos chicos muy limpios, que han pasado por la ducha, jóvenes, vigorosos y con una mirada cristalina. Son incluso buenos guionistas. Con uno de ellos, Miguel Esteban, he trabajado además mucho con él. Ellos hacen el guión y yo añado cosas. Al ritmo que van ellos un colaborador no puede ir solo por su cuenta. Confío mucho en ellos, porque es gente graciosa, que escribe bien y todo.

-Irá pensando cosas  por la mañana y después las ponen en común con los muchachos...

-Sí. Vamos coordinando cosas por la mañana, mirando mis cosas,  y por la tarde ya se cambia lo que sea. Pero todo muy rapidito. No puedes llegar con cosas propias en la cabeza, a mi estilo, y romper por la tarde el ritmo de trabajo. Yo  estoy acostumbrado a escribir mis guiones, pero aquí van de una manera distinta. 

-¿Ha sufrido un choque de egos con Wyoming? 

-Wyoming es un tipo genial, es fácil trabajar con él. Tenemos amigos  comunes por lo que nos conocíamos desde tiempo atrás.  Es un tipo brillante y vigoroso...

-¿Cómo fue el primer encuentro en la redacción? 

-Es que como lo conozco todo fue muy natural. Así que me dijo, "oye, pues qué bien que estés por aquí". Y acto seguido: "pues nada, venga, a currar".

-¿Le hubiera gustado seguir en Torres y Reyes? 

-A mí me dio la impresión de que no le pusieron las cosas fáciles a Mara. Y  si ella no continuaba, yo tampoco. Al cambiar de presentadores el programa cambia, y a mí parece muy bien. Me gustan  cómo lo están haciendo Alaska y Coronas. Yo no quería estar con otra persona sabiendo que Mara quería seguir pero no podía. Así que preferí quitarme yo también.

-¿Hubo presiones? 

-No es que los directivos no quisieran que siguieran, no podía seguir por su compromiso con los informativos, con La 2 Noticias, que le impedía centrarse en el programa. ¿Qué se lo podían haber puesto más fácil? Creo que sí, pero a ella se le hacía difícil compaginar Torres y Reyes con su informativo. 

-Ambos, Torres y Reyes y El intermedio, son en directo ¿nota cambios con otros programas?

-Hice ya algo de directo en Lo + Plus, haciendo el personaje de Roberto Picazo, pero en verdad esto era distinto. Yo disfruté del directo en TVE y ahora de La Sexta. Es un riesgo y un reto diario.

-¿Por ahora sólo dos días? 

-Yo sólo estoy  los lunes y jueves, pero voy a tope, eh. No me fío de mi propio vigor, por si acaso no quería cagarla...  

-¿Seguirá Museo Coconut? 

-Yo creo que Museo Coconut está cerrado. Me sorprendería, y me gustaría, que siguiera. Pero ahora mismo está cerrado. 

-También está de gira.

-Estoy feliz con mi espectáculo de monólogos, Que me aspen, girando por toda la amplia y pintoresca geografía española. Y acaba de salir el libro Realidad a la piedra, con chistes. Os estoy contando toda mi vida, aarg. Y estoy escribiendo un guión para una película. No puedo deciros más, basta, basta.