Contra el tedioso confinamiento, más entretenimiento. Bombardeados a todas horas por el desarrollo de la enfermedad y la lucha contra la transmisión del coronavirus, con el contador de fallecimientos bombardeando nuestra psique día sí y día también desde hace semanas, es justo y necesario un resquicio para la evasión. Tras tres largas semanas de confinamiento, la audiencia adolece de más dosis de entretenimiento, el encierro cada vez pesa más y parece alargarse infinitamente en el tiempo. Con un escenario tan diferente al de hace apenas un mes, MasterChef se perfila como el revulsivo televisivo contra el desaliento y el desánimo.

Desde hace dos semanas, TVE promociona la octava entrega, aunque todavía no ha soltado prenda de cuándo programará el talent culinario producido por Shine Iberia. Muchos apuntan al lunes tras la pletórica despedida de Maestros de la costura. El desenlace de la tercera entrega fue seguido por una media de 2.312.000 espectadores, el mejor registro del concurso desde su estreno en febrero de 2018. El nicho de dos millones de televidentes expectantes parece servido, el acicate que necesita la franquicia de Franc Roddam para remontar el vuelo tras una séptima tanda en España que marcó mínimo con 1.847.000 de media.

Macarena Rey: "Cambiamos vidas. Mucha gente llega de otros sectores y profesiones con el sueño de convertirse en chef y lo consiguen"

"Esta última edición ha tenido la mayor repercusión de casting con 29.000 inscripciones. Es algo que nos da mucha alegría porque es signo claro de la salud del formato", señaló Macarena Rey, CEO de la productora en un encuentro con medios a principios de año. Según la máxima responsable en España de este éxito internacional, esta masiva respuesta se debe a la "verdad" del programa. "Cambiamos vidas. Mucha gente llega de otros sectores y profesiones con el sueño de convertirse en chef, dar un giro a sus vidas, y lo consiguen. Nosotros les ayudamos a que tengan esa oportunidad, aunque no sean los cuatro finalistas", añade Rey.

A finales de esta semana, el equipo editaba los últimos pases. No obstante, tal y como adelantaba la web Eltelevisero.com quedan por grabar la semifinal y la final, pases que se retomarán una vez finalice el Estado de Alarma. Una tesitura que no sería un obstáculo para dar el pistoletazo de salida ya que habría más de una decena de galas postproducidas y listas para su emisión.

La decisión de marcarse el órdago y programar su debut en plena Semana Semana depende del ente público. En circunstancias normales, el estreno no se produciría, con casi toda probabilidad, hasta la finalización del periodo vacacional, pero, al contrario de la norma, los próximos siete días seguirán marcando máximos de consumo y audiencia. Además, la caída en picado de la publicidad que padecen sus contrincantes, las privadas, apenas le perjudica, por lo que hay pocas razones de sobra para no contener la espera y muchos elementos para ejercer, una vez más, su esencia como servicio público.