TV-Comunicación

La memoria te engaña: la inauguración de Barcelona 92 no la viste en La 1 de TVE

Una imagen que es ya un símbolo: el Rey, entonces Príncipe de Asturias, encabeza la representación española en Barcelona 92

Una imagen que es ya un símbolo: el Rey, entonces Príncipe de Asturias, encabeza la representación española en Barcelona 92

¿En qué canal se emitió la inolvidable ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92? La ceremonia de Epi y el arquero, Antonio Rebollo, encendiendo el pebetero. No, no fue en La 1, en la Primera Cadena de TVE, aunque la lógica nos lleve a recordar que así fue.

Los Juegos de Barcelona no se vieron en La 1 y apenas algunos acontecimientos, como la final de fútbol (medalla de oro ante Polonia), el mayor acontecimiento vivido en España se vio por... La 2. La cadena siempre maltratada por TVE, destinada a las minorías, era la dedicada al deporte  (aún no existía el canal Teledeporte) y la 1 estaba tan sobrada de audiencia que no le era prescindible emitir grandes acontecimientos. La 2, de todas formas, tenía un cuota del 25%: casi tanto como Antena 3 y Telecinco juntas, las cadenas más vistas en estos momentos. La apertura olímpica tuvo 6 millones de espectadores, una cifra discreta por entonces.

La apertura de la ceremonia de inauguración de Barcelona 92 La apertura de la ceremonia de inauguración de Barcelona 92

La apertura de la ceremonia de inauguración de Barcelona 92

La ceremonia que abría Barcelona 92, de la que se cumplen hoy 30 años, se siguió por La 2. Entonces ¿qué se programaba en La 1 en aquella tarde de sábado? Un espacio con Ignacio Salas y Guillermo Summers, Juegos sin fronteras, la competición por países de pruebas de habilidad, el Telediario 2 e Informe Semanal.

En Telecinco, casi novata,  llevaba dos años de emisiones, su lema era "las Olimpiadas de la risa", como contraprogramación con humoristas y mamachichos, y ofrecía un especial de Queridos padres, presentado por Concha Velasco, para comprobar lo que se conocían entre ellos padres e hijos, a través de las preguntas por separado como  en Su media naranja, el espacio de Jesús Puente que heredaría Tate Montoya. Antena 3 emitía su maratón de películas, Polvo de estrellas, el nombre que ya había acuñado el gritón Carlos Pumares en la radio. Mientras Barcelona estaba en cuenta atrás Antena 3 ofrecía El golfo, con Raphael. Y Telecinco, tras lo de Velasco, Tiburón 3D (relegaba a la una de la madrugada My Fair Lady). En la Primera, a las 22.30, se ofrecía Los trotamundos y en Antena 3, El expreso de medianoche. ¿Y Canal Sur? el espacio de flamenco Al buen compás, por la tarde, y en la noche, tras las noticias, el musical Entre amigos.  También estaba Canal +, a rayitas, y después de su informativo Redacción, a las 21.30, a la diez estrenaba la película Constantes y vitales. El cine tiraba tanto como el deporte.

Matías Prats y Olga Viza, los encargados de narrar la ceremonia de Barcelona 92 (para los espectadores en el estadio de Montjuich, Constantino Romero e Inka Martí), comentaban las espectaculares evoluciones del montaje de La Fura dels Baus por la Segunda Cadena y ahí es donde millones de españoles vieron las lágrimas de la infanta Elena al aparece su hermano Felipe, Príncipe de Asturias, enarbolando la bandera española. La pareja que narró otros momentos de los Juegos se revalorizó: pasaron a los Telediarios y a los pocos años recalarían en Antena 3.  

La competición, las medallas o el desastre de la selección de baloncesto (mientras maravillaba el Dream Team), todo eso, se vio por la Segunda Cena y la Primera mantuvo su parrilla de entonces. En el sillón de Prado del Rey estaba el director general que sumó más déficit en toda la historia de TVE, Jordi García Candau.

Tal vez existía tal escepticismo y recelo con el resultado de Barcelona 92 que se optó por 'relegar' los Juegos a La 2. No había incluso una confianza total en el proyecto.  Sin embargo, fue un impacto de autoestima, el que necesitaba la España de entonces. Hasta que Olga Viza no subrayó con su "qué maravilla" el encendido del pebetero los españoles no fueron conscientes del todo de que Barcelona iba a ser un éxito, que todo el planeta nos miraba y que todo eso de las chapuzas y país de pandereta había quedado atrás. Al menos lo disfrutamos durante unos días. Ramón Trecet, conductor de las noches olímpicas, lloraba con la medalla en decatlón de Antonio Peñalver. No estábamos acostumbrados a ese nivel.

La selección olímpica de fútbol en su partido de debut y que conseguiría el oro en Barcelona La selección olímpica de fútbol en su partido de debut y que conseguiría el oro en Barcelona

La selección olímpica de fútbol en su partido de debut y que conseguiría el oro en Barcelona

En TVE se tuvieron que rendir a la evidencia. La ceremonia de  clausura ya sí se emitió por la Primera Cadena, tras la multiplicación de eco que tuvo la final de fútbol del día antes. En aquella ceremonia aún resuena Constantino Romero pidiendo aquello de "atletas, bajen del escenario", mientras los juerguistas atletas tapaban a Peret. Barcelona 92 acabó bien. El 92 acabó peor, en una crisis económica por los excesos. Una crisis de juguete en comparación con la actual.

A diferencia de los audímetros de hoy, en agosto del 92 TVE sumó 31 de los 40 espacios más vistos. Al margen los Juegos de Barcelona lo que más se vio en aquel mes fueron películas como Operación Cabaretera, en La Primera, o Don Erre que Erre en Telecinco. En las tardes de Canal Sur estaba Carmen Abenza con Jacaranda. El programa que se consideraba más divertido de entonces era Al ataque, con el ahora revalorizado Alfonso Arús en Antena 3, y el concurso de moda era Sin vergüenza, con Ángeles Martín en la Primera.

La programación de 1992 era más cutre de lo que la memoria quiere idealizar. Tal vez se salvaban destellos de Canal +, la cadena que ponía en pie al país los viernes a las tantas, a saber por qué. Por aquel entonces Manuel Campo Vidal se había incorporado a la dirección de Antena 3, en manos de Zeta y Banesto, y analizó que la parrilla de la privada que había entrado con peor pie ante la audiencia tenía "una programación mexicana". La de Telecinco era muy italiana. De Lazarov. Con Tutti Frutti por las noches, Xuxa por las mañanas y mucho culebrón. Pero con los olímpico españoles en racha no había nada que hacer. Todos asumieron la derrota ante una TVE pletórica (y TV3 en Cataluña) en la cúspide de Montjuich 

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