Controlando el 'prime time'

El presidente aprovecha los hábitos del 'parte' de RNE

  • Más de nueve millones de españoles se reúnen a las tres de la tarde, hora favorita de los discursos, costumbre sólo española que se remonta al 'Diario hablado' de los años 40

El presidente del Gobierno en una de sus interminables alocuciones

El presidente del Gobierno en una de sus interminables alocuciones / EFE

El último parte de la Guerra Civil se pronunció el 1 de abril de 1939 en Radio Nacional a las 22.30, la hora habitual para contabilizar las bajas en el ejército, balance oficial de la contienda y exaltaciones de propaganda.

Por entonces la que había sido cadena más oída en el bando republicano, la privada Unión Radio, estaba acallada por completo. Regresaría como Cadena SER, pero no volvió a contar con informativos horarios propios hasta el año 1977. El 25 de octubre, superadas las primeras elecciones generales, se ratificaba por ley la liberación de conectar de forma obligatoria con el "parte" (nombre popular que daban los abuelos al “parte de guerra”), es decir, con el Diario Hablado de RNE de las diez de la noche.

Las sintonías del 'Diario hablado', el parte

Radio Nacional contaba con otros dos noticiarios “de fuentes oficiales”, únicos, de monótona locución, a las ocho de la mañana y a las dos y media de la tarde. Y esos horarios han venido marcando los hábitos audiovisuales españoles durante generaciones. A día de hoy España es el único país de su entorno que rompe a conciencia la jornada con el almuerzo.

Es el único país que dedica una franja de prime time informativo en torno a las tres de la tarde, la hora de sentarse con tiempo a la mesa. De hecho casi 9 millones de españoles confinados conectan a día de hoy con las noticias de la sobremesa, informativos que en estas semanas concentran más audiencia que los de la noche, hora de una audiencia más dispersa en otras cadenas y ofertas de ocio.

Las sintonías de las noticias siguen siendo el campanario nacional, los momentos que marcan la rutina de cada casa, como los aplausos de las ocho.

Los españoles están acostumbrados a seguir las noticias a la hora de comer desde aquellos partes de los años 40 (con su aviso y cierre de cornetín, después sintonía sinfónica, como puede oírse en el vídeo de arriba) que pasaron a la televisión en 1958.

Para que no se solaparan así las noticias oficiales de radio y televisión el Telediario Primera Edición se colocó a las tres y cuarto de la tarde y al poco, a las tres, la hora sagrada del televisor. Desde el 28 de abril de 1958 hay informativos de sobremesa en la televisión en España, complemento televisivo al "parte", al Diario Hablado de las dos y media. TVE había nacido desde el ejército.

Las tres: esa es la hora que los asesores del presidente Pedro Sánchez tienen en la diana. Presentarse en el momento del hábito de escuchar más atentamente las informaciones, horario que también ha aprovechado el presidente andaluz, Moreno Bonilla.

En el caso de Sánchez, en los fines de semana, han creído conveniente prolongar la alocución del presidente durante una hora, lo que está provocando un efecto de rechazo, con marcha de la audiencia como delatan las curvas de los audímetros.

En el caso de la esperada aparición del pasado sábado se retrasó a la franja de noche. El vicepresidente Pablo Iglesias optó ayer por la franja de prestigio del arranque matinal, heredada de Los desayunos de RNE y a su vez de los herederos del parte de las 8 de la mañana: España a las 8, de RNE; y Matinal Cadena SER, ruptura del monopolio informativo en los tiempos de cierto aire liberal a cargo del ministro Manuel Fraga, en 1964.

Iñaki Gabilondo, director local, colocó el resumen de prensa en Radio Sevilla a las 9 de la mañana. Leer los periódicos fue durante años una oportunidad para fintar la obligación infornativa que en el ocio de los cines se transformaba en el No-Do.

A Pedro Sánchez, con su discutible indumentaria, le emociona retomar los horarios del monopolio informativo de la dictadura de Franco (el dictador, siempre en su subconsciente), ser el protagonista de la hora de comer o de la hora de cenar.

Ahora que los españoles no tienen escapatoria y todos están en sus casas la tentación llega a tener tintes eróticos. Estamos a un paso de la conexión obligatoria para los que estén también viendo Clan, FDF o Real Madrid TV. Una pantalla única para el líder, como en los países totalitarios.

La radio no pudo zafarse de la dictadura hasta 1977, pese a que Antonio Calderón y Manuel Martín Ferrand intentaron esquivar las imposiciones en dos ocasiones, con el mencionado matinal de la SER en los años 60 y con el nocturno Hora 25, que sigue ahí y que comenzó el 31 de enero de 1972 y que a la postre fabricaría la medianoche deportiva con la voz de José María García y cuya influencia se extiende hasta el chiringuito televisivo de Pedrerol.

El monopolio de la información,  esa típica información de fuentes oficiales, a nivel nacional en la pantalla se rompió hace sólo 30 años, el 25 de enero de 1990, cuando apareció José María Carrascal en el primer noticiario nocturno de Antena 3. En enero de 1983 habían arrancado los informativos de la cadena vasca, ETB.

Las autonómicas obligaron a mayor exigencia en TVE, que mejoró en calidad en los Telediarios de los años de Felipe González, tan lejos del PSOE actual.

Ahora mismo los noticiarios de TVE viven su momento de más descrédito (que ya es decir) y se alejan como tercera opción frente a Antena 3 y Telecinco. Los de Canal Sur, por su parte, son quinta opción en la sobremesa y cuartos en la noche.

Todo apunta a que el actual gobierno seguirá aprovechando las tentaciones de monopolio informativo en pos de seguir implantando el estilo periodisney que manejan los medios afines o directamente controlados por Pablo Iglesias.

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