Claves del programa

¿Cómo puede un concursante aguantar tanto en 'Pasapalabra'?

  • El concurso de Antena 3 ha visto caer eliminados en esta semana a tres veteranos en la prueba de la silla azul, que atenaza los nervios de los participantes

  • Tenemos siete preguntas para indagar en el funcionamiento del juego del rosco

Luis de Lama lanza un saludo en la prueba del rosco

Luis de Lama lanza un saludo en la prueba del rosco / Atresmedia

El concurso más exigente que se emite en estos momentos es a la vez el más generalista, ya que sus pruebas se pueden jugar en familia pero a su vez maneja respuestas de carácter ‘imposible’, de erudición exquisita. Pasapalabra es el espacio más visto cada día junto a Antena 3 Noticias 2 y en las semanas de enero ha rondado los 4 millones de espectadores. El anterior confinamiento avivó las vocaciones para MasterChef y el actual toque de queda, tras cerrarse el duelo entre Luis de Lama y Pablo Díaz, forja aspirantes al rosco.
El coordinador de guiones de Pasapalabra, Borja Pérez, tiene varios consejos para los que desean ponerse delante de Roberto Leal.
“El 80% de la cultura general ya la tenemos  para participar en condiciones normales, para el 20% restante de las palabras hay que prepararse mucho porque el nivel es alto”. La recomendación más sencilla que  aporta el guionista es “ver mucho” el programa, seguirlo a diario e ir controlando términos que van saliendo y temáticas. “Es lo que han hecho Pablo y Luis, si aparecía un día una montaña de Sudamérica era el momento de revisar las cordilleras americanas”.

Participar desde casa

El formato de ITV Studios aterrizó en su actual cadena en mayo tras casi trece años en Telecinco y seis años en la primera etapa de Antena 3. A lo largo de este tiempo el nivel ha ido aumentando precisamente de la mano de unos concursantes mas preparados y un público, a su vez, más acostumbrado a la velocidad y las técnicas de cada prueba. “Respondiendo desde casa ganas en rapidez, en conocimientos”.  Un nivel de “veinte respuestas correctas en el rosco está muy bien” para un aspirante.
En torno a la veintena de palabras de la prueba decisiva son de una cultura accesible, las cinco restantes son de distinta dificultad, por la rareza del término en el diccionario o por lo intrincado del dato de geografía, de historia del cine o de historia de la química, por ejemplo.
Intentar arañar esas letras del rosco son las que dan la victoria. Es el calibre que exige un concursante superviviente como el que está ahora, el canario Pablo Díaz. “Con un nivel como el de estos concursantes  se puede conseguir el bote en cualquier momento”.
La intriga  se halla en la gran dificultad para hacer pleno. Los participantes están entrenando en todo momento y de ahí el buen ambiente entre quienes  blandieron 83 duelos en las tardes, el récord de permanencia conjunta. Luis y Pablo se intercambiaban descubrimientos de palabras y personajes.  Además de indagar en los libros y webs más recónditos también se repasaron los Pasapalabra de años atrás, con una aplicación además que permite ensayar roscos.

La silla eléctrica de la silla azul

Pero antes de sentarse en el plató está la eliminación para la silla azul, que en esta semana vivió otro récord: tres retadores eliminados, uno de ellos el veterano Luis. “La prueba es en frío, de pie ante todos. Como una tanda de penaltis. El novato  puede sufrir porque todos te están mirando”, reconoce Borja Pérez. El presentador sevillano Roberto Leal crea un clima de familiaridad a lo largo de la grabación pero es inevitable que en el duelo los nervios jueguen malas pasadas en los cinco segundos para resolver.
Diego y Luis en la eliminación de éste el pasado martes Diego y Luis en la eliminación de éste el pasado martes

Diego y Luis en la eliminación de éste el pasado martes / Atresmedia

“Por supuesto que Luis, que fue eliminado con la palabra “fotosfera”, la sabía, pero no le vino a la memoria en esos cinco segundos”. Es lo que también le sucedió a Diego el miércoles y a César el viernes. Luis fue eliminado en la tanda 11 y Diego, en la 12.  El fallo de una palabra fácil a las primeras de cambio se convierte en fatal. Hay aspirantes que llegan muy preparados y no pueden demostrarlo. También está el caso de Nacho, el veterano con que se encontró Pablo:  “falló en dos palabras fáciles, tras tantos programas, fue un drama como el de Luis”.
La prueba de la silla azul, que se ha revelado en estos días como un desafío cruel, se añadió recientemente, en julio de 2015, para que tuvieran una oportunidad quienes perdían en el rosco. Se permite una mayor presencia de los concursantes más hábiles y se arranca el espacio de forma emocionante.
Todos los enigmas de Pasapalabra, y en especial los roscos, pasan por varios equipos antes de que lleguen a la tablet de Leal. Una lingüista, Lucía, es la que supervisa cualquier margen de duda en las respuestas, pule las definiciones y advierte de cualquier detalle que pudiera ocasionar quejas (más entre el público en casa que en el mismo plató). “El programa ha aumentado la presencia en las redes en esta etapa, muchos espectadores juegan con el twitter por delante”,  reconoce el guionista.
Los famosos han llegado a implicarse más con la animación de Roberto Leal. En sus pasatiempos los concursantes se afanan en conseguir segundos. “Aunque después sobren, un colchón de segundos siempre permite hacer el rosco con más relajación”, reconoce Borja, tal vez el mayor experto de Pasapalabra como programa.

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