Tribuna de Opinión | Toros

Los carteles taurinos de Algeciras

  • José María Garzón, asolerado y avalado por el clamoroso éxito de la pasada Feria, supo y consiguió transportar a Algeciras hasta el último rincón del llamado planeta de los toros 

José María Garzón con el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce ; la concejal de Festejos, Juana Cid, y la subdelegada de la Junta Eva Pajares.

José María Garzón con el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce ; la concejal de Festejos, Juana Cid, y la subdelegada de la Junta Eva Pajares. / E. S.

En la centenaria entidad Casino de Algeciras 1869 el pasado lunes ‘12 más uno’ se abrió el esperado melón taurino. Eran los carteles para la Feria de 2019, un año especial en el que se va a conmemorar por todo lo alto por la empresa Lances de Futuro, en el cincuentenario del coso de Las Palomas.

Cada año, y con este ya son 51, cuando todavía no huele a feria se cumplió el esperado rito del empresario José María Garzón que desde hace ya cuatro años cumple escrupulosamente. Entre los aficionados en un acto multitudinario acabó con las especulaciones invernales y dio comienzo a las sabidas y sesudas cábalas y discusiones de barra de bar en las que los gustos y apetencias del posible respetable para pasar por la taquilla a veces se manifiestan en peregrinas evocaciones con nombres y alias variopintos.

Hago una reflexión respecto a la celebración de la primera Feria Taurina en 1969 –echen bien ustedes la cuenta– ya que fue en 2018 cuando se cumplieron los cincuenta años. Hace mucho tiempo que ando metido en estas cuitas y como siempre lo manifesté como de nuevo lo hago hoy cuanto me gustaría y a muchos más que rebautizaran a nuestra Plaza de Toros que ha llegado a su más que evidente mayoría de edad como la Nueva Perseverancia, aunque puedan seguir revoloteando sobre ella las palomas. No perder ocasión de hacerlo en este justísimo medio-centenario, lleno también de recuerdos como el que atesoraba entre sus muros aquel despiadado e inútil descalabro histórico urbanístico, cuando nos dejamos arrebatar parte de nuestro querido patrimonio taurino.

Y dicho esto, ahora toca dar fe del rito que aludía al principio la presentación de los carteles taurinos 2019 donde, como notarios del mismo, estaban presentes el buen alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, que se parte el alma por conseguir cotas muy altas para esta vieja ciudad, ya con visos evidentes de gran metrópoli de puertas abiertas a la modernidad con todos los continentes, su concejala de feria y fiestas, Juana Cid, la subdelegada de la Junta de Andalucía, Eva Pajares Ruiz y el principal hacedor del evento taurino, José María Garzón, ya asolerado y avalado por el clamoroso éxito de su Feria 2018, que supo y consiguió transportar a Algeciras hasta el último rincón del llamado planeta de los toros.

Son tres carteles bien estudiados y equilibrados para los días domingo 23, viernes 28 y sábado 29 de junio, para una plaza con solera a la que va a revestirse de exquisito lujo de la mano del artista y torero Juan Sierra. Comodísima, pero de segunda, así que no voy ahora discutir sobre toro grande o toro chico, que salga el toro que embista y acorde con sus encastes y en tipo. Las ganaderías las que son: Torrestrella, Torrealta, Benitez Cubero, Pallarés, El Freixo y Santiago Domecq.

En cuanto a los espadas poco que objetar, más bien felicitar a Lances de Futuro pues llegan los espadas triunfadores en la primera feria del mundo, Sevilla. Repiten este año José Garrido y Joaquín Galdós con los Torrestrella de Sevilla, dos toreros jóvenes que dejaron un magnífico recuerdo el año pasado. Eso sí, ambos de la cuerda del empresario José María Garzón, que es lógico y sensato que los ponga en sus plazas.

Repite El Juli, que cortó el año pasado aquí dos orejas a los Zalduendo y que como máxima figura aún resuenan los ecos de su salida por la Puerta del Príncipe. José María Manzanares primera figura y Miguel Ángel Perera que nos dejó con aquel 4º toro del Cuvillo indultado de nombre Libelula en el sensacional mano a mano con José Tomás, que fue el broche de oro de los cincuenta años de nuestra plaza, en 2018. Y vuelve Cayetano Rivera, que se ha reivindicado una vez más en la Maestranza sevillana con una corrida mixta de Domingo Hernández, con dos vueltas al ruedo, que el día 29 de junio aquí, acartelado con Perera y la revelación actual del toreo del sevillano Pablo Aguado, cortó cuatro orejas y salida por la Puerta del Príncipe con la garantía de la corrida de Santiago Domecq.

Traer a Algeciras, a su feria, a Pablo Aguado, que es el torero al que aspiran tener contratados todos los empresarios de plazas de primera, es un lujo y un logro indiscutible de Lances de Futuro como lo fue José Tomas el año pasado. Sobre Pablo Aguado, recomiendo que no se lo pierdan el sábado 29 de junio, que con su tauromaquia ha vuelto a las esencias del toreo despacito de siempre, de los Martín Vázquez, de Pepe Luis, de Curro y de Morante; pero todo eso elevado a una tauromaquia soñada que casi habíamos olvidado entre tanta vulgaridad.

La corrida del sábado 29 de junio con Perera, Cayetano y Pablo Aguado puede ser otra de esas corridas en las que diremos “sí, yo estuve allí esa tarde”. He querido dejar para el final a Jiménez Fortes, un torero que me produce un gran respeto y que viene el primer domingo 23 de junio, que se ha ganado por su valor y por su verdad y por ser creador de intensas emociones estar en nuestra plaza de toros. Lances de Futuro ha hecho muy bien sus labores, ha recuperado al valeroso malagueño tras su última gravísima cornada y le da un sitio abriendo cartel con los ya referidos Garrido y Galdós.

Y, no me he olvidado de Diego Ventura, ese jinete portuguésevillano para el día 28, un espectacular minotauro, mitad hombre mitad caballo, que ha convertido el rejoneo sin perder sus esencias camperas en su verdad, en el ‘más difícil todavía’ ante los toros.

Así que dicho queda. La taquilla tendrá que refrendar con fríos números todo este menú de buenas perspectivas y propuestas. Ya sé que no hay novillada con picadores, hay que perseverar recuerdo que hay tres Escuelas Taurinas en este Campo de Gibraltar, así que entre todas no morir en el intento para que pronto salga de ellas un novillero de la tierra con fuerza que vuelva aglutinarnos, ilusionarnos y arrastrarnos como pasó siempre a todos los aficionados a la plaza de Toros. Amén.

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