Toros

Curro Díaz y Nano de Jerez conectan toreo y flamenco en el Mano a Mano de Cajasol

El torero Curro Díaz y el cantaor Nano de Jerez unieron anoche toreo y cante en los Mano a Mano de la Fundación Cajasol. El encuentro, que se desarrolló en la Sala Antonio Machado del Centro Cultural Cajasol en Sevilla, contó con un lleno absoluto y estuvo salpicado de vivencias y anécdotas de los dos protagonistas, que encontraron muchos puntos en común entre ambas artes, haciendo pasar un rato agradable a los aficionados.

Éste ha sido el Mano a Mano número 39 celebrado hasta el momento y fue presentado por el periodista José Enrique Moreno. Curro Díaz y Nano de Jerez desvelaron conexiones entre el flamenco y el toreo en conceptos como "el pellizco, el compás y el sentimiento". Los presentes pudieron comprobar in situ estos conceptos porque Nano de Jerez se hizo acompañar por un guitarrista y dejó "unas bonitas pinceladas que pusieron la nota de color al acto".

Curro Díaz, por su parte, expresó de este modo su vínculo con el flamenco: "Cuando toreo de salón, la banda sonora que tengo es el flamenco y para cada suerte hay un palo diferente. Desde que tengo uso de razón siempre he estado muy cercano al flamenco. Torear es una forma de vida y, repito, su banda sonora es el flamenco y, según tu estado de ánimo, un palo del cante. Se torea por soleá, por bulerías. Toreo y flamenco te dan ganas de vivir", expresó.

Nano de Jerez dejó patente su afición por el toreo y sus nexos con el cante. "Cuando uno vive una gran tarde de toros, sale de la plaza deseando escuchar flamenco y el cantaor, sin jugarse la vida, claro está, siente el mismo miedo que el torero cuando se pone delante del público. Además, el flamenco, como el toreo, necesita del sentimiento, si uno no siente un fandango o un muletazo no se puede llegar al público", reconoció.

El concepto del compás, común a los dos mundos, también centró buena parte del diálogo. "Es eso que hace que en el tendido el aficionado se emocione", afirmó Curro Díaz, a lo que Nano de Jerez añadió que "el compás se asemeja mucho a ese duende que hace que cuando a lo mejor uno no tiene ganas de salir al escenario, sale y canta mejor que nunca".

Ambos recordaron un tentadero en el que el cantaor cantó y el torero toreó: "Mientras mi primo Curro toreaba, yo le canté por bulerías desde el mismo ruedo muy cerquita de él", contó el cantaor. "Aquello fue muy íntimo y aquel día con el cante se templaron hasta las vacas", concluyó el torero.

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