Toros

Desaprovechada en rejones una gran corrida de Cortés de Moura

Las corridas de rejoneo suelen registrar mejores entradas que las de a pie. Sucede en todas las plazas, incluida la de Madrid. Sin embargo, la fórmula de ayer con seis rejoneadores no convenció y hubo sólo media entrada. Está claro que el personal prefiere a las máximas figuras de cada escalafón.

En la tarde de ayer, en la que se alcanzaban los treinta festejos consecutivos de este San Isidro 2014 y se celebraba el último de rejones, actuaron seis caballeros (cuatro portugueses y dos españoles), con 53 caballos de rejoneo en liza, que realizaron seis faenas y no consiguieron ni una sola vuelta al ruedo con la mejor corrida de toda la feria. Hasta seis toros, seis, embistieron con nobleza; algunos de ellos con una clase extraordinaria.

El encierro de la ganadería portuguesa de María Guiomar Cortés -procedencia Murube-, de buenas hechuras, dio en su conjunto muy buen juego, propicio para un éxito rotundo del sexteto de rejoneadores, quienes no llegaron a redondear sus actuaciones y fallaron con los aceros. Una corrida que se recordará durante mucho tiempo por la calidad del ganado.

Martín Burgos realizó una faena correcta ante un toro nobilísimo, incansable y con ritmo. Lo más destacado fue un par a dos manos montando a Sol y un palo al quiebro y al violín sobre Uruguay.

Rui Fernandes, templado y con una lidia muy en la línea de la escuela portuguesa, atacando de lejos y de frente, cosechó la ovación más grande de su actuación con Único, quien entusiasmó al público con sus piruetas.

Mariano Rojo, con el toro de mayor peso del encierro, 627 kilos, que embistió bien, se lució en varios pasajes en banderillas. Con Goya llevó prendido al toro junto a tablas en una labor desigual.

Moura Caetano, con un astado bueno, aunque flojo, que llegó a desplomarse en la lidia, realizó una labor con garra, destacando en banderillas con Chispa, clavando en corto.

Joao Moura concretó una faena de buen tono ante un astado muy noble, con clase y ritmo. Destacó con Xeque Mate y Perera, con el que clavó con mucha pureza y cerró con banderillas cortas.

Francisco Palha realizó una faena alegre, con muchos guiños a la galería. Excelente Ordoñez, en un muletazo, que cayó tras salir de la suerte. Afortunadamente el toro no hizo ni por la cabalgadura ni por el rejoneador. Y muy bien con Disparate -el famoso caballo de Diego Ventura- para clavar una banderilla de poder a poder.

Los seis rejoneadores contaron con seis oportunidades de lujo, sin lograr ninguno de ellos ni una vuelta al ruedo. Todo ello con una corrida de María Guiomar Cortés de Moura, que en su conjunto dio un gran juego y fue desaprovechada.

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