El todavía gerente de la empresa Pagés, Eduardo Canorea, anunció ayer que hará efectiva su retirada el próximo 11 de diciembre, fecha en la que cumple 65 años.

"Es ya pública una decisión que tomé hace algún tiempo, la de retirarme del ejercicio de mi profesión", confirmó Canorea en un comunicado en el que reitera que "razones de salud" (sufrió un infarto) lo llevan "a este fin de un largo camino".

El empresario sevillano, que comparte la gerencia de la empresa Pagés con su cuñado Ramón Valencia, expresó su agradecimiento a las "buenas gentes del toro que dan lo mejor de sí mismas por la fiesta, esa expresión del alma española que no tiene parangón por su profunda belleza y porque resume las mejores virtudes de nuestro pueblo y sirve de inspiración a las demás artes".

Canorea tampoco olvidó a su padre, Diodoro Canorea, al que definió como "una persona de total humanidad" que le enseñó "el gran valor de hacer honor a la palabra dada y de ser justo con los demás".

El gerente de la empresa Pagés dio las gracias a la afición de Sevilla "por su sensibilidad y su tolerancia", pero también pidió "indulgencia por los yerros" en que haya incurrido. Eduardo Canorea mencionó igualmente a los empleados de la propia Empresa Pagés, "con Ramón Valencia a la cabeza", señalándoles que en su cuñado "encontrarán la garantía de un hombre honesto y perseverante que llevará el timón con la seguridad que da el buen juicio".

Canorea separó esta decisión de cualquier acuerdo con la Real Maestranza de Caballería o el grupo de toreros que se ha negado a torear en el coso sevillano en las dos últimas temporadas para presionar a la propiedad de la plaza para que rescindiera el contrato con los Pagés.