Toros

Fernando Robleño y Manuel Escribano, a oreja por coleta en Bayona

Una oreja cada uno cortaron los espadas Fernando Robleño y Manuel Escribano en la corrida de Adolfo Martín celebrada en la ciudad francesa de Bayona, en la que la peor parte fue a parar al banderillero Isaac Mesa, que sufrió una extensa cornada. Se lidiaron toros de Adolfo Martin, muy entipados y serios en conjunto, aunque algo más chico el tercero, y de variado comportamiento. Fernando Robleño, silencio y oreja. Manuel Escribano, oreja y silencio. Alberto Aguilar, ovación y silencio. En la enfermería fue operado el banderillero Isaac Mesa de "cornada de 25 centímetros en la zona escrotal con evisceración de los testículos". La plaza tuvo tres cuartos de plaza.

Robleño ha confirmado el gran momento que atraviesa y que se pudo ver en Gijón y Dax a finales de agosto. Frente al serio primero, parado y con peligro sordo, se impuso por su valor y pundonor. El cuarto, serio y noble, se desplazó con transmisión y Robleño le hizo una gran faena, siempre colocado, siempre en el ritmo, dibujando con mano muy baja muletazos templados y lentos de gran calado. Cortó una oreja después de una estocada algo caída.

Manuel Escribano recibió a sus dos adolfos a portagayola y ofreció una tarde seria de principio a fin. El segundo, cornipaso, con movilidad y transmisión, le brindó la oportunidad de cortar oreja después de una faena inteligente y entregada. El quinto, muy serio por delante, se vino a menos demasiado pronto y Escribano sólo pudo justificarse.

El tercero, que fue el toro más chico de la corrida, humilló y se desplazó muy bien, lo cual permitió a Aguilar realizar una faena aseada, aunque con falta de ligazón por dejarle mucho tiempo al toro entre muletazo y muletazo. El pinchazo hondo trasero con el que cerró labor enfrió el ambiente. El último fue otro toro complicado por su raza y poca clase. Faena de altibajos y sin espada.

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