Toros

"La Fiesta y el público necesitan el compromiso de los toreros"

  • El vizcaíno hace balance "con sensaciones muy positivas" de lo vivido en lo que va de temporada. El próximo fin de semana se anuncia en Málaga en la Corrida de la Prensa

Es vasco, con sangre gallega y vive entre Guadalajara y Ciudad Real, pero esa mezcla no le influye, sólo "son circunstancias". Iván Fandiño (Orduña, Vizcaya, 1980) quiere ser "diferente" y escribir su propia historia. De momento, le esperan, entre otras, una encerrona en su tierra y la Corrida de la Prensa en Málaga.

–¿Con qué sensaciones se queda de lo que va de temporada?

–Sensaciones muy positivas. Tengo una espina clavada por lo que pasó en Madrid, pero he seguido demostrando un buen nivel y he seguido creciendo. No me he estancado en el torero del año pasado y ahora me sirven más toros.

–Al término de San Isidro decía: "No voy a parar hasta poner a todo el mundo de acuerdo", ¿qué quiere hacer ver a la afición ?

–Que cuando no hago algo, que se vea que hay un motivo. No me voy a aliviar. No lo hago en mi vida diaria y no lo voy a hacer en mi profesión. La fiesta necesita que los toreros adquiramos un compromiso con ella y, sobre todo, con el público. Acomodarnos los toreros, como nos estamos acomodando, no es bueno ni para nosotros, ni para la afición ni para la Fiesta.

–¿Cuánto tiene de rebeldía ?

–Todo. Nunca me ha sido fácil conseguir lo que estoy consiguiendo y si estoy en el camino quiero ser diferente y dar razones contundentes para que se me catalogue verdaderamente como quien soy.

–¿En qué ha cambiado desde la corrida de Carriquiri del 2 de mayo de 2011 hasta ahora?

–En todo. En las distancias, en la longitud y profundidad de los muletazos, la colocación ante de la cara del toro... Seguir creciendo me acerca más al alguien que quiero conseguir ser.

–Su última vez en La Malagueta se saldó con una cogida, ¿intentará resarcirse o prefiere no pensarlo?

–Por desgracia tengo una profesión en la que existe ese riesgo. Si me salen toros complicados no tiro por la calle de en medio. Málaga fue el garbanzo negro de la temporada pero el toro me cogió porque aposté. Son cosas de esta profesión.

–Otro vasco como Martín Agüero, tomó la alternativa en Málaga. ¿Tiene algún referente histórico?

–No me gusta anclarme en el pasado. Soy un torero al que le gustaría escribir su propia historia

–En Málaga, además de Antonio Barrera estará David Mora. El duelo Fandiño-Mora, ¿cuánto tiene de mediático y cuánto de rivalidad?

–Hay de todo. La rivalidad es conmigo mismo, pero también hay veces que cuando pisas la plaza con algunos toreros saltan chispas. Con David se palpa cada vez que hacemos el paseíllo juntos, pero no hay que obsesionarse. Somos toreros que en otro tipo de carteles damos mucho de que hablar. Si la rivalidad sirve para que la gente vaya a la plaza con ilusión y expectativas, pues bienvenida sea.

–La ganadería de la corrida de Málaga será Marqués de Domecq, ¿cómo la ve?

–Tengo buenas expectativas con ella. Es una ganadería que tiene un poso importante de bravura y espero que, sobre todo, se mueva.

–Justo el día antes de Málaga tendrá la encerrona en su tierra. ¿Qué le llevó a asumir ese reto?

–El año pasado fue un palo muy gordo para mi ego perder aquellas dos tardes que tenía en Bilbao y lo necesitaba, también para demostrar que no estoy eludiendo nada de mi profesión y para agradecer el apoyo de muchas personas .

–Siempre se ha mostrado al margen de las polémicas de los derechos de imagen, ¿tan complicado es poner de acuerdo a toreros y televisiones?

–No, no es difícil. Pero no me gusta que la gente sea convenida. Hay que tomar un camino medio para que todos seamos ganadores y no que cada uno busque sus intereses.

–¿Cuándo cree que habrá tocado techo?

–El día que lo considere será malo. Me mueve buscar la perfección y espero no encontrarla nunca.

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