Toros

Iván Fandiño corta la única oreja de una corrida decepcionante

El diestro Iván Fandiño cortó la única oreja del cuarto festejo de la feria de San Pedro y San Pablo de Burgos, en el que los deslucidos toros burgaleses de Antonio Bañuelos condicionaron tan escaso balance artístico.

Lo único que se le puede anotar al Cid de su paso por Burgos fue el saludo a la verónica a su primero, y una primera buena tanda de derechazos en la apertura de faena de muleta a este mismo animal.

Pues ni éste que abrió plaza, que se desfondó enseguida, ni el blando cuarto, que, para más inri, acabaría orientándose, le brindaron al de Salteras la más mínima oportunidad de triunfo.

Fandiño sacó partido del único toro con opciones del envío, el segundo, que tuvo un potable pitó izquierdo, lo que aprovechó el de Orduña para, tras un inicio por estatuarios, torearlo con mando y buen aire al natural. Un final por manoletinas y una gran estocada fueron el colofón a una faena premiada con una oreja.

En el quinto, en cambio, poco o nada que contar más que la disposición del vizcaíno, que hizo todo lo posible por agradar al respetable, sin embargo, el deslucido comportamiento del animal lo echó todo a perder.

Daniel Luque llevó a cabo un buen toreo de capote a su primero, con series de verónicas a medio compás de notable factura. El de Gerena inició su labor de muleta de rodillas, y luego, aunque lo intentó con ambas manos, apenas pudo pasar de los detalles por la escasa colaboración del astado.

Y algo parecido con el que cerró plaza, con el que anduvo voluntarioso, pero sin eco en los tendidos por lo poco que se prestó el toro.

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