Iván Fandiño y César Jiménez cortaron ayer una oreja cada uno en el séptimo festejo de la Feria de San Fermín, que secelebró en la plaza de toros de Pamplona. Los dos toreros se mostraron decididos y buscaron el triunfo. Se lidió una corrida impecablemente presenta de Fuente Ymbro que tuvo toros nobles y con calidad, pero algo justos de fuerzas y en el límite de la raza. Antonio Ferrera, que abría el cartel, no brilló con el lote que le correspondió en suerte.

Iván Fandiño se fue a portagayola para recibir al tercero por gaoneras. Fue un toro bien presentado, astifino. Lo cuidó mucho Fandiño en el caballo e inició faena con pases cambiados por la espalda despaciosos, sin violentar al toro. Faena en los medios con firmeza, aguantando siempre las embestidas de un animal que no se empleaba y que empezó a soltar la cara cuando se vio podido. Faena seria del de Orduña, que cobró un estoconazo y paseó la primera oreja de la tarde. No pudo repetir triunfo con el sexto, un toro que mostró calidad en las telas pero que se rajó tempranamente. Fandiño.

César Jiménez paseó una oreja del quinto, el toro más serio. Tuvo el toro nobleza pero también mostró justeza de fuerza y raza. El de Fuenlabrada lo entendió bien y le dio en todo momento espacio para evitar que cabecease. Así logró levantar un trasteo sólido y templado, aunque quizás excesivamente largo, que tuvo buenos momentos al natural. Tras una estocada entera, cortó una oreja. Había sido ovacionado por su labor frente al segundo, otro toro serio, noble y bravo.

Ferrera abrió plaza con un toro serio y noble de Fuente Ymbro, que recibió mucho castigo en el peto y llegó a la muleta con sosería. Ferrera, espectacular en banderillas, anduvo centrado con el toro y logró dos buenas tandas sobre el derecho.El cuarto fue otro toro serio y bien presentado que tuvo nobleza pero al que faltó algo de fuerza y raza.