Luis David Adame salió a hombros en la plaza Nuevo Progreso de Guadalajara (Jalisco, México), y Morante de la Puebla y Andrés Roca Rey se fueron de vacío. Con media entrada, se lidiaron cinco toros de Teófilo Gómez y uno, el quinto, de San Isidro, de buena presencia y sin problemas, sobresaliendo el tercero. Morante tuvo destellos aislados, sin dar el do de pecho; silencio en el que abrió plaza y división de opiniones en el otro. Roca Rey, en el segundo, escuchó palmas y en el quinto se mostró con deseos, siendo silenciado. Adame mostró sus cualidades, al tercero lo toreó con templanza, firmeza y elegancia, una labor esperanzadora por su torería, estocada para dos orejas. Continúo en el mismo plan en el sexto, pero pinchó y perdió otro apéndice, recibiendo una fuerte ovación y saliendo a hombros.