El diestro sevillano Manuel Jesús El Cid ha llegado a un acuerdo con el matador de toros retirado y apoderado Marcos Sánchez Mejías para que sea la persona que a partir de ahora dirija su carrera profesional.

El acuerdo ha sido sellado a la antigua usanza, con el tradicional apretón de manos y sin ningún vínculo contractual entra las partes, "con el único objetivo de trabajar de forma conjunta para que El Cid siga creciendo en esta nueva etapa", según un comunicado del equipo del torero.

En la nota se explica que El Cid habría recibido varias ofertas de apoderamiento desde que anunció su ruptura con sus anteriores mentores, Manuel Tornay y Santiago Ellauri. Se ha decidido finalmente por Marcos Sánchez Mejías "por su trayectoria, su talante y la ilusión que me ha transmitido a la hora de presentarme un proyecto, además del hecho de haber sido torero, que para mí es un plus" según el matador.

Este apoderamiento no ha fijado ningún tipo límite temporal y torero y mentor "se han propuesto empezar a preparar desde este momento la nueva temporada", según el comunicado.

El Cid había hecho pública el pasado lunes su ruptura con Manuel Tornay y Santiago Ellauri a los que había permanecido vinculados desde 2002.

El matador emitió entonces una primera nota de prensa en la que destacaba que el fin de la relación profesional se había producido de forma "amistosa" considerando que esa decisión era "lo mejor para ambas partes al haberse cumplido una etapa".

El Cid, que nació en Salteras hace 42 años, tomó la alternativa en Madrid el 23 de abril de 2000 después de una extensa trayectoria como novillero. Su definitiva eclosión como matador de toros se retrasaría hasta el 1 de septiembre de 2002, fecha en que cortó un rabo a un toro de Victorino Martín en la plaza de Bayona que fijó su punto de despegue. El torero se mantuvo en los primeros puestos del escalafón entre los años 2003 y 2008 y en ese tiempo logró triunfos en Madrid y Sevilla antes de encerrarse en solitario con seis toros de Victorino Martín, la ganadería que ha marcado su carrera, en la Semana Grande de Bilbao de 2008, tarde que fue considerada por firmas de la crítica como la antología profesional del diestro de Salteras.