Toros

Núñez y Nazaré dan sus recetas para mejorar la situación del mundo del toro

  • El ganadero y el torero ofrecen sus análisis en las Jornadas de Tauromaquia

El ganadero Carlos Núñez y el torero Antonio Nazaré tumbaron ayer la fiesta de los toros sobre la camilla para proceder con una auscultación y un diagnóstico. Lo hicieron en el edificio Kursaal de Algeciras para que el público asistente pudiera conocer el estudio y sus conclusiones. Fue, en resumen, el análisis de cómo se encuentra en estos momentos la tauromaquia. Fue la cita de la jornada de la 29ª edición de las Jornadas de Tauromaquia algecireñas, que hoy concluyen con la presencia del matador Emilio Muñoz.

El periodista Emilio Trigo fue quien dirigió la consulta. Y hay que hablar en términos médicos porque Núñez y Nazaré convinieron en que la fiesta no pasa por su mejor época. Dieron recetas, soluciones, aunque algunas son difíciles de alcanzar, fundamentalmente porque no las controla el propio sector. Por ejemplo, el ganadero valoró que los toros sigan siendo lo que son a pesar del escaso apoyo mediático que reciben y que carezcan de patrocinios.

Nuñez dio la sensación de haber reflexionado muy mucho sobre el tema. En su opinión, la tauromaquia tiene varias asignaturas pendientes. Una es justamente la comunicación. Exigió el ganadero que los toros tengan cobertura en los medios públicos en el mismo porcentaje que interesan a la gente. También señaló necesario que los costes de producción de los festejos se adapten para que todo el mundo pueda ir a las plazas.

Núñez además indicó: "Necesitamos diversidad en los toreros y en los toros; que no se estandaricen, porque si no el espectáculo resulta previsible".

Por su lado, Nazaré -que sustituyó en el cartel de las jornadas a Manuel Escribano, que le salió una corrida en Francia- también lamentó el eco en los medios del mundo de los toros. Fue el matador uno de los heridos en la corrida de Madrid que se hubo de suspender al ser cogidos los tres toreros y deseó que una puerta grande pudiera levantar el interés mediático que despertó aquello.

Profundizando en el análisis, el matador reconoció que en la profesión falta unión, al menos la que necesitan los toreros, si bien el sevillano entendió que el cierre de la Monumental de Barcelona fue un acicate en ese sentido. "Nos espoleó ver que, si quieren, nos pueden hacer daño", manifestó.

Pero no todo fueron lamentos, para empezar porque ayer en las jornadas quedó patente el mensaje de la fuerza que es capaz de conservar la tauromaquia aun en un escenario adverso. Núñez además apuntó que observa ahora más afición entre la juventud que antes.

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