Toros

Pablo Hermoso y Andy Cartagena, a hombros en la primera de Bilbao

  • Lea Vicens cortó una oreja al sexto toro de una corrida con buen son y fondo de la divisa salmantina de Sánchez y Sánchez

feria de Bilbao Ganadería: seis toros para rejones, de Angel Sánchez y Sánchez. El primero se lidió como sobrero tras partirse un cuerno por la cepa el titular nada más salir al ruedo. Corrida de muy buena presentación, aunque de escaso aparato en las cabezas, y de gran juego en general, destacando sobre todos el tercero, bravo y con temple. ACTUANTES: Pablo Hermoso de Mendoza: rejonazo muy trasero contrario (silencio); rejonazo trasero (dos orejas). Andy Cartagena: rejonazo muy trasero contrario (oreja); rejonazo trasero contrario (dos orejas). Lea Vicens: dos pinchazos, rejonazo muy trasero y descabello pie a tierra (vuelta al ruedo); rejonazo trasero (oreja). INCIDENCIAS: Hermoso de Mendoza y Cartagena salieron a hombros por la puerta grande. Primer festejo de abono de las Corridas Generales de Bilbao, con más de media entrada en los tendidos en tarde fresca y ventosa.

La feria de Bilbao comenzó con alegría y con generosidad en el palco presidencial, por donde hasta en seis ocasiones asomó el pañuelo blanco para conceder otras tantas orejas a los rejoneadores que se enfrentaron a una corrida de Sánchez y Sánchez que, con su gran juego, dejó ver una variedad de estilos de toreo a caballo para todos los gustos.

Claro que los buenos murubes de la divisa salmantina también pusieron en evidencia las virtudes y los defectos de los jinetes, en tanto que, para estar a su altura, exigieron una entrega y un ajuste a la hora de lidiarlos que no siempre encontraron como respuesta.

El toreo más puro, el de mayor cercanía, temple, riesgo y sinceridad lo puso, una vez más, el navarro Hermoso de Mendoza, que hizo ayer en Bilbao el paseíllo 2.300 de su carrera como rejoneador de alternativa.

Su primero, jugado como sobrero, fue el de menos raza de la corrida y no le permitió más que lidiarlo con oficio y corrección.

En cambio, ese cuarto galopó con ritmo desde su salida al ruedo y el jinete de Estella se recreó con él tanto a la hora de clavar banderillas con mucha verdad como a la hora de torearlo, en el más estricto sentido de la palabra, logrando auténticos muletazos en redondo con la grupa de Disparate, su actual caballo estrella. Y todo a centímetros de los pitones.

Las dos orejas que se le concedieron a Hermoso fueron las de más peso y justificación de la media docena que otorgó la presidencia, tres de las cuales fueron a parar a manos de Andy Cartagena, sólo que la actuación del alicantino estuvo más enfocada a los alardes populistas y a los guiños efectistas para galería que a lidiar y a clavar los arpones con ajuste y temple a un buen lote de toros.

De los dos astados de Cartagena, fue el quinto el que tuvo más duración y el que más y mejor persiguió a sus cabalgaduras -entre ellos dos vistosos ejemplares de raza apaloosa- pero tanto en uno como en otro, sin mayores matices, aplicó el alicantino la misma fórmula de espectacularidad.

Lo mejor del paso de la amazona francesa por Vista Alegre sucedió ante su primero, sin duda el mejor toro de la corrida por su bravura y por la calidad de su rítmicas embestidas. La faena que le hizo Vicens tuvo un tono creciente de ajuste y temple, con una monta limpia y un toreo ortodoxo salpicado con su simpatía y apostura, pero los fallos con el rejón de muerte le dejaron si un más que seguro trofeo.También fue bravo el sexto, aunque este fue mucho más exigente porque no regaló esas buenas arrancadas con las que sólo al final se centró la rejoneadora francesa, que ahora sí fue premiada sólo por el hecho de matar a la primera.

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