Ambiente festivo, con muchos amigos y partidarios de Francisco Rivera Ordóñez Paquirri que acudieron para acompañar y arropar al diestro en su despedida de la plaza de toros de Sevilla, resplandeciente, por fin, en una tarde soleada, sin lluvia ni viento. Paquirri, 43 años, dijo adiós a la Maestranza, donde tomó la alternativa en la Feria de Abril de 1995. Una efeméride en la que cortó una oreja a su segundo toro, de gran calidad en un festejo en el que se entregó un enrazado Cayetano, que también fue premiado con una oreja tras petición de la segunda. El Juli, con el peor lote, se marchó de vacío. Todo ello con un preámbulo estremecedor en el minuto de silencio por el extraordinario banderillero Manolo Montoliú al que un toro le partió el corazón en este mismo ruedo hace un cuarto de siglo.

Paquirri, que curiosamente no fue recibido con una ovación por la efeméride de su despedida, contó luego con el cariño y la generosidad del público. Ante el que abrió plaza, noble, al que recibió con una larga cambiada de rodillas y prendió banderillas con facilidad -el mejor, el tercero, por los adentros-, no llegó a acoplarse ni sacarle toro el partido a las embestidas del astado. Se escuchó algún grito de ¡Fuera!, pero el público, amable, le tributó una ovación tras despachar al toro.

Cayetano, en el comienzo explosivo de rodillas al sexto toro, al que cortó una oreja.

Con el cuarto, de buenas hechuras, al que cuidó en varas, un ejemplar noble, con recorrido y calidad concretó una faena entonada, que cerró con una estocada entera desprendida para cobrar el último trofeo de su carrera en esta plaza. La calidad del toro presumía una faena artística de altos vuelos. El público, cariñoso con el diestro, solicitó una oreja como premio de despedida a la carrera de Francisco Rivera Ordóñez, que tras recorrer el anillo con el trofeo brindó al cielo, en dedicatoria a su padre.

Cayetano se las vio en primer lugar con un inválido, muy protestado, con el que concretó un trasteo sin emoción alguna. Lo había recibido con una comprometida larga cambiada de rodillas frente a toriles, en la que el toro estuvo a punto de arrollarle.

El Juli, en un lance al segundo astado.

Ante el sexto, Cayetano, muy en Paquirri padre, sacó raza ante un ejemplar manso, que se rajó pronto. Quite de Ronda, con larga y gaoneras, que resultaron puras. Luego, brindis de gran carga emocional a su hermano Francisco, que selló con un largo abrazo fraternal. Tras un comienzo de rodillas explosivo junto a tablas, logró una serie diestra con muletazos largos. Cuando quiso torear al natural, el astado se rajó y encerró en tablas, donde el diestro robó algunos muletazos. Mató de estocada y fue premiado con un trofeo, con la petición de otro.

Francisco, última oreja de su carrera en Sevilla junto a un enrazado Cayetano

El Juli, con el peor lote, se fue de vacío. Se lució en un quite a la verónica y una media, ante el segundo, un toro manso y noble por el pitón derecho. La quietud fue fundamental en el comienzo de un trasteo en el que bajó la mano en una serie diestra, pero el toro se rajó pronto. Con el brusco quinto se estrelló.

Hace medio siglo Paquirri comenzaba a arrasar en esta plaza. Este lunes, sus hijos, Francisco -que se anuncia con el mismo apodo- y Cayetano, conseguían sendos trofeos. Un homenaje. La sangre y la raza del torero de Barbate estuvo presente en la Maestranza, como en esas largas cambiadas de rodillas a portagayola...

Ficha técnica:

Ganadería: Corrida de Daniel Ruiz, de desigual presentación y juego, destacando el cuarto por su bravura, nobleza y gran calidad.

Toreros: Francisco Rivera Ordóñez 'Paquirri', que se despedía en la Maestranza, de azul y oro. Entera (saludos tras ovación). Entera desprendida (oreja). Julián López 'El Juli', de sangre de toro y oro. Pinchazo hondo y descabello (saludos tras ovación). Pinchazo y entera (silencio). Cayetano, de nazareno y oro. Caída y trasera (silencio). Estocada (oreja con petición de la segunda).

Incidencias: Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Lunes 1 de mayo de 2017. Iván García y Alberto Zayas saludaron tras banderillear con brillantez al sexto toro. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Manolo Montoliú en el vigésimo quinto aniversario de su cornada mortal en esta plaza.