Toros

Salvador Vega, la madurezde los sentimientos

  • El torero de la comarca renueva sensaciones y afronta una de las temporadas clave en su carrera

El toreo como la vida se mueve por sentimientos. Por vivir sensaciones de las que a veces uno no es capaz de explicar. Experiencias irrepetibles que nacen como si te arrancaran parte de ti. Es como una prolongación del alma cuando llega esa conjunción entre toro y torero. Un mar de sensaciones que el matador de toros Salvador Vega ha vivido desde que decidió desde muy niño dedicarse al toreo, a la expresión artística y cultural más bella donde el hombre se juega la vida ante un animal con el fin de crear una obra inédita.

Gustavo Adolfo Bécquer decía que "podrá no haber toreros, pero siempre habrá torería". Salvador Vega tiene la suerte de tenerla y la deja fluir en su refugio del invierno, este año lluvioso y duro para los toreros. "Este invierno no está resultando fácil. Las lluvias no nos han dejado torear mucho en el campo y el ritmo de entrenamiento ha bajado. En mi caso noto que eso requiere un doble esfuerzo, sobre todo psicológico y que la clave está en mantener el toro en la cabeza porque no puedes tener las sensaciones de cuando estás delante. Ese miedo, esa presión las tengo viva en la cabeza gracias a ese esfuerzo psicológico", añade.

Para los toreros el invierno es clave, la preparación es intensa para afrontar una temporada importante para este torero, el sueño invernal siempre está en la cabeza, conseguir la faena soñada y el triunfo necesario. "Soy consciente del momento en el que me encuentro y sé lo que tengo que hacer para arreglar la situación. Para mí no es fácil cuando he estado otros años con mucho ambiente. Sueño con hacer una temporada bonita, realizarme como torero y expresarme con la claridad necesaria", apunta.

El concepto del toreo y la estética son dos pilares fundamentales en la carrera de un torero artista y motivos para seguir creyendo. "He crecido como torero sin renunciar a mi concepto. Lo que me inspira y lo que me mueve a seguir creyendo en mí es la ilusión. Sé que hay un torero dentro de mí que no he sacado y que en estos últimos años ha ido creciendo interiormente y se ha ido alimentando de las profesión. He llegado a la conclusión de que el Salvador Vega de ahora puede ser un torero que tiene cosas importantes que aportar. Todo acompañado de una ilusión fuerte y una seguridad en mí, todo eso es lo que me hace que siga creyendo en mí", señala.

Pero es la madurez la que afianza a un torero para desarrollar su verdadera personalidad. "Cuando vas madurando como persona lo haces también como torero. El resultado se traduce en mayor profundidad, más conocimiento del toro y de la profesión. En mi caso bebo de las fuentes de grandes maestros como Ordóñez, Camino, El Viti, Paula, Curro Romero. Todo esto me ayuda a conocer más la profesión, la disfrutas y te enamores más de ella de una manera más reposada", asegura.

Vega ha ganado sensaciones en su concepto del toreo y que había perdido y ha aprendido a ahondar en aquello que le inspiraba cuando apenas era un niño y se las veía delante de un novillo. "He aprendido a inspirame en las sensaciones de mis principios, en las de mi debut sin caballos, en el novillero que ganó el Zapato de Oro. Ahí es donde me inspiro y encuentro esas sensaciones que estaban en mí pero que se habían disuadido. Eso me hace sentirme a día de hoy más vivo que nunca. Y ese es el primer triunfo que he tenido interiormente como torero antes que otros que puedan llegar", matiza.

Este torero de corte artista reconoce que ha habido momentos en los que se ha desviado de su concepto natural . " Me doy cuenta que a lo mejor en momentos de mi carrera no he podido expresarme con la claridad para ser comprendido. He vuelto a las raíces y he visto que está esa luz de inspiración. He comprobado que tengo esa plenitud interior y que las sensaciones las noto vivas en mí y cada día percibo pequeños focos para seguir profundizando en esa línea que he encontrado. Se me han abierto nuevos caminos que salen de tu interior. Uno no puede estar dentro de un molde, he vivido momentos encorsetado e incluso planificando como tenían que salir las cosas y eso es un error. Me he dado cuenta que no hay que vivir en un molde, sino alimentarte de las sensaciones positivas y eso se consigue con la libertad de expresarte y no ponerte trabas, porque el mismo miedo es una traba y lo importantes es dejar fluir los sentimientos", afirma.

Tras ocho años de matador de toros, Vega ha vuelto a sentir y a expresar lo que siente delante del toro. "Cuando tu mente le da prioridad al éxito en la palabra puerta grande y no le da prioridad a que esa puerta grande es una consecuencia de los sentimientos, así no te permite expresa lo que sientes. Ahora me veo y me gusto mucho, porque he aprendido a quitarme esa coraza y a salir a disfrutar. El Vega de ahora ha aprendido a alimentarse de las sensaciones de sus comienzos y ha ganado la madurez que no tenía", explica.

A lo largo de estos años esa madurez le ha enseñado a disfrutar cada momento de la profesión y a convivir con la presión y la responsabilidad. " Cuando uno está presionado no fluyen los sentimientos, esa presión hay que dejarla a un lado. Sé que está ahí pero la clave está en disfrutar desde el minuto uno. Por ejemplo, ahora disfruto desde que me dijeron que iba a Sevilla, del color de su plaza, de su afición, de verme anunciado en una feria que todos quieren estar. Y disfrutar pensando que voy a hacer el toreo en Sevilla, es fundamental sentirse torero en cada momento y estar seguro de que vas a hacer algo diferente y que te distingue a los demás", manifiesta Vega.

El diestro afincado en Los Barrios señala que la espada le ha privado de grandes triunfos estos años y de ocupar un lugar mejor en las ferias donde los aficionados le esperan. " Estoy en esta situación porque he pinchado muchas faenas, sino estaría con buen cartel y en una posición mejor y con la misma madurez. Pero habido tardes en las que las cosas no han rodado y he podido tener parte de culpa. Pero noto que a mí se me espera, sé que hay aficionados que me tienen en un segundo plano pero tienen la confianza que en algún momento puedo tirar para adelante. Sé que me tienen presente y que saben que tengo condiciones para estar arriba, porque ya lo he demostrado. Eso lo noto. Y también noto que algunos se han desligado, pero sin intereses y sé que cuando me ven lo hacen sin pesadez", añade.

Hay algo de lo que Salvador Vega se enorgullece y es el respeto de sus compañeros y de los profesionales del toro. " Gozo de todo el respeto de mis compañeros, lo he tenido en mis momentos buenos y ahora en los más bajo. Me siento respetado y eso es una satisfacción. Pero cuando un torero joven no se ha consolidado se echa un poco en el olvido y lo asimilo con la mayor humildad", matiza.

Vega posee en la comarca un importante grupo de partidarios que disfrutan de su concepto del toreo. " Pienso que hay un sector de partidarios míos que no se manifiestan y hay otro sector que son menos partidarios pero se manifiestan más y hacen más ruido, no sé porque hay ese trasfondo. En mis primeros años se peleaban porque fuera de la comarca, como algo de aquí. Antes eso se defendía con orgullo y ahora no se defiende, eso lo entiendo pero me molesta porque yo no soy un producto, soy una persona y tengo mis sentimientos", indica.

Pero algo de lo que Vega se siente orgulloso es haberse hecho torero en la comarca donde se inspira como torero. " Cuando en un momento determinado se me defiende como un torero de aquí, es algo que me enorgullece. Ahora porqué se me quiere tachar de que no soy de la comarca. Mis sentimientos están arraigados aquí. Nací en Málaga, me he criado en Fuengirola, mis raíces están allí y no puedo renunciar a ellas porque las traicionaría. Pero me he hecho torero aquí, en Algeciras en su escuela municipal y he triunfado con ella, al igual que lo he hecho con mi primer apoderado Pedro Castillo, quien me inculcó que mis vivencias taurinas estuvieran en esta comarca y a su lado me he hecho hombre. Si mis raíces están en Málaga no puedo renegar de ellas y si me hice torero aquí tampoco puedo renunciar. No es cuestión de intereses sino de sentimientos", afirma.

A veces la memoria en el toreo es frágil y hay momentos en los que hay que recordar que Vega ha cuajado triunfos importantes en Sevilla, Santander, Bilbao y Zaragoza. "La tarde de Zaragoza fue la que más me marcó y donde estuve cerca de ese gran nivel que sueño. Fue una tarde que ha marcado mi vida por el triunfo y por la cornada. Después recuerdo la tarde de Sevilla con los Manzanares, la de Santander, la de Jerez y Bilbao y sobre todo la de México, ese día fue algo mágico, hay momentos que me cuesta trabajo recordar porque conseguí meterme en ese mundo que tan solo los artistas consiguen cuando están en la plaza, son tardes que tengo en mi corazón", añade.

Vega ha alcanzado ese punto de madurez como torero y sobre todo como persona y vive un momento de plenitud en todos los aspectos de su vida. "Estaba preparado para los problemas del toro pero no lo estaba para los problemas de la vida. Sabía cómo afrontar las responsabilidades del toro, pero era un niño para la vida. He vivido experiencias que te curten como hombre y la madurez de ahora no tiene nada que ver con la de antes. Estoy más cerca del mejor Vega el de la temporada 2004, estoy en esa línea de hacer la cosas, la fusión entre las ganas y la madurez es por lo que lucho para acercarme a ese torero. Soy una persona sensible a la que le afectan las cosas, pero he aprendido a calibrar esa sensibilidad. Mi principal miedo es no poder desarrollarme como torero y sacar el torero que llevo dentro y demostrar lo que soy. Mi miedo es no desarrollarme artísticamente. Si no me realizo como torero no voy a tener otro medio para poder expresarme como soy. Ese es mi mayor temor, el miedo al toro existe pero el mayor miedo es que la profesión que me da la oportunidad de expresarme se acabe", reflexiona.

A punto de presentarse los carteles de la Feria de Algeciras, Vega se quedará, si no se remedia, un año más fuera del abono algecireño. "Los nuevos empresarios son gente de aquí, amigos y quiero que les vaya bien. Tengo la suerte de vivir en el Campo de Gibraltar, en Los Barrios y esta zona es una fuente de inspiración para mí. Me alimento de sus gentes, de sus amaneceres, de sus rincones. No le puede pedir más porque me dan la oportunidad de alimentarme de ello. He toreado en Algeciras muchas veces, he disfrutado de su afición, de su plaza y de ser el triunfador de la feria. Tampoco le puedo pedir más a Algeciras. Pero está claro que me duele, pienso que es viable que Vega esté en la feria. Mi nombre va a estar en ferias importantes y anunciado con figuras, por eso pienso que es viable que esté en la feria sin que rompa un cartel. Soy de aquí y que no cuenten conmigo me entristece mucho. Sé que es viable porque no soy el torero local que solo torea una corrida al año. Por parte de la empresa no ha habido intención para que Vega esté en la feria, es obvio que en otras ferias ahora no intereso, pero sé que aquí sí. En mi interior cabe un sentimiento de tristeza porque es viable que Vega esté en la feria. Respeto al empresario pero he dado motivos para estar en ella", concluye Salvador Vega.

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