De seda y oro

A fuego lento

  • Huelva sigue esperando el sí de José Tomás Emilio Silvera, un debutante en la novillada que abre la feria. José Luis Pereda, el único hierro onubense del abono onubense del 2016.

EL anuncio de su presencia en el coso donostiarra de Illumbe pareció haber desactivado todas las opciones de que José Tomás estuviese en las Colombinas de este 2016.

Nunca, en esta última época del torero, el de Galapagar ha alternado en dos festejos que apenas se guardan doce días de distancia entre ellos. Mas tampoco  lo había hecho, en todo este tiempo de ruptura con el sistema, en una plaza de los Chopera, y ahora lo está. Y del no a Cuvillo, por un por un "póngame usted un par de figuras" ha pasado a debutar y triunfar con sus toros en el retorno jerezano de mayo. Por ahí nos vamos salvando... por ahora.

 Es verdad que lo de San Sebastián es un auténtico puñetazo encima de la mesa de ese acoso que sufre una de las principales aficiones del norte español y es justo que lo haga el torero que más fuerza tiene ahora mismo en la Fiesta.

 Volviendo al tema de Huelva, la realidad es que ese acuerdo está costando y, además, le va poniendo cerco la premura del tiempo. Desde el inicio todo ha ido cociendo a fuego lento. Sin prisas, pero con la idea firme de que José Tomás pueda tener frente a sí los argumentos definitivos para otorgar el visto bueno a su presencia en Huelva. Feria que, evidentemente, tiene ralentizada la composición final de su cartelería en base a la definitiva presencia de José Tomás dentro de su abono. Pero feria también a la que va acosando ya inexorablemente el reloj, porque en el transcurso de apenas diez días más ha de plantearse la confección y presentación definitiva de sus carteles cara al abonado.

Entre tanto, la empresa sigue argumentando, a la pregunta que más se repite estos días en plena calle, que no tiene firmado nada con el torero. Tanto Óscar Polo como Carlos Pereda no pasan por la idea de ilusionar anunciando algo que, si no se produce, les puede hacer mucho daño en la taquilla.  Saben bien que la resaca que pueda traer el anuncio de que el torero esté en Huelva es un bombazo y una subida en la cotización del abono. También, que si después no está inscrito su nombre en los carteles, el bombazo se convertirá en bomba capaz de dinamitar todo a través de la desilusión del aficionado. Por ello, siempre han apelado a la prudencia para no desbaratar negociaciones. Y en esa prudencia se les ha respetado, al menos, desde esta casa.

Aunque tampoco desmienten con rotundidad que se hayan agotado los recursos para lograr que el torero se anuncie en una plaza que es de su agrado. Ya lo demostró en esas temporadas famélicas en su agenda de festejos, en las que José Tomás le concedió a Huelva una de las pocas realidades capaces de poner de acuerdo a espectadores, aficionados y empresarios: su presencia sobre el albero mercedario.

Junto a esa especulaciones, lógicas respecto al torero más determinante en la expectación de  cualquier afición, la realidad final de toda esta historia es una feria que, sin duda, se va a cimentar sobre mimbres muy importantes en paralelo a lo que pueda y deba ser la presencia o ausencia de José Tomás.

En el bolsillo de la empresa se debate un manojo de toreros que van a mostrar una feria muy diferente a otras, en la que la apuesta fue la de tres carteles de  nombres consolidados entre los nueve primeros puestos del escalafón.

Este año la feria se ajusta entre la veteranía contrastada de Julian López El Juli, Alejandro Talavante, Miguel Ángel Perera o Manzanares. Pero también apunta a nombres de toreros a los que tanto Sevilla como Madrid han lanzado a la temporada con fuerte proyección. Nombres como los de Andrés Roca Rey o el mismo López Simón, quienes, junto a la esperada alternativa del novillero triguereño David de Miranda, le añaden un aroma muy diferente a una feria que, por vez primera, proyecta con denominación de origen una apuesta importante en los tres escalafones.

 Aires muy onubenses los que  protagoniza con sabor choquero el debut en esta plaza del novillero Emilio Silvera. Justamente ese es uno de los pocos carteles cerrados en firme del plantel colombino y que servirá para abrir feria el día 3 de agosto con la novillada del ganadero onubense José Luis Pereda, el apuntado debut del hijo de quien en otro tiempo no tan lejano tanto ilusionó a esta afición, y el de otro novillero onubense, Alejandro Conquero, anhelante de sacarse la espina de una tarde aciaga con los aceros en la feria del pasado año. El tercer torero de esa novillada lleva el nombre de Rafael Serna, debutante con caballos en esta plaza el año pasado y con buen ambiente en su temporada.

 También está claro que el festejo que cierre la feria el domingo día 7 de agosto, tendrá el argumento de los toros de los Espartales con Andy Cartagena, Diego Ventura y ese notable caballero en plaza que es Andrés Romero.

La empresa sabe que debe asegurar que en ese cartel de rejones los toros no sean el argumento deslucido de la pasada feria en la que la corrida de Fernando Sampedro no dio la talla, y se han ido sin titubeos a poner sobre el albero onubense un encaste murubeño que , a priori, suele funcionar ante los rejonedores. Aunque quien definitivamente deba poner el reloj en hora de estas Colombinas, definitivamente sea  uno de Galapagar, con nombre de apóstol. Que así sea.

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