crónica taurina

A la tarde le faltó más ambición

  • El novillero extremeño Tomás Campos se proclamó ayer en Aracena como el gran triunfador del décimo séptimo ciclo de escuelas taurinas de Andalucía donde El Zorro y Borja Jímenez cortaron dos orejas

La única faena seria, consistente y profunda cayó en manos del extremeño Tomás Campos, quien estuvo a tono con la excelente condición de nobleza y bravura que lució el sexto de la tarde. El único castaño de un habitual encierro de castaños se dejó torear por ambos pitones y ahí fue donde redimió Campos la enorme voltereta que le había llevado a la enfermería cuando le hacía el quite al segundo de la tarde.

Fue, como digo, una islas de toreo que ayer le correspondió en suerte a una exigente pero de posibles, novillada de mucha presencia del ganadero Manuel Ángel Millares.

De la exigencia y el poco oficio vinieron serias volteretas para los actuantes, pero es que la novillada que lució tipito de toro en bastantes de sus ejemplares necesitó mano firme, y esa, en pocas ocasiones la tuvieron los noveles actuantes.

Dicho queda que lo de Campos en el sexto fue de lo más interesante y lleno de toreo de todo un festejo en el que la temperatura del tendido no parecía ser caldo de cultivo como para que los novilleros se emplearan con más fibra que la que mostraron principalmente en los desplantes.

Pero es que el toreo es toque, decisión, ligazón y templanza para conducir una embestida bruta y encastada hasta meterla en la muleta, y eso, salvo ratos contados, no lo pusieron los toreros.

Borja Jiménez se llevó un novillo muy rajado desde el comienzo de su lidia y ahí poco pudo hacer para brillar más y contagiar de algo interesante al tendido. Terminó desbordándolo el cuarto de la tarde, a pesar de las ganas y la valentía con las que impregna su toreo el de Espartinas, arrancando otra oreja para delirio de sus seguidores.

El Zorro, con muchos paisanos en el tendido no alcanzó a llenar de ligazón una faena que se le fue diluyendo poco a poco cuando el torero no acertó a engarzar series más continuas y largas.

Sin llegar a lograr cotas de notabilidad, si es verdad que su faena al quinto, un buen novillo que pedía sitio y decisión para sacarle las cosas el Zorro alcanzó a transmitir algo más de alegría torera. No agarró el novillo malos vicios a pesar de una infame lidia en el segundo tercio y, aunque sorprendido varias veces, el novillero le cuajó alguna que otra tanda de bastante interés, aunque eso si, cortas.

Al final del festejo, el consejero de Gobernación, el director de Juegos y Espectáculos de la Junta de Andalucía y el alcalde de Aracena hicieron entrega de los correspondientes galardones a los triunfadores de los que dicho queda ya Tomás Campos fue el gran triunfador, quedando en segundo lugar el Zorro y en tercer lugar Borja Jiménez.

Queda no obstante la sensación de que quizás con un poquito mas de ambición novilleril la tarde se hubiese ido arriba de otra forma más contundente.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios