Toros

Los toros jaboneros del hierro del círculo

  • Tentadero de machos en Alventu Los toros de Herederos de Núñez Guerra Faena con Juan Manuel Moreno Tejero en la añeja finca de Trebujena

De vez en cuando hay que volver a Alventu, la vieja finca de la añeja sangre brava, el último reducto de los toros marismeños, donde se fueron los moros que no se quisieron ir, por citar al legendario poeta ganadero que quería verdear los ojos de sus toros.

Hoy se ve muchos jaboneros pero hubo un tiempo en que Alventus era uno de los pocos sitios donde abundaba esta pinta. Fue uno de los últimos refugios de los toros jaboneros. Y hoy hay tienta de cuatro machos, todos jaboneros, y una becerra, pero no para abrir boca, sino para templar la faena después de los dos primeros becerros.

Todos jaboneros, hasta la becerra. De los hierros de lidia de Alventu hoy el del círculo es el que conserva más de lo antiguo, el más fiel a la remota línea ganadera de esta casa por el continente y por el contenido. Por el continente porque en estos cerrados -"Gibraltar", "Calerón", "Las Vetas", "Laguito Alventus" o "La delantera del Cortijo"- se salpicaron con las hembras y machos de Carlos Otaolaurruchi o del Marqués de Villamarta.

Por el contenido porque los Núñez de Alventu formaron su vacada, como bien ha estudiado el cordobés Salvador Giménez, con villamartas, Gallardo Santos -que compartía origen Hidalgo Barquero con Otaolaurruchi- y Curro Chica, puro veragüa. Por eso hoy el tentadero es monocolor, la capa jabonera veragüeña es de lo Francisco Chica Navarro que mantiene bien definida en su vacada el ganadero Miguel Núñez Cabral, quien dirige el tentadero de machos con su hijo, Miguel Núñez Cancela, en la vetusta placita poligonal del legendario cortijo que acogió al Rey Alfonso XIII y a su nieto Juan Carlos, que recorrió estos predios con Rafael Ortega, y también a José y Rafael, el apellido se lo ahorro al lector.

Nos gusta pensar que este círculo es una "O" de Otalaurruchi, de aquellos tiempos en los que se acosaba mucho más que hoy, de cuando se escogían los sementales por reata, y se tentaba menos en los corralones y más a campo abierto.

Tiempos que alcanzó José Núñez Núñez, decano de esta casa, que a sus 88 años ha vuelto hoy al campo, tras varios meses sin pisarlo, para ver cómo lleva la faena Juan Manuel Moreno Tejero "El Trebu", torero que le gusta y que lleva el peso del tentadero. Tarea que comparte con una figura de los banderilleros de esta casa, Miguel Núñez "Alventu" y el hijo del ganadero.

El patriarca, que fue rejoneador y gran garrochista, buscaba la palomilla en los primeros doscientos metros de carrera del becerro, y así remataba más echadas, nos cuenta su hijo José, que fue mayoral de la vacada de Aránzazu Martínez de Salazar cuando el indulto de "Boticario " en San Roque.

En Alventu se entrecruza la dedicación al toro en la familia: ganaderos, rejoneadores, mayorales, banderilleros y picadores, ya que son Núñez los de las cuadrillas de El Juli y Padilla... El futuro, los niños, corretean por el caserío y se empapan del trabajo y la afición de los mayores.

El tentadero es exigente, el Trebu se afana incansable y, soñando en hacerlo así en su pueblo a plaza llena, tira de la embestida de los machos para que el ganadero tenga sus elementos de juicio, sumados a la prueba del caballo con los piqueros Jiménez y Diego.

Sangre marismeña en capa jabonera. Dicen que el motor picante viene de los armajos de la llana y plácida marisma. No somos los únicos que buscan esta liturgia campera antigua, hay aficionados que han venido desde Toledo, Sevilla y hasta Castellón.

Hay un macho astracanado de rubio brillo, otros más claros, todos codiciosos. El Trebu y la familia Núñez se mueve con eficacia en la faena y terminada la labor, en el caserío, mosto y tertulia. Si no, no sería Alventu.

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