Diseñador_ Roberto Torretta

“Argentina es mi refugio, por eso no trabajaría allí”

  • Nacido en Buenos Aires se trasladó a Madrid en los años setenta para dar aquí su paso definitivo en la moda. Hoy viste a alguna de las mujeres más bellas de este país, entre las que se encuentra la modelo Mar Flores

En la última edición de la pasarela Cibeles, Roberto Torretta volvió a ser el diseñador que reunió a más famosos por metro cuadrado. En las gradas pudimos ver a algunas de sus clientas habituales como por ejemplo Ana Botella y Mar Flores, que acudieron a la Feria de Madrid para apoyar al Alfiler de Oro en la presentación de su última colección. Y es que este argentino ha dado una lección constante de buen gusto y se ha hecho un hueco en los armarios de la jet set de nuestro país.

-Hace ya más de 30 años que se estableció en Madrid y empezó a levantar su imperio empresarial. ¿En qué se diferencia el Roberto Torretta de los inicios al de la actualidad?

-En los inicios trabajaba más con tejidos de algodón y prendas deportivas, pero poco a poco fui dando rienda suelta a mi creatividad y dejé evolucionar mis colecciones al ritmo del mercado. Hoy por hoy intento vestir a la mayor gama posible de mujeres e incluso me he atrevido con el hombre. Mi objetivo, como el de cualquier diseñador, es que el trabajo que hago esté al alcance de todo el mundo.

-En la construcción de su firma siempre ha estado presente Carmen Echevarría, ¿Qué ha significado  su mujer para la marca Roberto Torretta?

-Llevamos casados 26 años y su energía ha sido fundamental, no sólo para la firma, sino para mí. Ella siempre se entrega en cuerpo y alma en todo lo que se le proponga.

-Siendo usted argentino, ¿no ha pensado nunca en expandir su mercado a América Latina?

-Yo soy de los que opinan que no hay que mezclar los negocios con el placer y me unen demasiados sentimientos a mi Buenos Aires natal como para convertirlo en una de mis “sedes de negocio”. Allí sólo regreso de vacaciones para disfrutar de la tierra y mi familia. Sin embargo en otros países de Latinoamérica  como México ya tenemos abierta alguna tienda.

-Volviendo al territorio hispano, ¿cómo está funcionando el local que tiene en la capital hispalense?

-La verdad es que hace un par de años el negocio estaba un poco debilitado, pero cambiamos de jefa de ventas y todo va como la seda. Aún así, en el tiempo que llevo trabajando en España me he dado cuenta de que falta “cultura de la moda”, sobre todo fuera de Madrid y Barcelona. El trabajo de los diseñadores nacionales ha empezado a valorarse desde muy poco.

-En su opinión, ¿Cuáles son las debilidades de la moda española?

-La industria de este país va con retraso. Sólo hay que compararse con Francia o Italia, que llevan más de 150 años exportando sus diseños al resto del mundo. Aquí se tiende a culpar al Estado de todos los dolores de cabeza del gremio, pero yo no soy partidario de que el Estado sea tan paternalista. El Gobierno debe proteger a los inversores pero corresponde a los empresarios hacer un esfuerzo económico y apostar por sus proyectos. Al final el intervencionismo acaba jugando en contra del libre comercio.

-Ya que habla del Gobierno, ¿le parece viable la iniciativa que ha presentado el ministerio Sanidad a la industria de la moda?

-Ese es un proyecto imposible de aplicar. Ya tenemos nuestras batallas con las tallas actuales, porque hay una cantidad de números inabarcable, así que figúrese el descontrol que supondría hacer tres modelos diferentes de cada talla.

-Hace poco que Nieves Álvarez contaba en una entrevista para este mismo periódico que usted es el único capaz de tentarla con un desfile. ¿No la echa de menos sobre las pasarelas?

-¿De verdad dijo eso? ¡Qué buena noticia! Pues me lo apuntaré a ver si hay suerte (Risas). Nieves no ha sido sólo mi musa, sino que además es una amiga con la que he compartido muchas cosas. Pase el tiempo que pase, ninguna lo hará como ella. Poco después de que se retirase le pedí el favor de que desfilase para la presentación de la línea masculina que acabo de lanzar e incluso vestida de hombre estaba impresionante.

-Valentino es otra ausencia que ya se siente. ¿No piensa que tras su despedida se cierra una etapa?

-Eso es algo indiscutible. Valentino es histórico, pero que se retire es ley de vida. Nada es eterno, ni siquiera su aguja. Lo importante es que no se extingan las grandes marcas y haya nuevos diseñadores que les den el relevo.

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