Verano

Carretera y manta

  • Jorge y Evan recalan en Cádiz durante la gira promocional por España de La vuelta al mundo en un 2cv, una aventura que emprenderán con César y Miguel el próximo octubre

Jorge esta sentado en el portal. Mientras habla se atusa el pelo compacto y dividido en rastas. Jorge espera frente al Diwan, el pub de la calle Enrique de las Marinas. Espera el comienzo del concierto de Evan, amigo y compañero de viaje. ¿De qué viaje? Pues del increíble y heróico periplo de dar la vuelta al mundo en un Citroën 2cv. Una aventura que compartirán junto con Miguel y César el próximo mes de octubre. “Conocía a Miguel del Castillo en la universidad. Él me envió hace dos años el libro de Jean-Claude Baudot y Jacques Séguéla, La terre en rond. Lo leí, me encantó y nos pusimos manos a la obra. Y el año pasado se sumaron Evan y César que estaban en Estados Unidos con Miguel. Y, bueno, aquí estamos”.

Ahí están. Cuatro jóvenes, dos automóviles y sesenta y cinco países por delante para arrancar en una fecha nada casual. Octubre de 2008, sesenta años después de la presentación del 2cv en París y cincuenta años después del inicio del viaje que relatan los autores franceses en su libro, un viaje  alrededor del mundo a bordo de un Citroën 2cv.

“Naranjito y Napoleón. Así se llaman nuestros coches”,apunta el joven coruñés que la pasada semana se dejó ver por Cádiz con el músico norteamericano. Jorge Sierra y Evan Christian recalaron en la ciudad durante la gira que están realizando por España en este mes “para el correcto rodaje de los coches”, explican los jóvenes.

“Hemos trabajado mucho con los coches”, confiesa Jorge, que viajará con Miguel en Naranjito. “Durante todo el año pasado estuvimos preparándolo con un depósito extra de gasolina, chasis reforzado y otros muchos detalles  además de la decoración de la carrocería”, enumera el aventurero sobre el vehículo “que se inclina pero no vuelca”, frase que hizo célebre al 2cv por  características como un motor refrigerado por aire, idóneo para atravesar los desiertos, una anchura de sus ruedas que le permite enfrentarse a superficies nevadas, una mecánica sencilla que facilita su mantenimiento y una suspensión ideal para caminos no asfaltados.

En este tiempo, los aventureros también han estado ideando la ruta que seguirán en su viaje. “El mundo ha cambiado mucho en cincuenta años. Ya no es el mismo mundo al que se enfrentaron Baudot y Séguéla. Tenemos que estar atentos a las guerras o cambios de frontera que puedan suceder durante la travesía, nunca se sabe, fíjate lo de Georgia”, advierte Sierra. Eso sí, una máxima da vueltas por sus cabezas: “Preferimos visitar muchos países pequeños antes que pocos grandes con el objetivo de conocer el mayor número posible de pueblos y culturas”.

Al contrario que Jean-Claude Baudot y Jacques Séguéla, que comenzaron su aventura por África y continuaron por América, Miguel, Jorge, César y Evan van a dirigir sus pasos hacia Oriente. “Creímos que era mejor llegar a África una vez que estemos más rodados”, cuenta Sierra. El trayecto comenzará en Europa, continuará por Asia y Oceanía, llegará a América y finalizará en África antes de regresar nuevamente a España. “Hemos calculado un año y medio, más o menos, de viaje”, baraja.

Los costes de preparación de esta iniciativa son soportados por los propios viajeros “aunque poco a poco vamos sumando voluntades y patrocinadores”, comenta Evan. Además, según asegura Jorge, “si tenemos que trabajar durante el viaje pues trabajaremos en lo que sea aunque ya hemos pensado vender artesanía que hacemos nosotros mismos y la música de Evan”.

Para el americano este viaje es “doblemente especial”. “Es muy importante para mi llevar mi música a diferentes rincones del mundo y, a la vez, aprender nuevos sonidos y tradiciones musicales de estos lugares”, reconoce el músico que en el Diwan ofreció un más que digno recital flamenco. “El flamenco me interesa muchísimo. Cuando llegué a España no encontré a ningún profesor porque no tenía dinero pero aprendí de la gente, escuchando, tocando con otros músicos, de una manera autodidacta”.

El proyecto, “que también está muy bien detallado en nuestra web www.elmundoen2cv.com”, recomiendan Jorge y Evan, está abierto a la colaboración de sponsors interesados en apoyar esta particular vuelta al mundo con ayuda económica y material sanitario, escolar o alimentos destinados para financiar el viaje y colaborar con las ONGs con las que sus protagonistas contacten durante la ruta. A cambio se les ofrecerá un espacio publicitario a través de rótulos en la carrocería de los coches y en la misma página web.

“¿Miedo? Creo que siempre hay que tener miedo y respeto cuando te embarcas en una aventura así pero sobre todo ilusión porque es un proyecto grande, una experiencia que seguro no olvidaremos”, relatan, y se miran, orgullosos. Un viaje, a buen seguro, también a su interior.

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