El nuevo Sniper Ghost Warrior no representa oficialmente el cuarto capítulo de la franquicia, ya que supone un nuevo paso en la evolución de la serie de CI Games. En todo caso, debería considerarse como la combinación de muchos años de experiencia puesta sobre un tablero que no pretende distorsionar la esencia de la saga, aunque, sin duda, introduce algunas novedades en la fórmula lúdica para alcanzar su objetivo con notable solvencia, y esto para un juego de disparos de francotirador puede suponer un importante punto de inflexión, un nuevo límite.

Disponible para PS4, Xbox One y PC, Sniper Ghost Warrior: Contracts propone cambios parciales sobre su propia anatomía con un enfoque diferente, con una batería de 25 contratos donde la variedad de acciones supone una de sus mayores virtudes. Hay mucho trabajo que hacer para un mercenario contratado que pretende equilibrar la balanza de poder en una inhóspita zona de conflicto. Infiltrarse en bases, eliminar objetivos, interrogar, recopilar datos confidenciales, sabotear, y por supuesto, disparar a larga distancia. Las misiones se libran en cinco mapas de gran extensión diseñados para ofrecer todas las opciones tácticas que seas capaz de imaginar. Coge ropa de abrigo, partimos hacia Siberia.

Una imagen del juego.

Siberia independiente de Rusia

Aunque mantiene el enfoque sobre mundo abierto, Contracts se permite un desarrollo de misiones semiguiado, que apoya también el punto de vista narrativo: la historia se enmarca en una Siberia independiente en conflicto con Rusia y a lo largo de la campaña se va desgranando un trasfondo político de inequívoco encanto. Tras una cuidada presentación, nuestro protagonista y enlace con la historia recibe la jugosa oferta de una compañía con influencia en la zona que pretende realizar movimientos estratégicos en el conflicto para obtener réditos.

La empresa proporcionará a nuestro personaje artilugios tecnológicos extremadamente sofisticados, como una máscara futurista. Elemento muy útil, porque gracias a la realidad aumentada nos revela indicaciones precisas sobre el entorno, torres de señalización y elementos interesantes, además de señalar adecuadamente los objetivos. Entre el equipo no faltan los inevitables prismáticos con los que identificar al enemigo, medir la distancia y la posición. Para puestos avanzados y áreas más grandes, también podemos optar por un dron que ofrece vistas muy útiles de zonas con objetivos.

La entrega también gana en agilidad. Nuestro personaje también tiene la capacidad de escalar con insospechada solvencia, incluso para alcanzar puntos elevados desde los cuales estudiar mejor las situaciones o planificar un ataque desde posiciones elevadas. En los mapas, el jugador puede elegir cómo llevar a cabo las misiones, sin embargo, las diversas áreas también se ven ligadas a la trama y se desbloquean tras completar cada objetivo del área anterior.

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La muerte se esconde entre la maleza

Tampoco faltan opciones centradas para proceder con sigilo y discreción. Por ejemplo, el jugador se puede mover silenciosamente entre la maleza para posicionarse detrás de los guardias. Ahora tiene dos opciones para proceder: matarlos directamente o interrogarlos para obtener información valiosa, como la ubicación de munición especial o el número de total de soldados en el recinto.

Sin embargo, al continuar con la experiencia, la cantidad de enemigos y su disposición dentro de los niveles propone cada vez situaciones más complejas, ya que el diseño de niveles parece empeñado en alternar secciones donde con algo de planificación se puede pasar desapercibido, con otras donde sólo es posible desatar una carnicería (de todo menos silenciosa), especialmente contra enemigos blindados, que además no pueden ser eliminados con sigilo. Escupir balas en cantidades industriales no supone ningún problema gracias al nuevo sistema de disparo, que ofrece combates muy satisfactorios. De hecho, te encontrarás a menudo avanzando como un soldado de infantería y disparando todo tipo de munición, incluidas balas explosivas.

Afortunadamente, el nuevo sistema de puntería hace que el progreso sea mucho más satisfactorio, ofreciendo una buena combinación de realismo y diversión: cada bala disparada con un rifle de precisión requiere que antes de apretar el gatillo calcules la distancia al objetivo y la velocidad e intensidad del viento, es decir, una considerable cantidad de atención. En el nivel de dificultad normal, olvídate de clavar una bala de primeras en el punto indicado por el visor: primero debes calibrar el arma manualmente utilizando la interfaz en pantalla y calcular la trayectoria del disparo ayudándote de una curva que, de vez en cuando, te permitirá precisar la ubicación exacta del proyectil.

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Un arte poco apreciado

En las primeras etapas, básicamente el procedimiento a seguir es prueba y error, pero una muerte tras otra terminarás dominando este convincente conjunto de puntería llamado sistema de retícula dinámica, algo que finalmente permitirá que puedas ver como explota el cráneo del objetivo. Una sensación verdaderamente invaluable, mejorada por una cámara de muerte con una vista de la bala y el consecuente desmembramiento. Sin duda, un arte poco apreciado.

Hay que destacar también un sistema de crecimiento y personalización estimulante. En Sniper Ghost Warrior: Contracts la principal moneda para desbloquear habilidades, armas y accesorios es el dinero obtenido después de cada contrato completado o recogido de los cadáveres enemigos (el saqueo es una buena inversión de tiempo). Sin embargo, no es la única moneda, ya que cada elemento desbloqueable requiere de fichas que se obtienen realizando las misiones principales, completando desafíos secundarios o recolectando coleccionables. De esta manera, para expandir el arsenal, no es suficiente con centrarse en resolver, tan sólo, las tareas principales, sino que se vuelve crucial explorar cada rincón o repetir los contratos para completar las solicitudes extra.

Entre una generosa cantidad de elementos desbloqueables y un árbol de habilidades bien planteado, que nos permite mejorar las habilidades ofensivas y defensivas de nuestro personaje, no faltan los incentivos, y en este sentido el equipo de CI Games ha hecho un trabajo realmente bueno, además, sin hacer que la progresión sea mínimamente frustrante.

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El infierno siberiano

En el plano técnico, no hemos tenido demasiados problemas en un PC HP OMEN 880-012nl, con un procesador i7-7700K y GPU GTX 1070. Se ha realizado un trabajo plástico emocionante, que también es reflejo del proyecto en términos de presupuesto. La potencia del motor CryEngine se puede apreciar gracias a un meticuloso cuidado en las animaciones, el armamento, agua, los efectos climáticos y una vegetación que se mueve entre el personaje de una forma extremadamente creíble tras sus pasos. Se agradece la variedad entre los cinco entornos, que nos invita a explorar puertos, bases militares, instalaciones ocultas y valles bañados por el sol que ofrecen algunos momentos realmente sugerentes durante las 15 horas por las que se extiende la experiencia. Por desgracia, el juego no cuenta con modos multijugador, pero el equipo está considerando añadirlo en el futuro.

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Conclusiones

CI Games acierta en su intención de recalibrar la serie con Sniper Ghost Warrior: Contracts. La trama, el trasfondo narrativo y la disposición de los contratos garantiza una experiencia realmente interesante con su dosis habitual de tramas y guerras a escala global, capaces de mantener la atención del jugador. En el plano jugable, ofrece grandes mapas individuales con múltiples opciones de aproximación, mucho ingenio en términos de diseño y una estudiada disposición de enemigos y objetivos. Por otro lado, el nuevo sistema de puntería es muy satisfactorio, capaz de liberar todo su potencial una vez que te has familiarizado con la gestión de trayectorias y los mecanismos de control. La desarrolladora se puede apuntar a su favor un disparo en el blanco para PS4, Xbox One y PC.