Moda flamenca

Todo lo que hay que saber para ir a la Feria de Abril y ser una experta flamenca

El desfile de Rocío Peralta en We Love Flamenco, todas las fotos

El desfile de Rocío Peralta en We Love Flamenco, todas las fotos / Juan Carlos Vázquez Osuna (Sevilla)

El que no se ha escondido, tiempo ha tenido. O lo que es lo mismo, la que no tiene el traje de flamenca con sus correspondientes mantoncillos y complementos más que preparado tendrá que hacer malabares para llegar a la Feria de Abril con todo controlado. Época dorada para las amantes de la moda flamenca, la Feria de Abril se vive como un ritual en el que encontrar el traje de flamenca perfecto se convierte en el principal objetivo. Seguido, obviamente, de dar con los mantoncillos más originales y cómo colocarlos o experimentar con los peinados flamencos para innovar un poco.

Controlados todos estos aspectos, que pueden sufrir variantes a lo largo de la Feria de Abril, toca hacer acopio de terminología feriante para ser toda una experta flamenca. No sólo el traje de flamenca y sus complementos nos convierten en una flamenca de pro, dominar conceptos como horquillas, imperdibles o castañuelas elevan la sabiduría de la experta flamenca a la estratosfera.

Así, de la A a la Z, os traemos algunos de los conceptos más presentes durante la Feria de Abril. Ya sea porque formen parte de la fiesta, del atuendo, de los complementos o de todo lo que rodea a lo que supone para una flamenca ir a la feria. ¿Se te ocurren más conceptos para el abecedario de la flamenca perfecta?

Abalorios

Pendientes de El armario de Paola. Pendientes de El armario de Paola.

Pendientes de El armario de Paola. / Juan Carlos Muñoz

¿Hay un concepto más ligado al traje de flamenca que los abalorios? Desde los pendientes a los peinecillos, los abalorios, que no complementos o accesorios, son todos los avíos (palabra muy de flamenca y puchero) con los que aderezamos el traje de flamenca. Ir a por los abalorios las vísperas de la Feria de Abril es un ritual que se comparte entre madres e hijas por los siglos de los siglos.

Bolsillo

Lo primero que una flamenca mira cuando recoge su traje de flamenca, más que el resultado, es si tiene bolsillo. Por todas es sabido que a la Feria se va sin bolso, pero que los efectos personales tienen que ir almacenados en algún recóndito lugar del traje de flamenca (salvo el móvil, que va escondidito en un lateral del escote y cuando bailas sevillanas termina en las costillas). Ese almacén secreto se presenta en forma de bolsillo y es la peor de las torturas jamás inventadas. Ojito a las espinillas al terminar la Feria.

Castañuelas

Una mujer toca las castañuelas. Una mujer toca las castañuelas.

Una mujer toca las castañuelas. / Josué Correa

No son obligatorias y mejor no llevarlas si no sabes tocarlas, pero qué alegría da cuando en uno de esos cantes espontáneos en la caseta (cuando el grupito goza de su merecido descanso) una amiga de la pandilla (de esas que tienen el ritmo metido en el cuerpo) saca unas castañuelas y las empieza a tocar. 

Dorado

Hay una ley no escrita que dice que a la Feria de Abril hay que morena. Es una especie de psicosis la que se adueña de las sevillanas cuando los días previos a la Feria todavía no tienen ese tonito dorado tan mono que provoca envidias y recelos en las mejores pandillasTía, qué morena estás¿Tú te has dado rayos?, son algunas de las frases que más se repiten en las colas del baño de las mejores casetas. Flamencas, recordad que la tez de Donald Trump provoca la carcajada y que mucho mejor un tono dorado natural que puedes conseguir el día de antes tomando un par de cervezas al sol (siempre con protección).

Enaguas

Un traje de flamenca con enaguas de colores. Un traje de flamenca con enaguas de colores.

Un traje de flamenca con enaguas de colores. / Belén Vargas

La esencia de cualquier traje de flamenca, mucho más que el diseño o los lunares. Un traje de flamenca se convierte en ese revuelo de volantes que tan bien combina con el albero gracias a unas buenas enaguas, que no tienen por qué ser súper voluminosas ni jugar al contraste con los colores del vestido. Su función es darle alegría y ya sabes, un traje de flamenca sin enaguas no tiene ni chicha ni limoná.

Flor

El complemento (abalorio) por antonomasia del traje de flamenca. Las tendencias han invitado a llevarlas en ramilletes, diademas e incluso en un lateral, pero la realidad es que la flor es mejor que sea una, grande, en colores naturales y siempre arriba. Debe ser grande, sí, pero ojo cuidado con las antenas parabólicas (lo bueno es que la que lleve la flor más grande de la pandilla será mucho más fácil de encontrar en caso de pérdida)

Guapas

Cualquier mujer vestida de flamenca está guapa. No es que antes no lo fuera, es que el traje de flamenca tiene un don para elevar nuestro nivel de guapura a límites estratosféricos. Da igual cómo te sientas, si te has levantado con la cara hinchada o si las ojeras después de tantos días de Feria te llegan hasta el suelo, es ponerte el traje de flamenca y que esa guapura que parecía escondida salga a flote en su máximo esplendor.

Horquilla

Dícese de ese magnífico aliado con el que las flamencas colocamos la flor de tal forma que no hay huracán o ciclón capaz de arrancarla de nuestras cabezas. Siempre son muy socorridas, aunque después de tantos años de Feria muchas hemos desarrollado el don de colocar la flor de forma perfecta con un solo par de horquillas. A pesar de ello, nunca está demás llevar una docena de este práctico elemento en el bolsillo del traje de flamenca (como si no llevásemos cosas ya...).

Imperdible

Éste sí que es un elemento imprescindible dentro del abecedario de la flamenca. En la Feria de Abril Murphy se las averigua para aplicar todas sus leyes en el peor de los momentos y, como es de esperar, si estrenas traje se te descoserá un volante, si vas con tu traje preferido se te descolgarán las enaguas... En Feria suelen ocurrirnos todo tipo de desgracias con el trajes, así que nada mejor que llevar un pack de imperdibles por lo que pueda pasar. Sí, los imperdibles también van dentro del diminuto bolsillo en el que nunca cabe de nada, pero en el que siempre entra algo más.

Jartible

Todas tenemos una amiga que desde el jueves de antes de Feria ya está con las sevillanas a tope y ha hecho de los lunares su uniforme para cualquier look. Ella va el sábado al pescaíto y no hay quién la saque del albero hasta que al sábado siguiente los operarios empiezan a desarticular la ciudad efímera que es la Feria de Abril. Puede que duerma en las casetas con tal de no irse a casa y no siente dolor ni en los pies ni en las orejas después de una semana llevando imposibles pendientes. Sabes a lo que nos referimos y si no tienes una amiga así es que la jartible eres tú

Kilómetros

Millones de kilómetros y no es una exageración. Si estabas pensando en hacer el Camino de Santiago y buscabas el momento para preparar tu fondo físico, la Feria de Abril es la ocasión perfecta. Puedes empezar el día en Costillares, pasar la tarde en Curro Romero, volver a Costillares, hacer parada técnica en Bombita, dejarte caer por Joselito el Gallo y finalizar la velada en Ignacio Sánchez Mejías. Así todos los días y, aunque parezca que en el Real todo está cerca, habrá noches en las que te acuestes con agujetas después de la caminata.

Lunares

Es el estampado por antonomasia de la flamenca, tanto de la que lleva traje como de la que va de paisana. En Feria los lunares se adueñan de todos los estilismos, desde el traje de flamenca, hasta ese vestido de mañana de Feria, pasando por las corbatas de los muchachos que se visten de chaqueta. ¡Vivan los lunares y viva la Feria de Abril!

Mantoncillo

Que alguien nos explique por qué dejaron de llevarse. Nada mejor que un buen mantoncillo para rematar el traje de flamenca, sobre todo si es bordado y los flecos se mueven que da gusto verlos. Si estabas dudando sobre si llevar mantoncillo o no a la Feria, ni te lo pienses. Para ir vestida de flamenca es materia obligatoria colocarte un mantoncillo, aunque luego tengas que estar todo el día recolocándotelo para desgracia de tus amigas (luego te bebes dos rebujitos y se te olvida que lo tienes que remeter de manera constante).

Naturalidad

Menos siempre es más, sobre todo a la hora de ir vestida de flamenca. Si ya de por sí el traje es llamativo (no solemos ir con vestidos de estas características en nuestro día a día), no añadamos pomposidad y artificio. El traje de flamenca no es un disfraz, es más bien una actitud. Así que nada mejor que apostar por la naturalidad, que favorece mucho más, y ser fieles a nuestro propio estilo. 

Madroño

La carreta de mi prima tiene los madroños grana. Así reza la sevillana, pero no sólo hay madroños en las carretas o en el aderezo que llevan los caballo, también los hay en los trajes de flamenca e incluso en los mejores moños y recogidos.

Ojos

Un color de sombra de ojos para cada mirada. Un color de sombra de ojos para cada mirada.

Un color de sombra de ojos para cada mirada. / M. G.

La naturalidad no está reñida con unos ojos bien marcados, que para eso son los protagonistas en la Feria de Abril. Con un centenar de sevillanas y rumbas que giran alrededor de esta parte del rostro, los ojos son los verdaderos protagonistas cuando vamos vestidas de flamenca. Cuántas cosas decimos con la mirada bajo un cielo de farolillos sin que seamos conscientes de ello...

Pendientes

Mientras más llamativos, mejor. Con llamativos no queremos decir que deban ser enormes, sólo que su diseño debe tener personalidad. Siempre puedes apostar por los clásicos aros de flamenca, pero la mejor opción es tirar de otro tipo de pendientes, más de calle, que le dan un punto de contraste al estilismo flamenco.

Cosquillas

Contiene la Q, dícese del sentimiento que una flamenca experimenta cuando los flecos de su mantoncillo quedan enredados en el botón de la chaqueta de ese muchacho que le hace tilín. Benditas casualidades de Feria.

Recogido

Salvo que seas extranjera, si vas a vestir de flamenca no dejes que tu melena dance a su libre albedrío. Apuesta por un buen recogido (no hace falta que te pegues horas delante del espejo, ahora hay millones de tutoriales súper sencillos con los que puedes hacer un moño molón) y sé la flamenca más guapa de toda la Feria de Abril.

Sevillanas

Dícese del palo flamenco que cantamos y bailamos en bucle desde del día del alumbrao (algunas ya lo hacemos desde antes del Domingo de Resurrección) hasta la noche de los fuegos artificiales. Da igual si eres de heavy metal o si te va la música clásica, en Feria sólo quieres escuchar y bailar sevillanas y miras con mala cara a cualquiera que mitad de la caseta diga eso de ¿aquí no ponen reaggeton?

Traje de flamenca

El traje regional andaluz, el único que cambia con el paso del tiempo, que se adapta a las tendencias y a las necesidades y gustos femeninos y el que tiene el don de cambiarte el estado de ánimo sólo con mirarlo. El traje de flamenca es el uniforme oficial del a Feria, el que toda flamenca debe llevar si quiere mimetizarse a la perfección con el ambiente y con el que es imposible no verse guapa.

Única

Cada flamenca es única e irrepetible. Da igual cómo sea tu traje de flamenca, si es un diseño con las últimas tendencias o si se trata de un vestido de hace 20 años que has decidido reciclar, ataviadas con nuestros mejores volantes somos seres únicos.

Volantes

Lunares y volantes en trajes de flamenca rojos. Lunares y volantes en trajes de flamenca rojos.

Lunares y volantes en trajes de flamenca rojos. / Juan Carlos Muñoz

No se entiende el traje de flamenca sin sus tradicionales volantes. Da igual si tu falda es canastera o de neja, si las mangas las llevas a la sisa o tipo francesas, los volantes no pueden faltar en tu traje de flamenca porque no hay estampa más bonita en la Feria de Abril que un revuelo de volantes a contraste con el albero.

W.C.

Dícese del lugar de la Feria de Abril en la que se fraguan las mejores amistades. Vale que son amistades efímeras que sólo se reencuentran de Feria en Feria, pero ¿hay algo que una más que hacer una cola interminable ayudando a subir y bajar cremalleras? La cola del W.C. es ese lugar maravilloso en el que compartes secretos y confidencias con otras mujeres a las que quizás no vuelvas a ver, donde prestas tu último y preciado imperdible a esa amiga de baño que lo necesita más que tú y donde se te llena la boca llamando guapa a toda la que se cruza contigo.

Expediente X

¿Cómo he llegado a esta caseta? ¿Cómo es posible llegar a casa con el mismo dinero con el que salí? ¿Por qué tengo una alarma en el móvil que dice Pascual Márquez 83? Misterios sin resolver dignos de Iker Jiménez y de los que nunca obtendrás respuesta, así pasen dos millones ferias.

Yerbabuena

El ingrediente secreto que cualquier flamenca que quiera sobrevivir a la Feria de Abril deberá echarle a su caldito cuando llegue a casa. Es básico y, aunque parezca una chuminá de la Carlota (vamos a ir acuñando términos de albero y caseta), echarle su poquito de yerbabuena al caldito tiene poderes curativos (verdad verdadera).

Zapato

Llenos de albero, como dice la sevillana. Te costará mantenerlos limpios durante la Feria, porque el albero se incrusta de tal forma en las costuras, que ni los de la UME (Unidad Militar de Emergencias) podrán eliminarlo. Por eso es mejor que te calces un zapato propio de Feria, tipo unas cuñas de esparto y a caminar y bailar hasta que despunte el alba.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios