Xerez CD

Calvario en La Juventud (0-1)

  • La falta de pegada, un líder sólido y el árbitro condenan a los xerecistas en su regreso al Chicle. La derrota complica el ascenso a los de Vargas a falta de seis jornadas para el final.

Calvario en La Juventud. Al Xerez Deportivo cada vez se le pone más complicado el ascenso a División de Honor, tanto por errores propios -se ha ido desinflando poco a poco y ha volatilizado una ventaja que llegó a ser hasta de nueve puntos sobre sus rivales más directos y ahora sólo es de dos- como por unas actuaciones arbitrales que tampoco le están ayudado en nada desde hace jornadas. Los de Vicente Vargas perdieron ayer 0-1 ante un Recre B intratable gracias a la suerte de los campeones, a una inercia ganadora que le empuja y acompaña desde que derrotó a los azulinos en la primera vuelta en la Ciudad Deportiva del Decano, a su solidez en defensa y a que supo rentabilizar al máximo sus escasas oportunidades de gol.

Al filial albiazul se le nota que sabe sufrir, que cree en sí mismo, en sus posibilidades, en sus fuerzas y en la calidad de algunos de sus futbolistas para conseguir el ascenso, un ascenso que tiene a tiro de piedra tras el descalabro del Cádiz B. Los de Pavón se ordenan atrás de maravillas, dosifican las energías en la medular y golpean poco pero cuando lo hacen es para matar. Así le ganó ayer al Deportivo. Así y con una dosis de fortuna porque la ruleta rusa de las decisiones arbitrales favorables cayeron de su lado.

Por el contrario, al Xerez, de pronto, ya no se le aprecia la buena cara de hace unos meses, ya no es tan superior a los rivales, se muestra algo acogotado, mucho menos paciente, se precipita, no manda tanto en el centro del campo, le cuesta crear peligro tanto por dentro como por las bandas y, evidentemente, hacer goles, su gran asignatura pendiente.

El partido arrancó eléctrico, con una jugada de Quirós que Albertito no acertó a controlar bien cuando lo tenía todo a favor para haber abierto el marcador a las primeras de cambio.

Y si el Xerez perdonó, el rival no lo hizo a los once minutos en una acción con polémica, muy protestada por la grada, que pidió fuera de juego de Alan, que marcó después de una jugada por la derecha con pase atrás de Manu Torres. De nada sirvieron las recriminaciones al colegiado por parte de los azulinos. El tanto subió al marcador.

Con el tanteador en contra, al Deportivo, que no pudo contar de salida con Israel después de probarse en el calentamiento, le tocaba bailar con la más fea y remar contracorriente. Con el paso de los minutos, los de Vargas se fueron soltando pero no conseguían hacer sangre a un filial sólido y sin apenas fisuras atrás. Superado el cuarto de hora, Juanma Marchante tampoco pudo controlar bien la pelota, no la pudo pasar de primera y Aitor abortó bien el peligro con el pecho.

Los xerecistas intentaban apoyarse en el balón para llegar hasta Arturo con intenciones amenazadoras y en los últimos veinte minutos del primer tiempo merecieron el empate, aunque Víctor perdonó el 0-2 en el minuto 24 con un balón que se le fue arriba.

Tras tres saques de esquina consecutivos en el minuto 44, un trallazo que se sacó de la nada Juanma Marchante desde muy lejos se estrelló en el larguero. Justo en ese momento, el árbitro tomó un protagonismo excesivo. Se tragó un empujón en toda regla de Aitor sobre Albertito Gil cuando se disponía a rematar el rechace del disparo del ariete y de igual forma dejó de señalar otro seguro penalti otra vez sobre Albertito, esta vez del lateral Nuno. La grada estalló de ira y despidió al trío arbitral con una de esas broncas que perduran durante mucho rato en los oído. Más que por juego, por ganas, insistencia y actitud, los azulinos merecieron irse al descanso al menos con el empate.

A estas alturas de temporada, ganar es vivir y no hacerlo casi despedirse del ascenso. El Deportivo lo sabía y regresó al terreno de juego tras el paso por vestuarios motivado y con la clara intención de como mínimo firmar las tablas ante un líder física y mentalmente superior.

Albertito, el xerecista que más se dejó ver en ataque junto a Juanma Marchante, tampoco tuvo suerte con un control y se repitió la acción del primer minuto de partido. No pudo pegarle bien al balón en una situación inmejorable ante Arturo. Manu Torres, de los recreativistas más activos, lo intentó después de un buen movimiento de su compañero Misffut pero no encontró puerta en el 55.

Hasta la hora de juego, un Xerez que quería pero no podía, no volvió a acariciar el gol de forma clara. Un cabezazo de Juanma Marchante se le marchó algo desviado y justo después, Manu Torres no hizo el 0-2 de milagro, al lanzar una falta desde el centro del campo a portería con Ángel fuera de su meta y todo el equipo protestando, creyendo que la falta era a favor.

Con el partido roto y los de Vargas volcados más con el corazón que con la cabeza, el Recre B perdonó a la contra. Ángel evitó dos goles cantados en dos mano a mano, uno con Manu Torres y otro con Salvi (65' y 78').

Los últimos cinco minutos fueron tensos, bruscos y agónicos para los azulinos, que veían como se les escapaban los tres puntos de La Juventud. Quirós tuvo el empate de cabeza (85') tras un buen centro de Abraham y sobre la campana, los xerecistas no aprovecharon un libre indirecto en la misma línea lateral del área por juego peligroso. Fue el último cartucho.

El fútbol es un asunto complejo si no se abrevia el recorrido por la autopista del gol. Los locales no acertaron y encajaron su primera derrota de la temporada en La Juventud, la tercera en casa, y se complican la vida. Así, el choque terminó de malas maneras, con reproches y empujones entre jugadores de uno y otro equipo, con protestas al colegiado por parte xerecista y de una grada que tampoco estuvo a la altura.

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