A cinco puntos de la salvación, trece jornadas consecutivas sin ganar y quinta derrota consecutiva. Son los números escalofriantes de un Xerez que, salvo milagro, presenta todos los síntomas de equipo de Segunda B si es que ese descenso deportivo no podría suponer la desaparición de una institución con casi setenta años de historia...  

 El Deportivo volvió a perder y lo hizo de idéntica forma que la pasada jornada, en el minuto 87, y después de remar y trabajar hasta la extenuación para al menos sumar un puntito para ganar confianza y autoestima, factores de los que ahora mismo carece una plantilla cada vez más presionada y tocada por la espiral de resultados negativos. Tanta mala suerte tampoco merece el combinado de Esteban.

La de ayer fue una de las derrotas que dejan huella y que duelen de verdad. Los azulinos no fueron inferiores a un filial decepcionante, en el que muy pocos jugadores dieron muestras de estar capacitados para llegar al primer equipo, pero cometieron un error en el minuto 87 y les costó caro. Una contra del Castilla acabó en gol de Lucas Vázquez, que acababa de saltar al terreno de juego.

Con mucho en juego, el Xerez entró al partido algo nervioso, tenso pero con ganas. Y fruto de la tensión, otra forma no hay de entenderlo, Rafa García vio a los tres minutos una cartulina amarilla por ponerse por delante de un rival para impedir que sacase una falta. Lo peor estaba por llegar. El centrocampista vio la segunda a los 34 minutos por cortar una jugada con la mano. El público comenzó en esos momentos a enfadarse con un colegiado que a los 23 minutos se tragó unas posibles manos de Nacho dentro del área y que a los 41 expulsó a Esteban por protestar un posible fuera de juego de Jesé, que le ganó la espalda a los centrales y que no acabó en gol porque Raúl Navas le ganó la partida en el mano a mano.

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Antes de quedarse con diez, el Xerez lo intentó con mucho corazón frente a un rival con más velocidad que calidad y que también demostró los motivos por los que se encontraba en la parte complicada de la tabla. Es lógico que Mourinho no tire de más jugadores...

Al margen de la acción de Jesé, sólo pusieron a prueba a los azulinos a los ocho minutos, cuando Juanfran no acertó a superar a Navas en el uno contra uno. Tenía opciones para elegir palo o picar e balón pero tiró al cuerpo del guardameta azulino. 

Mientras, los de Esteban lo intentaron a balón parado y estuvieron cerca del 1-0 en u saque de esquina que botó José Vega y que la defensa blanca sacó bajo palos (26’). Sidi Keita también probó fortuna con un par de lanzamientos lejanos que no encontraron portería por muy poco.

Con más tensión que juego y más posesión y control rival, los jugadores se marcharon a la caseta junto a un Pérez Pallás que se llevó una buena bronca por parte de la grada tras las expulsiones de Rafa García primero y de Esteban poco después.

El segundo periodo arrancó con un Deportivo más metido en el juego pero igual de impreciso en ataque, ante un rival en el que Toril introdujo una variante en la medular, dejando en la caseta a Mascarell, que tenía una amarilla, para dar entrada a Álex.

Esteban, desde la grada, también recompuso a su equipo, primero con Bruno Herrero, para reforzar el centro del campo y luego con Lucas Porcar en lugar de un Ogbeche trabajador pero desacertado nuevamente de cara al gol. Javier Patiño se colocó como punta y el mediapunta catalán se escoró a la derecha. De las botas del catalán partieron las acciones de más peligro de los xerecistas, que ganaron presencia con él en el campo.

A los 72 minutos, el Xerez rozó el gol . Una buena acción de Lucas Porcar terminó con pase a Patiño, que cruzó su tiro y se marchó rozando el poste derecho de la meta de Mejías ante la desesperación de una grada que ya se disponía a cantar el tanto... La ansiada alegría no llegó...

Y a los 82, otra jugada de Lucas Porcar con balón para Patiño no acaba en gol en propia puerta de Iván de puro milagro. Eran los momentos más animados de un Deportivo que quería terminar con su pesado lastre.

Pero para milagro, con el que se encontró el filial blanco a falta de tres minutos para la conclusión del partido. Juanfran sorprendió con una buena contra por la banda derecha que Lucas Vázquez, en el segundo palo y totalmente solo, culminó.

El filial hacia el 0-1 en la única oportunidad de la segunda parte, mientras que al Xerez se le iba la vida cuando acariciaba un puntito más que trabajado después de jugar una hora con un jugador menos.

La suerte volvió a darle la espalda a un equipo que, si bien es cierto que no hace méritos ya no se sabe si porque no da más para ganar los partidos de forma holgada, tampoco merece una racha de resultados como la que lleva.

Todo le sale mal y a los rivales se les aparece la mejor de sus estrellas. En Anduva apareció la cabeza de Javi Soria y ayer Lucas Vázquez...