El personal de la oficina del Xerez Deportivo se mantiene a la espera de que los nuevos propietarios del club, el grupo Energy Sports, den un paso adelante y muestren qué intenciones tienen sobre sus puestos de trabajo. El nerviosismo se une a los tres -en algunos casos cuatro- meses que llevan sin cobrar los trabajadores de la entidad azulina, máxime cuando el nuevo presidente, Ricardo García, dejara caer en Onda Cero que se producirán despidos dado que “tendremos un organigrama estructurado con las personas que se queden porque los ingresos son los socios, las taquillas, la publicidad y lo que nos podamos inventar”.

Ayer, Francisco Gallardo estuvo en la secretaría del club junto al jefe de administración José Antonio González Flores, que en su día fue gerente del Real Betis que lideraba Manuel Ruiz de Lopera y que llegó al club azulino de la mano de Óscar Arredondo. 

El secretario del consejo de administración, sin embargo, no se dirigió en ningún momento a los trabajadores, que viven en una angustia continua, sin cobrar desde hace meses y sin saber quiénes ni cuántos van a conservar su empleo.

El pasado viernes sí se produjo una primera toma de contacto en la que Gallardo fue franco con los trabajadores. En dicho encuentro comentó que la situación del club es muy delicada y que no podía garantizar los puestos de trabajo. El abogado de Energy, y ahora secretario del consejo, quedó en que esta semana se iba a llevar a cabo nuevos contactos, aunque de manera individual, sin que por el momento se hayan producido. En la plantilla, la preocupación es máxima.