Con pasado getafense, Míchel, delantero del Xerez, confía en volver a sumar al menos siete puntos en la semana que arrancará el sábado y en la que su equipo se medirá a Getafe, Atlético de Madrid y Racing de Santander. El ariete madrileño reconoció que la semana será "difícil" pero se marca como meta "conseguir como mínimo siete puntos, como hicimos en la anterior ocasión. Estoy convencido de que si lo hacemos recortaremos muchos puntos con respecto a la salvación".

El ex delantero del conjunto azulón, con el que logró "ascender y la permanencia en Primera al año anterior", calificó este encuentro como "especial" al entender que "cuando uno forma parte de la historia de un club enfrentarte a él siempre es bonito".

Para el xerecista el partido "será otra final, como todas las que nos quedan, lo que pasa es que ésta es la siguiente" y espera "seguir aportando al equipo y si puede ser con goles, mejor que mejor. Es vital ganar para seguir con esperanzas y vamos a pelearlo".

Preguntado por la titularidad en casa y la suplencia fuera de Chapín, Míchel explicó que "son decisiones que toma el míster, aquí juega con dos puntas y fuera con una. Hay que respetarlo, aunque lo importante es que sea como sea el equipo gane".

El punta no considera que su equipo tenga presión pues cree que "estamos acostumbrados". "Hace dos años lo hicimos y el año pasado también. Quizás al principio nos faltó más fortaleza en casa para empezar la competición con más tranquilidad pero ahora lo estamos consiguiendo y debemos seguir con esa racha de no perder en casa", continúa.

En relación al próximo rival, el Getafe, el corpulento futbolista indicó que "es un equipo que tiene mucha calidad, que está donde está por algo y que tiene posibilidades de llegar a Europa. Necesitamos más los puntos que ellos y si somos capaces de salir con la misma intensidad que ante el Tenerife y Valladolid vamos a pasarles por encima".

El madrileño considera que el equipo "está haciendo gol más facilidad pero son cosas del fútbol, no hay una regla escrita. Ahora la pelota entra y es difícil explicar por qué. Supongo que será la forma de jugar, el estado anímico del equipo o no sé. Cuando no metemos goles somos muy malos y cuando no buenos, es fútbol".