Miguel regresó al Xerez hace algo más de un mes sin hacer ruido. El portero, que ya la pasada temporada defendió la camiseta azulina y que fue titular durante bastantes jornadas, pidió permiso a Jesús Mendoza para entrenar con el equipo, el técnico le dio el visto bueno y al cabo de un par de semanas terminó firmando. Hace cuatro jornadas, concretamente frente al Bazán, se hizo con la titularidad desbancando a Fabio. Ha disputado cuatro partidos, el equipo ha perdido uno, empatado otro y ganado dos. Se estrenó en Sacramento encajando tres goles pero desde entonces el equipo no ha vuelto a perder. Recibió un gol en La Juventud ante el Algaida pero el Xerez ganó por 2-1 y en los dos últimos compromisos ha dejado su portal a cero.

El cordobés confiesa que "estoy muy contento. Desde el primer día entrené fuerte para ponerme en forma y aportar lo máximo al equipo para estar arriba. En San Fernando, el míster me dio la oportunidad y hasta ahora ha seguido confiando en mí. A media que han ido pasando los partidos me he ido encontrando mejor y las cosas nos están saliendo bien. Un portero necesita minutos y yo llevaba bastante tiempo sin disputar un partido oficial. Mi último encuentro fue ante el Cádiz B en Guadalcacín. De todos modos, todos los integrantes de la plantilla tenemos claro en el equipo que nadie tiene el puesto garantizado y que nos tenemos que esforzar al máximo cada día para estar en el once, no nos podemos relajar. El míster nos exige muchísimo".

El pasado sábado, el Xerez no pudo con el Balón de Cádiz. Miguel considera "corto el empate porque tuvimos muchas más oportunidades que ellos, incluso fallamos un penalti, pero hay que animar a Blanco porque falla el que lo tira y él nos está ayudando mucho. Aún así, estamos contentos porque no dejamos de sumar y ellos están cuartos y no era un rival fácil".

El equipo ha pasado una mala racha, ya que se llevó un mes sin ganar. Confiesa en ese sentido que "lo pasamos muy mal, las semanas se hacen largas y es duro. Cuesta mucho cambiar el chip. Gracias a Dios esa mala racha ya está olvidada, ahora estamos muy ilusionados y nuestro único objetivo es sumar los tres puntos en Mazagón. Esos puntos son vitales para hacer bueno el que sumamos el sábado y también para colocarnos en la zona media-alta de la tabla".

En cuanto al choque frente al cuadro onubense, el portero xerecista no se fía. "Ocupa puestos de descenso, tiene sólo nueve puntos pero no nos podemos confiar. El domingo empató en el Navarro Flores y el Rota tiene un buen equipo. La categoría está muy igualada y cualquier rival te sorprende. Tendremos que estar muy concentrados desde el principio y meterle mucha intensidad al juego si queremos sorprenderles y volver con un triunfo. Hay que ir poco a poco, pero hacer bueno el punto del Balón es fundamental".

A estas alturas de competición, Miguel no renuncia a nada pero también es de los que piensan que "hablar de luchar por el ascenso son palabras mayores, queda mucho por delante, a mí me gusta ir partido a partido pero está claro que tampoco vamos a renunciar a nada. Por el momento, nos tenemos que dedicar a competir al máximo y a dar la cara por este escudo y por la gente que viene a vernos cada semana".

Y a los incondicionales le agradece "su gran apoyo. Ellos tienen mucha culpa de nuestra reacción. Noté que la gente estaba esta temporada más volcada con el equipo desde el primer partido que vi en la grada en Guadalcacín. Hace dos semanas, por ejemplo, para nosotros fue una alegría comprobar que un grupo de aficionados nos arropó en Lepe, con lo temprano que era el partido. Nos animaron mucho. Por ellos hay que darlo todo y no deben desanirmarse, juntos podemos vivir muy buenos momentos".