El entrenador del Huesca, Quique Hernández, insistió ayer en que no se pueden confiar y deben seguir sumando puntos para asegurarse definitivamente la permanencia y ante el Xerez "hay que hacer bien las cosas para ganar y estar tranquilos". "A Dios rogando y con el mazo dando" ha insistido el técnico azulgrana en su comparecencia, para dejar claro que todavía faltan varias jornadas y no pueden relajarse.

"Debemos tener buena salida de balón, más posesión y creo que estamos haciendo las cosas bien y eso es lo que da los triunfos", dijo. La ventaja que tienen con la zona de descenso supone una tranquilidad que no quieren perder. "La pasada semana -ha recordado- decía que no quería ver disminuida la diferencia que teníamos y no solo la mantuvimos sino que se vio ampliada a nueve, y ahora digo lo mismo: me conformo con mantener la diferencia que ahora tenemos de nueve puntos".

El equipo oscense ha encontrado en la segunda vuelta una estabilidad debido a los refuerzos y a la continuidad del mismo equipo porque ahora cuentan con "un bloque, un estilo de juego, y la gente con los partidos coge más confianza y el equipo se comporta como tal".

Sobre el Xerez, dijo que "Se metió abajo, como nosotros, pero salió con solvencia, es un buen equipo. No les dará tiempo a meterse arriba porque ahora es imposible, ya sabemos lo que es la segunda".