Ajeno a todo lo que acontece entorno al fichaje de un tercer portero, "porque es algo que no me compete", Chema Jiménez trabaja en la sombra esperando volver a jugar. Ha pasado más de un año desde su último partido liguero y ahora, recuperado de su última lesión, "es una cuestión del míster. Yo trabajo diariamente y bueno, ya llegará porque ahora hay que respetar a Toni, que lo está haciendo muy bien y se ha merecido tener esa oportunidad".

Aunque a muchos sorprende esta situación, el hecho de estar tanto tiempo sin jugar, el alicantino admite que "son cosas del fútbol, me lesioné el año pasado cuando estaba jugando y luego me costó entrar, primero porque Doblas estuvo bien y después porque volví a lesionarme. Ahora sólo me queda trabajar y a ver si aunque sea en Copa puedo tener minutos porque ya estoy al cien por cien. La pretemporada no ha sido muy buena con el problema en el peróneo, pero afortunadamente todo está bien. Esteban me conoce bien, sabe lo que puedo dar y ya digo, hay que apretar los dientes y esperar".

Como el resto de compañeros, el arquero ha vivido una semana "difícil porque perder por cuatro a cero en tu casa no es fácil de digerir", admite.

"Los dos primeros días han sido complicados pero después, una vez que el míster ha estado hablando con nosotros, ya pasó. Lo importante es que esta derrota nos sirva para recuperar el nivel que hemos tenido en otros partidos. Hemos hablado durante toda la semana, se han corregido errores tácticos y de posición que habíamos cometido y bueno, ahora debemos centrarnos en el próximo partido contra el Castilla para cambiar la dinámica", continúa el cancerbero azulino.

Y es que Chema está convencido de que el equipo "puede dar mucho más de sí, por eso debemos estar preocupados, el resto no nos debe importar. Lo bueno es que esto acaba de empezar y todavía queda tiempo suficiente como para ponernos las pilas y recuperar nuestra mejor versión. Espero que esto lo recordemos como una anécdota a final de temporada".

Recibir a un filial tras encajar cuatro goles "no es bueno ni malo. Todos los equipos son complicados en Segunda y el Castilla es un rival con mucha calidad y muy vertical, aprietan mucho en casa. Hay que salir ordenados y esperar nuestro momento, podemos ganar a cualquiera".