Xerez CD

Trayectorias opuestas

  • Javi López lleva cuatro triunfos seguidos al frente de los azulinos y espera el quinto ante el conjunto de un Onésimo que se presenta en Chapín con dos puntos y con cuatro derrotas en lo que va de Liga

Xerez y Huesca llegan al partido del domingo con trayectorias opuestas. Javi López está feliz y tranquilo con el rendimiento de su equipo y Onésimo, preocupado y en tensión porque sólo ha sumado dos puntos. Los xerecistas llevan cuatro triunfos seguidos y los oscenses no saben lo que es ganar.

Aún así, el técnico del Xerez, no se fía del Huesca y durante la semana ha advertido a sus jugadores del peligro que entraña el encuentro. Espera el quinto triunfo pero advierte que no será fácil y también explica cómo el equipo reaccionó tras caer en Barcelona.

López destaca que "no sé si hay quinto partido malo o no, no tenemos en la cabeza los números, sólo sabemos que vamos a tener un partido muy complicado, ante un rival que tiene un buen ritmo de competición, que aprieta mucho y que le mete mucha energía al partido. Habrá que estar muy atentos para sacarlo adelante".

Marcar pronto ayuda pero él tampoco se fía de eso: "Los partidos duran noventa minutos y hay que salir intensos desde el inicio. Hay que jugar los encuentros desde el minuto uno hasta el noventa sin que las circunstancias nos condicionen para ser competitivos".

El Xerez comenzó la Liga con dos derrotas pero tras caer en Barcelona, no ha vuelto a perder. Bajo su punto de vista, eso lo han conseguido porque "hemos cambiado el chip todos, ahora todo el mundo aprieta los dientes, todo el mundo está implicado en las dos facetas del juego, la defensiva y la ofensiva, y todo lo demás viene dado. Si los de arriban son dos pitbulls, al final le toca a los demás secundar todas esas acciones y eso es lo importante, todo el mundo se maneja de forma solidaria".

López también admite que esos dos reveses hasta pudieron venir bien al equipo, aunque matiza que "del primer partido ante el Cartagena apenas saqué conclusiones porque sabía que iba a ser complicado por las circunstancias, sabía que el equipo iba a sufrir. La derrota que me dolió fue la del Barcelona, esa sí me tocó las pelotas. A los jugadores hay que decirles las cosas, hay que transmitirles qué están haciendo mal para que mejoren, eso lo entendieron y ahora el equipo es competitivo ".

Entre la afición, con las cuatro victorias seguidas, se ha desatado la ilusión pero "dentro estamos concienciados de la complejidad de todos los partidos de esta competición, aunque es normal que fuera exista ilusión. Aún así, tampoco sería malo que los seguidores llegaran mentalizados al estadio para ayudar y animar al equipo como lo están haciendo hasta ahora porque eso es importante para el desarrollo del juego y para el resultado final".

A nivel personal, el éxito lo considera efímero y no le presta atención. "Sé cómo funciona el fútbol, así que no me siento condicionado por los resultados, sigo trabajando igual, sigo teniendo la misma confianza que tenía al principio en mi plantilla. Tengo buen material y el club lo está poniendo todo para que el trabajo sea lo mejor posible. Me dedico a trabajar y a preparar el partido lo mejor posible".

Ahora son sextos y, lógicamente, no quiere ni oír hablar de otra cosa que no sea el partido a partido. "Llevamos seis partidos y sacar conclusiones ahora no tienen ningún sentido, vamos a esperar veinte partidos y luego veremos dónde está el Xerez. He visto equipos que en la jornada quince estaban en la mitad de la tabla y luego han acabado ascendiendo. No miro la tabla, la miré el domingo y el lunes una vez completada la jornada, ya habrá tiempo para especular".

Onésimo Sánchez es la otra cara de la moneda pero también quiere ser optimista y confía en su plantel. De todos modos, no oculta que no está demasiado bien. "Cuando pierdes estás siempre desanimado. Hemos hecho una semana más de trabajo y entre medias, sobre todo para la gente, para la afición, hemos ganado un trofeo prestigioso como el Lapetra y eso nos ha venido muy bien para la autoestima. Pero está claro que vivimos de lo que vivimos y lo que pensamos es en sumar puntos".

De su visita a Chapín, más que nada le preocupa "el Huesca, lo que hagamos nosotros. Si estamos a un nivel alto de concentración vamos a tener opciones, respetando y sabiendo que es un campo siempre complicado"

El preparador del cuadro oscense destaca del Xerez "el grupo en sí. Cuando un equipo está enrachado por algo es. Tendrán la moral por las nubes y eso siempre es peligroso. Es un ex Primera pero eso nos lo vamos a encontrar muchas jornadas. Lo más importante es que nosotros estemos a nuestro nivel".

El plano anímico de la plantilla es clave para la reacción y él ve a la suya "con autoestima grande, que eso es bueno, pero también con una capacidad de reconocimiento de errores grandes, sabiendo que lo primero es mirarte a tí mismo y no al de al lado. Este equipo lo ha tenido siempre, ya lo recuerdo de la vez anterior. Tiene una gran capacidad de autocrítica y el entrenador el primero, que es el máximo responsable. La gente tiene autocrítica, que es muy positiva, y nos va a ayudar mucho para salir de esta situación",

Onésimo tiene unos números muy pobres pero no quiere pensar en si está cuestionado o no: "No me puedo quejar de nada. Lo digo bien claro. Ni de la afición, ni de la prensa, mucho menos de mis futbolistas, y del club tampoco. Tengo el apoyo total. Nadie ha dudado ni un momento, por lo menos esa es mi sensación. Soy un tío con muchos defectos pero soy sincero, miro a la cara cuando hablo a la gente. No tengo ningún pudor".

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