La fiesta terminó con una amarga resaca. El Deportivo regresaba al campo de La Juventud con ilusión, con unas ganas tremendas de romper su racha de malos resultados y de reencontrarse con su juego en un campo de césped natural y que todos aseguraban venía mejor a las características del equipo. Nada más lejos de la realidad. Los pupilos de Jesús Mendoza ofrecieron su peor versión y encajaron una derrota justa a todas luces, aunque eso sí, demasiado abultada. 

La AD Cortijillos tiró de experiencia, colocación y efectividad para llevarse una victoria de Jerez que celebró como si hubiese conquistado un título.

Los azulinos decepcionaron. Les pudo mucho más el corazón que la cabeza, no tuvieron intensidad, nunca tocaron el balón como a ellos les gusta, acusaron las dimensiones del campo y, a medida que fueron encajando goles, se fueron diluyendo como un azucarillo. Recibieron tres tantos que hasta pudieron ser más a la contra en los minutos basura. Melli y Juanca, por partida doble, anotaron tres auténticos golazos en lo que a la finalización se refiere.

Pero antes de todo eso, pasaron muchas cosas y hasta el desarrollo del choque pudo haber sido distinto.  El Deportivo, aunque sin el brío y la frescura de otros encuentros, comenzó presentado sus credenciales al rival  y a los nueve minutos tuvo su primera gran oportunidad. Una falta muy bien lanzada por Daza desde la frontal del área se estrelló en el larguero de la meta defendida por Nacho. Todo pintaba bien y mucho más después de que Paquito anotase a los trece minutos. El colegiado anuló su gol por fuera de juego.

Los xerecistas parecían animarse e intentaban tocar y sacar el balón pero les costaba un mundo. La Juventud tiene unas dimensiones impresionantes, los fallos hacen daño y el césped tampoco está para demasiadas florituras. 

Mientras, los de Lizana no se complicaban la vida. Se dedicaban a estar ordenados atrás y a esperar un fallo o robar un balón para montar una contra. El primer aviso de los verderones lo dio el ariete Guille. Le cayó un buen balón en la frontal, se preparó el disparo pero lo mandó algo desviado. A renglón seguido fue Juanca el que pudo abrir la lata. Fabio estuvo atento, le cerró bien y le sacó su tiro con el pie.

El Xerez, herido en su orgullo por la doble oportunidad de los visitantes, tiró de casta y estuvo a punto de abrir la lata superada la media hora de partido. Daza tiró de manual para sacarse de la chistera un pase de lujo para Dani Goma, que se marchó por velocidad y tuvo fácil el pase de la muerte a Paquito. Entre la defensa y el portero impidieron que el delantero  abriese el marcador.

Y de lo que debió ser el 1-0, al 0-1. Melli firmó un auténtico golazo en el minuto 35. Quirós despejó mal un centro desde la banda derecha y el cortijillero, totalmente solo, puso el balón en la escuadra de la portería de un Fabio que nada pudo hacer para detener el gran lanzamiento.

El gol reactivó a los azulinos, que seguían creando oportunidades. Daza, muy activo, acarició el empate en el minuto 39, con un buen zurdazo que se le marchó alto tras un centro de Juni y luego fue Álvaro el que lo intentó.

A la contra, la AD Cortijillos, controlando los tiempos, no renunciaba a seguir haciendo daño a un equipo volcado que ofrecía facilidades atrás. Tanto es así que Juanca hizo el segundo tanto, en esta oportunidad tras ganarle la espalda a Juni, sobre la campana. Con tranquilidad y dosis de calidad superó a Fabio.

Un gol de los llamados psicológicos que ya ponía la reacción a los azulinos más que complicada con sólo cuarenta y cinco minutos por delante.

 En el descanso, después del correctivo del primer tiempo, Mendoza intentó recomponer al equipo para dar al bloque la frescura de siempre. Para ello, cambió a los laterales. Quirós y Juni, que había entrado en el once en lugar del sancionado Pedro, dejaron sus puestos a Rafa y Beato.

Las variantes, en esta oportunidad, no ofrecieron los resultados esperados. Al Deportivo cada vez le costaba más crear y meter intensidad al juego. Las fuerzas y las ideas cada vez eran más escasas. La Juventud ya comenzaba a pesar lo suyo.

A los 52 minutos, Juanca estuvo a punto de marcar otra vez pero se entretuvo y le arrebataron el balón y en el minuto 59, el árbitro detuvo el partido porque al asistente ubicado en la zona de la antigua tribuna le lanzaron un bolindre. Todo quedó en amago de suspender el choque.

El parón reactivó un poquito al Xerez, que tuvo os buenas ocasiones en apenas tres minutos. La primera, con un remate de cabeza de Paquito tras un saque de esquina de Beato que se marchó fuera por muy poco y luego con una acción de Rafa, que tampoco estuvo acertado.

Poco después, el mazazo definitivo.  Juanca volvió a aprovechar los desajustes defensivos de los xerecistas para hacer subir al marcador el 0-3 a los 65 minutos de partido. Ese tanto acabó con las esperanzas azulinas y llevó la desolación a una grada que rememoraba los fantasmas del pasado. Más de un seguidor azulino recordaba el 1-2  de la temporada 01/02 ante el Extremadura cuando el equipo regresó a Jerez tras el exilio en Sanlúcar.

A falta de más de veinte minutos para el final, todo quedó visto para sentencia. El regreso a La Juventud se había convertido en la peor de las pesadillas. Mendoza siguió dando entrad a jugadores de refresco pero todos tenían ayer el punto de mira desviado. Estaba claro que ni jugando dos partidos consecutivos, el combinado azulino iba a ser capaz de hacerle un gol a uno de los equipos peor clasificados de la categoría y que sólo había anotado un gol como visitante.