El Xerez CD visita este domingo (17:00) el Ciudad de Lepe para medirse al San Roque en un encuentro que no puede perder para dar otro paso hacia la permanencia y no complicarse la vida en un tramo final de competición que se presenta duro. El Deportivo tiene 43 puntos.

Los azulinos, poco a poco, van asimilando el tsunami de hace dos semanas, que le costó el cargo a Nene Montero y salir del equipo a los jugadores Pedro Carrión, Salas, Fran y Alberto.

Antonio Calle ya conoce mejor a su plantel y durante la semana ha intentado inculcar sus conceptos a los futbolistas, que confían en ganar. En Lepe, tampoco podrá sentarse en el banquillo y asumirá el complicado reto desde la grada, ya que durante la semana no hubo acuerdo con el malagueño para su finiquito. Quién sí se podrá dirigir a su equipo desde la banda será Cheli, nuevo entrenador del San Roque tras la dimisión de Jesús Lino.

Calle y Cheli fueron compañeros durante dos temporadas en el Recreativo de Huelva que entrenaba Marcelino García Toral, aunque cuando el balón comience a rodar esa amistad quedará aparcada.

Los xerecistas encaran el partido con bajas importantes. Naranjo y Carlos Sanjuán están lesionados y a ellos se ha unido Israel, con una posible rotura de fibras en el gemelo que se produjo ante el Utrera. Además, están sancionados Parra, expulsado por doble amarilla ante el líder el pasado domingo, y David Narváez, con cinco amarillas. Por contra, es alta Asier Alonso, que no jugó la pasada jornada por sanción.

El once presentará cambios obligados respecto al de la pasada jornada, ya que no están ni Israel ni David Narváez, titulares el domingo. Juanma Aguilar puede entrar por el centrocampista y Asier Alonso por David. En banda, también podría entrar Chata por Yeray.

El San Roque, por su parte, llega a este compromiso mucho más necesitado que el Deportivo y también tras una semana convulsa por los cambios en el cuerpo técnico. Cheli tiene la única baja segura de Louis Robles, sancionado, y es probable que apueste por una defensa de cuatro, abandonando la zaga de tres centrales y dos carrileros utilizada por Lino en algunos de sus últimos partidos al frente del equipo.