Manuel Oliva lleva casi una década en el Xerez y siempre se ha caracterizado por ser un currante nato, tanto que por el club en las últimas campañas han pasado entrenadores para todos los gustos y todos cuando se han marchado han destacado su profesionalidad.

Claro que cuando uno ha sido jugador, es complicado olvidar esa faceta. Internacional absoluto con España y portero del fútbol sala del Caja San Fernando siempre soñó con escalar posiciones y llegar a desempeñar una función que le llenara plenamente. Viqueira le dio la oportunidad de entrenar a los porteros y él espera responderle de la mejor manera posible, algo que está sucediendo. “El fútbol son resultados, a día de hoy nos están acompañando y eso se ve reflejado en el trabajo diario”.

Además, asegura que los jugadores se lo están poniendo fácil. “Si hay algo que ha caracterizado al Xerez durante estos últimos años es el vestuario. Por lo que sea, la gente cuando llega aquí se adapta perfectamente, forma casi una familia y eso se refleja en el día a día. Además, a la hora de trabajar tienen buena predisposición. La suma de todos esos factores nos da el rendimiento que está ofreciendo ahora el equipo”.

Tanto, que el Xerez lleva cuatro partidos ganando y sin encajar goles, pero él reparte el mérito: “Hay que sumar muchas cosas porque el fútbol es un deporte colectivo y no se puede hacer un análisis individual, aunque es cierto que hay una parte específica a la hora de no encajar goles, el portero. En estos momentos, el titular está siendo Lledó pero cualquiera de los otros dos puede realizar la función que está llevando a cabo Javi y hacerlo igual de bien. Portero juega sólo uno y los tres están en las mismas condiciones. Ahora le toca a Lledó, pero el míster ya ha demostrado que aquí nadie puede bajar los brazos porque en cuanto uno se relaja, automáticamente está preparado otro compañero para suplirlo”.

 Además, añade que “estoy contento porque Lledó está funcionando en Liga, porque Chema lo está haciendo bien en Copa, en Elche fue uno de los baluartes para pasar, y Toni está teniendo buenos números en el Xerez B. Para mí, que los tres estén al máximo nivel es motivo de satisfacción”.

Conoce como pocos la casa y entiende la ilusión que se ha desatado entre la afición con los últimos resultados pero la frena. “Que la gente esté contenta es normal pero los técnicos no podemos ofrecer el mismo análisis. Esto es muy largo, queda mucho y ahora ganas dos partidos seguidos o cuatro, como nosotros, y te pones en promoción y pierdes dos y te acercas a la parte baja. Hay que estar tranquilos y dejar que pase la temporada. Cuando transcurran algunos meses ya habrá tiempo para hacer valoraciones y cuando estemos cerca del final veremos dónde está el equipo. La permanencia es el objetivo y vamos bien”.

Ha pasado de ser un amigo a casi un ‘jefe’ en el vestuario y  no tiene palabras suficientes para agradecer a los futbolistas el trato. “Procuro que la relación sea la misma, aunque también separo lo que es mi trabajo como técnico de la faceta compañero, aunque lo sigo siendo. Estoy contento con todos, especialmente con los veteranos, que son los que me conocen de mi anterior trabajo. Por parte de los veteranos estoy teniendo el máximo respeto y el máximo apoyo y es para estar orgulloso. Tengo que agradecerles su apoyo. Javi no  me conocía, pero con Chema llevo cinco años y con Toni, igual. Ellos saben distinguir entre el Oli entrenador de porteros y el Oli compañero de vestuario”.

Tiene doble trabajo pero no le importa porque está viendo cumplido un reto.  “Sabía que iba a tener que hacer muchísimas más cosas desde que acepté la propuesta de Emilio porque también me pidió que tenía que seguir encargándome un poco del material. Era algo que no podía rechazar, lo llevo todo  y lo que más me duele es que los chavales de la cantera no tengan todo el material necesario porque estamos teniendo problemillas con la entrega que espero se solucione pronto”.