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Al borde del precipicio tras otro duro revés (0-1)

  • Los xerecistas caen frente a su rival más directo y se quedan prácticamente sin opciones de permanencia El árbitro suspende el encuentro media hora por falta de seguridad tras las amenazas de un aficionado a un línea

Como dice un refrán muy andaluz, 'la alegría dura poco en casa del pobre'. El Xerez logró el pasado Jueves Santo ante el Cabecense un importante y esperanzador triunfo en su desesperada lucha por la supervivencia en Tercera, pero 72 horas más tarde ha vuelto a la cruda realidad. Su futuro, si es que finalmente logra sobrevivir, pasa por la Primera Andaluza.

Los azulinos cayeron frente al Pozoblanco, uno de sus rivales más directos, por la mínima y se quedan al borde del precipicio. A falta de cuatro jornadas, el Deportivo está a siete puntos del Arcos, que es el equipo que marca en estos momentos la salvación.

Los cordobeses aprovecharon una contra y un fallo defensivo de un equipo tenso, nervioso, que abusó del juego en largo y que acusó el esfuerzo del pasado jueves para llevarse tres puntos que le mantienen vivo en la pelea por la permanencia pero sólo eso. Los verdinegros también necesitan un auténtico milagro para continuar en la categoría.

Para colmo, al partido no le faltó la polémica. Justo después del tanto de los visitantes, el árbitro suspendió el encuentro durante media hora. ¿El motivo? La falta de seguridad. Un aficionado se saltó la valla que separa las gradas del campo para insultar a uno de los asistentes y Risueño Romero no dudó en parar el juego hasta que se personaran en el campo las Fuerzas del Orden. El partido se reanudó en cuanto una pareja de la Guardia Civil se presentó en el Fernández Marchán.

Antes de todo eso, el Xerez, como en otras muchas jornadas, no mereció la derrota por el esfuerzo de unos futbolistas que lo dieron todo sobre el terreno de juego pero a los que les falta tanto experiencia como gol, el gran mal de este equipo desde que Iván Aguilar dijo adiós en el pasado mes de diciembre.

Al equipo de Higuera le cuesta la misma vida crear oportunidades y mucho más convertirlas. Así, es complicado sacar los encuentros adelante. Además, en momentos puntuales no está teniendo a la suerte de su lado.

El Deportivo entró al partido fuerte y con ganas y los aficionados se ilusionaron hasta que el conjunto visitante puso por primera vez en apuros a Jairo. A los siete minutos, casi de la nada, Félix Leal se sacó un buen lanzamiento que obligó al meta azulino, otra vez el mejor del encuentro, a meter la manopla arriba para mandar el balón a saque de esquina.

Ese acción metió el miedo en el cuerpo a los azulinos que comenzaron a dar signos de debilidad, mientras que un rival mucho más experimentado apenas daba concesiones. Tan pocas, que a los 23 minutos, no se adelantó en el marcador de milagro. Una contra de Álex Gil la solventó Jairo en el mano a mano pero el balón salió rechazado y Lucas lo sacó bajos los palos cuando se colaba.

Los xerecistas, espoleados por una afición muy animosa, volvieron a avisar a los cordobeses. Un saque de esquina de Heredia que se envenenó lo atajó Calonge con apuros (32') y sólo dos minutos después, otra vez el portero se lució, en esta oportunidad para despejar con el pie un balón de Capi que se disponía a rematar un voluntarioso Beato.

Con tablas en el marcador, arrancó una segunda parte en la que la primera opción clara fue para los azulinos. Luis Fernando, muy poco acertado durante toda la tarde, no acertó a superar a Calonge en un mano a mano que el meta visitante solventó tras adivinarle su intención (58').

Sin tregua y con un partido de ida y vuelta, el exxerecista Curro tuvo también su oportunidad. Su remate de cabeza se marchó fuera poco muy poquito (61').

Cinco minutos más tarde, la gota que colmó el vaso de la paciencia de la parroquia local. David cae dentro del área, el árbitro no pita nada. Contra y gol visitante. Álex Gil aprovechó el desconcierto xerecista para supera a Jairo y hacer el 0-1 (67').

Mientras Álex marcaba, un seguidor xerecista la liaba. Insultos a un asistente desde dentro del campo y suspensión al canto... El árbitro ni lo dudó. El partido se paraba en el minuto 68.

Ya con la Guardia Civil en el campo, el partido se reanudó pero ya no hubo encuentro, aunque el Deportivo acarició el empate. Los visitantes tiraron de experiencia y los azulinos se lo pusieron fácil a la hora de defender con sus continuos balones en largo y colgados al área.

En el minuto 78, una falta en la largo que sacó Jairo fue rematada de cabeza por David pero la pelota, muy centrada, la atrapó Calonge sin problemas. Capi tuvo la última oportunidad casi en el último suspiro. Su remate, también de cabeza, se marchó fuera por poquísimo. Ahí murieron las ilusiones de un equipo que tiene ya el descenso matemático mucho más cerca.

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