Xerez CD

Más fácil de lo esperado

  • Cómodo El Deportivo se impone con claridad al Girona en un encuentro que dominó por completo En racha Momo, con otros dos goles, lideró la victoria de un Xerez que se mantiene a ocho puntos del cuarto

Pocos rivales se encontrará el Xerez en este tramo final de Liga que den tantas facilidades y ofrezcan tan mala imagen como dio ayer el Girona, no fue ni la sombra del equipo que maravilló en Chapín y que tan buena primera vuelta había completado. Los catalanes casi regalaron el partido ante un equipo azulino que una semana más se mostró como un bloque sólido en defensa y con argumentos suficientes arriba como para ganar sin despeinarse.

Nada más pitar el colegiado algo parecía distinto. Y es que el encuentro en sí tenía más del clásico amistoso de pretemporada que de otra cosa. El Xerez se adueñó del balón al instante y a partir de ahí todo fue coser y cantar. A todo ello contribuyó el hecho de que los azulinos, ayer de negro, martillearon a su rival en su primera llegada. Fue gracias a un testarazo en plancha de Momo, que mandó el balón a la red tras una sensacional acción personal de Carlos Calvo por la derecha. Hola y adiós, que diría aquel.

Con el marcador a su favor, los xerecistas se dedicaron a controlar todo lo que pudieron el esférico, esperando alguna otra llegada que casi decidiera el encuentro. Su rival, en cambio, sólo se acercaba con timidez y casi siempre gracias al empuje de su capitán Chechu, unas veces por banda derecha y otras por la izquierda. De él salió la mejor ocasión gerundense (minuto 8), en un disparo desde dentro del área al que Chema respondió bien enviando el balón a córner.

Los azulinos respondieron con una acción firmada por Mario Bermejo, un incordio constante para la defensa local aunque excesivamente solo arriba. El cántabro hizo de Juan Palomo y se sacó un castañazo desde la frontal que a punto estuvo de batir al cancerbero  Iván Gómez.

Sin ritmo, el partido transcurría con poca brillantez por parte de unos y otros. El Deportivo seguía agazapado atrás y expeditivo en defensa, y el Girona rondaba la puerta visitante a base de juego directo (únicamente Manga ponía algo de criterio en la parcela ancha) o confiando en que alguna acción a balón parado le sirviese para engancharse al partido.

Los escarceos xerecistas venían casi siempre por bandas, unas veces por la derecha, donde Carlos Calvo se mostraba como el jugador más activo, y otras por la izquierda, con un Momo muy punzante. En cambio, se echaba en falta la contribución de Abel, al que Esteban decidió incluso alternarlo de posición con Álex Bergantiños, pero ni por esas.

En los últimos minutos del primer periodo Bermejo avisó con otro tiro intencionado desde la izquierda que se fue fuera, e instantes después, una jugada individual de Carlos Calvo acabó con derribo del madrileño (algo riguroso, la verdad) y el consiguiente penalti. Momo, con la tranquilidad habitual, hizo el 0-2.

La reanudación comenzó con la misma tónica, si bien el Girona, con la entrada de Xumetra y Cañas, ganó en agresividad. El propio jugador sevillano pudo dar un vuelco al partido a los cinco minutos con un lanzamiento de falta en la frontal que tocó en la barrera descolocando a Chema pero que se milagrosamente se fue fuera.

Algo parecido ocurrió pasado el cuarto de hora para los locales, primero por medio de Arnal, en una indecisión de Chema y Aythami, pero con la portería a su favor la mandó al lateral de la red, y luego con un lanzamiento alto de Igor con todo para fusilar al portero xerecista.

Más con el corazón que con la cabeza, el Girona creaba sus ocasiones ante un rival poco creativo de tres cuartos de cancha hacia delante, de ahí que Esteban optara por refrescar al equipo. Lo hizo dando entrada a Viqueira en mediocampo y oxigenando la banda derecha con Asier. Sin embargo, nada cambió. El equipo mantuvo siempre el ritmo cansino y con el freno de mano echado manejó a sus anchas la posesión de balón, acabando por aburrir a su rival. Era una opción poco vistosa pero práctica a más no poder.

Ya al final el Girona pudo marcar con otra falta de David Cañas que rozó el larguero, y protestó un claro penalti de Mendoza sobre Xumetra que Caballero Herreros no pitó. La respuesta azulina corrió a cargo de Antoñito en una buena combinación con Abel Gómez que la defensa, cuando el sevillano armaba la pierna, despejó a córner. De ahí hasta el final, control y más control por parte de un Xerez que con la victoria se afianza en el liderato y se sitúa a las puertas de la gloria.

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