No son tantos aficionados como hace algunas temporadas pero sí cada vez más, tremendamente fieles y dignos de tener en cuenta. Chapín volvió a vibrar ayer con el Xerez Deportivo, con ese equipo que vivió en el estadio momentos de gloria, como el ascenso a Primera División, que se convirtió en el anfitrión de Real Madrid y Barcelona y que fue capaz de doblegar a todos los gallitos de Segunda División A.

En el regreso al Municipal, muchos xerecistas de toda la vida que terminaron con la decepción reflejada en sus rostros después de una derrota que dolió muchísimo más que otra cualquiera.

El himno del Xerez volvió a sonar con fuerza y especialmente emocionante resultó para algunos aficionados el volver a entonar sus acordes mucho tiempo después. Pese a la derrota, los jugadores se marcharon entre aplausos y al grito de “este es el equipo de Jerez”.

La nota negativa de la tarde, las bengalas que encendieron los seguidores de Fondo Sur. La plantilla acudió hasta esa zona para agradecer el apoyo y fueron recibidos por los aficionados con bengalas que no debieron aparecer.

Y si decepcionada estaba la hinchada, mucho más lo estaban los jugadores. Quirós y Barragán, dos de los capitanes del equipo, comparecieron en sala de prensa y su decepción era mayúscula.

Barragán hasta tardó en reaccionar a la primera pregunta: “Se te queda cara de tonto con esta derrota. Lo único que podemos hacer es dar las gracias a toda esa gente que ha venido a animarnos. A mí se me han puesto hasta los pelos de la barba de punta cuando he oído el himno en este campo. Lo digo de corazón, creo que jamás volveré a sentir nada igual en un campo de fútbol como jugador. Ha sido impresionante. La pena es que no hemos podido ganar. La derrota ha sido un castigo excesivo, no han sido mejores que nosotros ni mucho menos”.

Quirós también lamentó la derrota: “En la primera mitad hemos intentado hacer nuestro juego y no hemos sabido aprovechar las ocasiones. En la segunda, una pérdida de balón al sacar de banda nos costó el primer gol y luego el penalti, que creo que no ha sido, nos mató. Creo que el castigo ha sido bastante grande”.

El defensa confesó sentirse “fastidiado, especialmente por esta pedazo de afición que ha venido. Queríamos los tres puntos y no ha podido ser, pero ni antes éramos tan buenos ni ahora tan malos”.

Quirós, emocionado, resaltó que “se me han saltado las lágrimas al oír el himno. Ha sido muy bonito y más ahora vistiendo esta camiseta con este escudo. La próxima semana ya tendremos que jugar en La Juventud pero es igual, como si tenemos que jugar en la Liberación”.