El asunto institucional sigue su curso en el Xerez. Ayer no se celebró la reunión que estaba prevista entre los abogados de Joaquín Morales, pero los movimientos no cesan con asesores y la batalla con Energy es un hecho. Mientras tanto, los administradores del club esperan que ambas partes se entiendan para convocar una nueva junta de accionistas. De no ser así, ésta no se celebrará antes de la junta de acreedores, prevista para el 4 de junio.

Jesús Rodríguez, uno de los administradores de la sociedad, reconoce que todo pasa por la decisión de Luz Costa y Energy: "No es necesaria la convocatoria de una junta de accionistas antes de la de acreedores y nosotros vamos a ver si las dos partes llegan a un acuerdo. Legalmente no es imprescindible y ya debe haber quedado claro que no tiene nada que ver el convenio de acreedores con que se aprueben o no las cuentas".

Además, Rodríguez puntualiza que la aprobación del convenio "no se producirá el día 4. Después habrá diez días para que los acreedores presenten una impugnación. Después de esa fecha ya tendrá que hacerse cargo de los pagos el que esté al frente del club. Para entonces tendrá que haberse aclarado el tema societario por el bien del club".

No es esto lo que espera Energy, que cuenta con que se celebre una junta de accionistas antes del 4 de junio y hacerse con el poder del club más pronto que tarde. Sus gestiones van encaminadas hacia la posibilidad de que en una supuesta junta esté presente algún interventor judicial para evitar que se repita lo que los sevillanos entienden que es una ilegalidad por negarles las acreditaciones.

Su gran baza es el auto en el que se anulaba el acuerdo del consejo del Xerez para cambiar los derechos políticos, pero Luz Costa va a aprovechar los 20 días legales para impugnarlo. Recurrirá la demanda principal, de la que sale la medida cautelar, y además seguirá adelante la demanda como particular de Luz Costa por el supuesto impago de la empresa sevillana.

Luz Costa está a la espera de que se pronuncie un juzgado de primera instancia y no van a permitir que tenga lugar otra junta de accionistas hasta que no quede todo aclarado.

Y, por encima de todo, desde el entorno de Morales se insiste en que Energy no ha pagado y que los cheques bancarios que enseñaron en su momento fueron novados y canjeados por unos pagarés que nunca fueron abonados. Una historia conocida, pero que subyace en el conflicto.