Las opciones de salvación del Xerez Deportivo, con seis encuentros por disputar, son remotas y las que tiene pasan por sacar adelante prácticamente todos sus encuentros, especialmente los cuatro que debe afrontar como local.

Ahí llega el primer gran problema de los de Paco Higuera. Los azulinos son el peor equipo de la categoría actuando como anfitrión con mucha diferencia, ya que no se les ha dado bien ninguno de los tres escenarios en los que han jugado ya. Sólo han ganado tres partidos, han empatado dos y perdido nada más y nada menos que diez. 11 puntos de 45 posibles. Pozoblanco y La Palma, sus otros dos rivales directos en la lucha por la supervivencia, por contra, se han quedado con los tres puntos en nueve oportunidades los cordobeses y en ocho los onubenses y han empatado tres veces los primeros y una, los condales. De este modo, el Xerez, además de mejorar y ganarlo todo, necesita que el resto de conjuntos pinchen en sus respectivos feudos.

Los xerecistas han sacado adelante como anfitriones tres partidos, aunque realmente son dos, ya que tienen en su casillero tres puntos que corresponden al 2-0 del Ayamonte, retirado de la competición a finales del pasado año.

Las dos victorias azulinas, además, se remontan a la primera vuelta y con Puma en el banquillo. El primer triunfo llegó en La Granja, en la quinta jornada ante el Betis B. Ganaron 3-0 con tantos de Iván Aguilar, Juanse Pegalajar y Fran Pineda. El segundo, en Medina frente al Ceuta (4-0) el día de estreno en el Prado de la Feria. Vito, Juanse Pegalajar e Iván Aguilar, por partida doble, fueron los anotadores aquella mañana del pasado 1 de noviembre.

Los xerecistas recibieron al Coria en el Puntas Vela de Rota (9ª jornada) en el primer partido que disputaron en el exilio tras los incidentes de Copa del Rey frente al Lleida y no pasaron el empate a uno. El gol lo firmó el pichichi azulino Aguilar.

Al margen de esa igualada, la otra también la lograron los xerecistas con Puma, al hacer tablas con el Mairena en la 7ª jornada.

El balance de Higuera es nefasto, cero puntos de en los seis partidos que ha dirigido al equipo como local, teniendo en cuenta que tiene pendiente el séptimo, el aplazado en su día ante el Cabecense por incomparecencia en La Granja del árbitro.

La derrota que falta como local para cerrar el círculo de los pésimos números xerecistas como anfitriones corresponde a la 16ª jornada. Pepichi Torres ocupó el banquillo interinamente tras la marcha de Puma y el equipo también cayó en el Prado de la Feria ante el San Roque por 1-2.

Los xerecistas, que este domingo no juegan, tendrán la oportunidad de comenzar a remontar el vuelo el próximo Jueves Santo, a las doce del mediodía, en el Antonio Fernández Marchán de Guadalcacín. Será su cuarto escenario y allí buscarán cambiar la suerte, que hasta el momento les ha sido siempre esquiva.

La intención del club, salvo cambio de opinión de última hora, es la de disputar los partidos que le restan, Cabencese, Pozoblanco, Arcos y Cádiz B, como locales en Guadalcacín. Los otros dos choque que deben afrontar son fuera ante San Roque y Conil.