Xerez CD

"Es el momento ideal para encadenar dos victorias seguidas"

  • Tato expresa su satisfacción por el gol conseguido ante el Recre aunque reconoce que "me alegró más de que sirviera para romper la mala dinámica que por el mero hecho de marcar"

Con el paso de las jornadas Tato ha ido afianzándose en un equipo donde quiere empezar a ser referente. Aún con el golazo de Huelva en la retina, el murciano está convencido de que la última victoria ha sido un punto de inflexión y sueña con reengancharse a la cabeza antes de irse de vacaciones.  

–¿Se vive la semana de otra forma?

–Sí, sin duda, nos habíamos quitado un lastre ganando en Huelva y como se ve, la semana está siendo mucho más amena, se trabaja mucho mejor y se corrigen errores mucho más rápido y mucho má efizcamente después de una victoria que después de una derrota.

–Porque lo que estaba pasando no era normal...

–Es lo bonito del fútbol, a veces sin hacer las cosas bien se consiguen los tres puntos y al revés, que era lo que nos ocurría a nosotros. Estábamos jugando bien al fútbol, de una forma bastante brillante y bonita para lo que se ve en la categoría, pero no conseguíamos plasmar eso en la tabla clasificatoria. El míster decidió darle una vuelta de tuerca al asunto, cambiar la manera vistosa por algo más pragmático y bueno, se han viston los resultados. Ahora somos más sobrios y más seguros.

–Dice usted que el míster le ha dado una vuelta de tuerca y sus compañeros que el fútbol del Xerez es más práctico, pero ¿cómo se consigue eso?

–Bueno, a nosotros nos ha facilitado la tarea haber trabajado con dos sistemas durante la pretemporada. Comenzamos con el 4-4-2 y luego se transformó en un 4-3-3 para dar más fortaleza al centro del campo. Ahora hemos vuelto nuevamente al 4-4-2 que da un pelín más de seguridad atrás y más llegada arriba porque tenemos dos delanteros centros. Todo eso lo hemos podido hacer porque previamente lo habíamos trabajado, porque hacer un cambio tan brusco en mitad de la temporada hubiese supuesto un pequeño desastre. Como teníamos las ideas ahí en el disco duro se nos ha hecho más fácil (risas).

– ¿Le ha beneficiado el cambio?

–Sí, porque para los delanteros, que nos disputemos más puestos te da más posibilidades. Ahora el míster ha optado por dos puntas y ahí estoy muy cómodo, y además, se ha visto que tanto con José Mari y con Íñigo se pueden sacar muchas cosas positivas.

–¿Le ha dado muchas vueltas al gol del otro día?

–Le he dado muchas vueltas a la jugada de la primera parte, al gol le he dado poquitas porque cuando salen cosas bien la gente se encarga de recordártelas. Prefiero pensar en la de la primera parte porque después de un pase espectacular de Lombán y después de un control muy difícil, bastante más difícil que el de la primera parte, no soy capaz de definir en el primer palo. Esa la ha visto bastante veces y he buscado bastantes soluciones. Suelo darle más vueltas a lo que fallo que a lo que meto. Es bueno visualizar las jugadas después del partido para corregir errores y también es bueno que haya gente que no te deje llegar al extremo porque soy de los que después del partido me llevo dando vueltas a las cosas. Por suerte tengo a mi mujer que me calma un poco.

–Pero, ¿da vueltas aunque el equipo haya ganado?

–Sí, las dos versiones, tanto cuando gano como cuando pierdo, pero como digo ahí está mi mujer que siempre ve la botella medio llena y eso a mí me ayuda mucho.

–Dicen los entendidos que el cincuenta por ciento del gol es el control. Usted tiene una gama de controles altísima, ¿cuánta importancia le da?

–Muchísima. Tenía un compañero en el Cartagena, Víctor Fernández, ex del Valladolid y Villarreal, y a mí me sorprendía muchísimo que se cabreara cuando fallaba un control. Cuando fallaba un gol, en cambio, le daba absolutamente igual. Con él he hablado mucho de esto y me decía que los controles en el mundo del fútbol es lo que te da la ventaja sobre el rival, te dan esa décima, ese medio segundo que a la postre te da la opción de definir bien o mal. En La Masía trabajé mucho los controles, y bueno, por ahora me están saliendo los controles pero no tanto las definiciones, aunque seguro que pronto saldrán.

–¿Ha sido de los mejores goles que ha marcado en su carrera?

–Es bastante bonito por el control, luego en la definición no tanto, al menos para mí. El año pasado recuerdo uno que metí al Tenerife desde bastantes metros que me gustó mucho también. En realidad hay de todo, pero a mí me sirve porque ayudó a lograr los tres puntos. Cuando entramos en el vestuario había unas caras de alegría que hacía muchísimo tiempo que no veía. Me quedo con el gol pero por lo que sirvió. 

–¿Dista mucho este Tato del que vimos en Albacete?

–Que duda cabe que el Tato del año pasado del Albacete tenía bastantes más prestaciones. También hay que tener en cuenta el cambio de rol, porque venía de un equipo como el Albacete donde era una pieza fundamental, alguien en el que se confiaba mucho, desde las instancias superiores hasta la grada, y eso a mí me gusta y me motiva. Ahora vengo a Jerez dando un paso cualitativo y sé que cambia mi rol, aquí no soy tanto de primera línea de fuego, pero eso lo quiero cambiar y espero que con trabajo y prestaciones lo haga. Si no puedo alcanzar la cifra de goles del año pasado por lo que menos que sea parecido.

–Habla de la felicidad en vestuario, ¿le sorprende los comentarios que existían fuera sobre la desunión de plantilla y entrenador?

–No me sorprende, es lógico que desde fuera se busquen culpables y situaciones raras, entre otras cosas porque no era normal nuestra situación y eso lo sabíamos dentro. La plantilla que se ha confeccionado no era para estar el quince o el dieciséis por eso es normal que desde fuera se busquen culpables, si no un jugador, o que no hay unión o mil historias, pero desde dentro hemos demostrado de sobra que creemos en el entrenador y que creemos en nuestro trabajo. Eso se puede ver reflejado no sólo en la celebración de los goles sino también en las ganas que tenemos de hacer las cosas bien.

–El Xerez es el sexto equipo que más veces tira a puerta en 2ª, sin embargo es el tercero que menos goles hace, ¿falta eficacia?

–Sí, está claro que sí pero yo voy un paso más allá y creo que ha sido un compendio de todo. Cuando hemos tenido la suerte de materializar gol quizás una falta de concentración nos ha costado algún gol en contra, y cuando atrás hemos estado muy seguros arriba a lo mejor no hemos tenido la suerte de enchufarla. Ha sido una situación global, no ha sido algo particular y hemos querido verlo así en el vestuario, eso es una de las cosas que ayudan mucho.

–Ahora toca ganar en casa, ¿tan difícil es jugar en Chapín?

–Definiría la experiencia como extraña, quizás sea la palabra perfecta para definir la sensación de jugar en Chapín. Yo vengo de fuera, no sé lo que pasó el año pasado pero la gente denomina esto como el ‘Síndrome Chapín’, porque no eran capaces de enganchar aquí buenos resultados. Este año ha ocurrido lo mismo y partidos que teníamos ganado se nos han ido al traste y se nos ha notado el nerviosismo, sobre todo en el partido contra el Girona, el único que hemos ganado aquí. Recuerdo que con el 2-1 y con dos jugadores más se notaba el nerviosismo. Porque además, en la grada hay murmullo. Es el único pero que puede ponérsele a la grada porque ha habido partidos en los que no hemos ganado, como el del Sabadell, y la gente nos despidió con una ovación. Sólo nos queda eso, ganar en Chapín y encadenar dos victorias seguidas, que eso lo hemos hablado en el vestuario esta semana.

–¿Qué Huesca espera?

–Conociendo a Quique Hernández y conociendo a los jugadores del Huesca, creo que el rival va a ser muy duro de roer.  Vienen de ganar, se han enganchado a la salvación y vendrán con ganas de no perder lo que han ganado en casa. El empate les biene bien y por eso basarán todo en una buena defensa, porque tienen jugadores experimentados.

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