Vicente Vargas, entrenador del Xerez, terminó el choque molesto con el resultado y el árbitro pero también orgulloso del trabajo de sus jugadores. "La actitud de mi equipo ha sido buenísima ante un buen equipo. Ellos en el primer tiempo han tenido el balón pero no crearon peligro. Las dos acciones más claras fueron para nosotros, que nos quedamos en dos oportunidades mano a mano con el portero y no marcamos. Ahí se acabó el primer tiempo. Luego, en el segundo, decidió el penalti, que ha sido muy riguroso. Si se pita ese penalti, hay que pitar el que nos han hecho a nosotros, que ha sido como una casa, hasta el portero local le ha pedido disculpas a nuestro jugador porque le ha dado una patada en toda regla. No quería darla pero lo ha hecho. Esa acción ha sido decisiva. Luego, los últimos veinte minutos han sido nuestros, hemos tenido hasta cuatro ocasiones muy claras y el portero ha hecho tres buenas paradas y nos sacaron un balón de debajo de los palos. Ha sido uno de los partidos en los que más oportunidades hemos tenido pero no ha podido ser, no hemos estado acertados. En la primera parte tuvieron el balón sin crear peligro y en el segundo realizamos un despliegue físico muy importante y fuimos dueños y señores del encuentro".

De salida, el Xerez apostó por una defensa de cinco y tras los tantos del Chiclana, recuperó la de cuatro. El técnico explica que "habíamos estudiado al rival y teníamos decidido jugar cada tiempo con un sistema. De hecho, en el descanso ya estaban calentando los jugadores para salir de inicio en el segundo tiempo. Queríamos ir a por el partido desde los primeros compases de la segunda mitad pero no nos dio tiempo, cometidos dos errores en defensa grande y luego llegó el penalti, que, insisto, fue injusto totalmente y decisivo. Ellos se pusieron con 2-0, cualquier equipo se dado por vencido y el mío se fue a por todas con fútbol. La última media hora fuimos bastante superiores".

El Xerez sigue sin aprobar su asignatura pendiente, que es la de ganar fuera de casa. Como local ha sumado 32 puntos pero lejos de Jerez no acaba de arranca y lleva una vuelta sin ganar. El preparador azulino argumenta que "hay que tener en cuenta que tenemos un equipo muy ofensivo y para defender necesitamos hacerlo con muchos efectivos. A este partido hemos llegado con la baja de Albertito, que era nuestra principal arma, está lesionado y tuvimos que dejarlo en el banquillo. Tuvimos que arriesgar porque íbamos perdiendo 2-0 pero no es igual. Con él en el campo, igual todo hubiese cambiado porque está en un momento sensacional. Aún así, lo menos malo es que no hemos perdido la diferencia de goles, que eso también es importante a estas alturas de la competición y con tanta igualdad como existe".

El encuentro ante el Chiclana ya es historia, Vargas quiere pasar página y ya está centrado en el compromiso del domingo en La Juventud frente al Recre B, que ha ganado los últimos ocho encuentros de forma consecutiva y está lanzado hacia Tercera. "Tenemos que afrontar el partido sin mirar los puntos que lleva el Recreativo y, además, le vamos a ganar. El equipo está en un buen momento pese a la derrota. El equipo nunca le ha perdido la cara al partido y sólo hemos tenido mala suerte en dos acciones puntuales, que han sido mérito de los jugadores de calidad que tiene el Chiclana arriba. El primer gol llegó fruto de un despiste y el segundo en un penalti que no me cansaré de decir que ha sido muy muy riguroso. Mi jugador me dice que se deja caer y yo le tengo que creer y, además, si pita ese tiene que señalar el que nos hacen a nosotros. También hay un forcejeo con Quirós que se puede o no se puede pitar, yo al que voy es al que ha sido. Si el portero le da una patada a mi jugador en el área pequeña es penalti".

A la hora de valorar el arbitraje, sorprendió: "Ha hecho un buen arbitraje pero no ha tenido suerte en las dos jugadas decisivas, ha tenido dos lunares. Sería injusto si digo que hemos perdido por el árbitro pero si se miran las dos jugadas, los dos fallos están ahí".