Xerez DFC

'Guillegol', con ilusión y cuerda para rato

  • El ariete, pichichi de la categoría con 20 tantos, quiere "llegar a los veintiséis del año pasado, aunque con el ascenso me vale".

Guillegol’ tiene cuerda para rato. A sus 32 años, el delantero es uno de los jugadores veteranos del Xerez Deportivo FC tanto por edad como por experiencia pero se siente como niño con zapatos nuevos tras conseguir el tercer ascenso consecutivo y está dispuesto a seguir dando guerra a las defensas contrarias durante varias temporadas más mientras las lesiones le respeten como hasta el momento y los técnicos quieran seguir contando con él. 

 

Hace tres temporadas, el jerezano decidió enrolarse en el nuevo proyecto y no se ha arrepentido ni un solo día y eso que ha tenido hasta la oportunidad de marcharse a equipos de superior categoría. Vive su segunda juventud divirtiéndose y jugando al fútbol en “mi ciudad y en un club de futuro, mejor que aquí no voy a estar en ningún otro lado”.

 

Tremendamente competitivo,  aunque admite que “esta temporada ya me doy por satisfecho con el ascenso del equipo, que ha sido muy especial porque ya estamos muy cerquita de Tercera División, que era nuestro primer reto”, como buen artillero confiesa que “me gustaría cerrar la temporada como pichichi de la categoría, que en estos momentos lo soy, y como mínimo con los mismos 26 tantos que hice la pasada temporada”.

 

Guille Escribano ha marcado hasta el momento 20 tantos y eso que estuvo más de mes y medio apartado de los terrenos de juego por una lesión de rodilla y sus dos perseguidores, Fiera, del Guadiaro, y Sergio Rodríguez, del Estella, llevan 18 cada uno. “En la tres temporadas que llevo aquí he conseguido 61 goles, 15 el primer año, 26 el pasado y 20 hasta ahora y me gustaría seguir sumando. Siempre comento que me gustaría retirarme dentro de algunos años como el mayor goleador de la historia del club, ojalá me respeten las lesiones y pueda conseguirlo”.

La jornada del domingo, como para todos sus compañeros, no por esperada la dejó de celebrar por todo lo alto. “Los tres ascensos han sido importantes pero el último ha sido especial por lo que supone, estamos a las puertas de Tercera, a un pasito del objetivo. Ya tenemos el deber cumplido y nos hemos quedado tranquilos, aunque eso no significa que nos relajemos porque queda mucha Liga y los rivales también luchan por subir a Primera Andaluza, no nos podemos confiar, la afición merece seguir disfrutando y no nos podemos permitir el lujo de perder partidos. Queríamos que el ascenso fuese en casa, como los anteriores, y lo logramos. La gente puede pensar que ha sido fácil pero detrás hay mucho trabajo, las categorías cada vez son más complicadas, yo siempre digo que están para algo.

 

El ambiente en Chapín, bajo su punto de vista, fue “impresionante, aunque la fecha no acompañó. Todo el mundo sabemos lo que significa la Semana Santa en Jerez y, para colmo, el Transporte estaba en la calle a la hora del partido. Acudir a ver un encuentro de esta categoría no es fácil,  era medio día del club y también había mucha gente fuera de Jerez. En el campo había 6.500 aficionados pero la verdad es que parecía que había 20.000, hay que darle un diez a todos los que estaban allí”.

 

Como “un sobresaliente” le da él a una temporada en la que se queda con “la capacidad de reacción del grupo después de pasarlo muy mal al principio de temporada y, especialmente, tras perder ante el Jédula y el Barbate. Hubo muchas críticas y se armó mucho revuelo. Y lo peor, evidentemente, fue eso, las dos derrotas. Ahora todo está olvidado, la campaña ha sido de matrícula y hemos ascendido casi dos meses antes del final de Liga, que no era fácil. Dani Pendín nos ha ayudado muchísimo y también hay que destacar lo que ha mejorado el equipo jugando como visitante. Hemos ganado muchísima intensidad, que nos ha permitido sacar adelante partidos complicados. Hemos ganado en Paterna, El Torno o Trebujena, campos muy complicados”.

 

El futuro se mira ya con “mucho más optimismo y de distinta manera, la motivación es mayor, ahora tenemos que demostrar en una categoría que va a ser casi una Tercera el potencial de este equipo, tenemos que demostrar si realmente somos tan buenos como se ha venido diciendo durante estas temporadas”.

 

Antes del partido, Pendín sorprendió a sus futbolistas con una sorpresa, con la presencia en vestuarios después del calentamiento de sus familiares más directos. “Fue muy emotivo, nadie se lo esperaba, Yo entré el último y cuando vi allí a mi mujer, mi niño y mi madre me dio mucha alegría. Aquello parecía un velatorio, todos nos emocionamos. Realmente, las personas más importantes para nosotros eran las que estaban allí, esas que te apoyan en los malos momentos y se alegran de tus éxitos cuando todo sale bien”. 

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